Como una noticia positiva fue recibida en el Valle del Itata el reconocimiento oficial, por parte del SAG, del tradicional vino pipeño que se elabora de manera artesanal en la zona.
Esta semana, el SAG informó que incorporó en su Registro de Bebidas Alcohólicas la clasificación genérica de “pipeño”, el cual podrá ser inscrito bajo esta denominación solo por las elaboradoras vitivinícolas que forman parte de la agricultura familiar campesina (AFC) de las regiones del Maule, Ñuble y Biobío. Ello, con el objetivo de contribuir al desarrollo de la AFC y reconocer al tradicional “pipeño” como una de las bebidas alcohólicas producidas en el territorio nacional con características propias.
A partir de esta medida el SAG reconoce la clasificación de “pipeño” a las bebidas alcohólicas elaboradas a partir de la fermentación alcohólica del mosto de uvas frescas, preparado mediante prácticas enológicas autorizadas y producido con uvas de variedades viníferas, con una graduación alcohólica total de al menos 11,5° GL y un contenido de acidez volátil inferior a 1,5 g/L expresado en ácido acético, el cual debe ser producido y envasado por el segmento de la AFC o cooperativas integradas por éstas de las regiones del Maule, Ñuble y Biobío, .
Así, quienes produzcan “pipeño” deberán comunicar al SAG de su jurisdicción, dando cuenta del volumen del producto elaborado en cada temporada, el cual no podrá ser envasado hasta no contar con una calificación analítica que garantice que cumple con los requisitos para ser comercializado bajo esta denominación.
Este tipo de vinos poseen un reconocimiento y reputación asociadas a una fuerte identidad territorial, donde los factores humanos y las características particulares del producto elaborado por la AFC como proceso no industrial, entregan un elemento diferenciador al producto final, pero que por presentar algunos, una graduación alcohólica inferior a los 11,5° GL, no pueden ser comercializados como vino. Con esta medida el SAG busca constituir un espacio productivo y comercial diferente a las actuales categorías y clasificaciones existentes, para entregar valor agregado a este tipo de vinos de pequeña escala productiva.
Valle del Itata
Víctor Castellón, presidente de la Asociación gremial de viñateros del Valle del Itata, afirmó que, en la medida que este reconocimiento oficial contribuya a posicionar el pipeño de estas tres regiones, como un producto con identidad territorial, esto puede ser un beneficio para los productores.
Valoró que, “es una alternativa que tenemos para abordar un mercado distinto” y destacó que el reconocimiento permite establecer parámetros de calidad y una adecuada fiscalización.
El dirigente lamentó, sin embargo, que en este proceso de definición por parte del SAG el gremio local no fue consultado, y apuntó que hubiesen esperado “que se identifiquen y potencien las cepas nobles que tenemos nosotros”.
Castellón aclaró, por otro lado, que el pipeño no es un producto distinto al vino en cuanto a su producción, y si bien reconoció que, en algunas zonas, como Biobío, el pipeño no siempre alcanza los 11,5 GL, en el Valle del Itata sí se consigue sin problemas. “Sigue siendo un vino, tiene la misma metodología del vino tradicional, de un vino tranquilo, tiene la misma forma de elaboración”, subrayó.
