La Municipalidad de Chillán inició el derrotero que busca dar una nueva cara al centro neurálgico de encuentro de la ciudad, la Plaza de Armas, ubicada entre las calles Libertad, Arauco, 18 de septiembre y Constitución, que a través de los años sigue cumpliendo su rol de reunión de los habitantes y visitantes de la capital regional.
Mediante el Proyecto de Mejoramiento Plaza de Armas se intenta dar un nuevo aire a este punto de la ciudad, proceso que en estos momentos se encuentra en una etapa de participación ciudadana, que incluye una serie de actividades para recoger la opinión de los vecinos que la visitan y recorren.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]“Mejorar la Plaza de Armas es sin lugar a dudas una de las iniciativas más importantes a desarrollar dentro de la planificación de mejoramiento de espacios públicos de nuestra ciudad, ya que primero responde a un centro cívico comunal y regional; segundo, posee una riqueza única respecto a su entorno y trazado urbano, el cual da cuenta del patrimonio urbano y arquitectónico que forma parte de la memoria colectiva, transmitida y arraigada de la ciudad; y tercero, aporta en el desarrollo de un proyecto basado en la participación inclusiva, activa y comprometida de la ciudad”, afirmó el alcalde de Chillán, Camilo Benavente.
Por esto, entre las actividades incluidas están un “Mural ciudadano consultivo”, una encuesta online de consulta ciudadana que está disponible entre el 15 y el 21 de marzo, una actividad recreativa dirigida a niños y niñas durante la tarde de hoy sábado 19 de marzo y un focus group en el salón Marta Brunet el lunes 21 de marzo, desde las 16.30 horas.
El rol de la Plaza de Armas
Una Plaza de Armas cumple una función importantísima en el desarrollo de una ciudad y sus habitantes, y esto se remonta a sus orígenes y cómo empezó desarrollarse como un lugar de esparcimiento.
“En todas las ciudades fundadas por los españoles se estableció una plaza denominada de armas, porque se hacían ejercicios militares. Y esa plaza se convirtió en el centro de la vida pública de estas ciudades y, con el tiempo, el centro de la vida social; se fueron hermoseando, poniendo jardines, asientos, monumentos, esculturas, en fin. A este cuadro pertenece la Plaza de Armas de Chillán, que es una de las plazas más hermosas de Chile”, describe el historiador Alejandro Witker.
De la misma manera, el arquitecto y urbanista, Sergio Baeriswyl Rada, también hace referencia a la herencia española en la forma en que se define. “La pieza de una plaza pública históricamente desde la creación de las ciudades, es un espacio singular y representativo porque organiza el núcleo funcional y ciudadano e histórico y simbólico de una ciudad”.
“Es el lugar más privilegiado e importante de la ciudad y allí, ese espacio sin edificación, se deja para el goce de la ciudadanía, para los encuentros ciudadanos, para el simbolismo, para la memoria y para la articulación de los edificios más importantes públicos”, agrega Baeriswyl.
En concordancia, el trabajo que se está haciendo desde el municipio está enfocado en “contar con un centro cívico, cultural y social integrador, que de cuenta del valor patrimonial de la ciudad, que reconozca sus monumentos históricos, su identidad y que permita acoger variadas actividades urbanas en donde todos puedan acceder disfrutar del espacio público sin dificultades y en forma segura”, explica Mauricio Reyes, director de la Secretaría de Planificación (Secpla).
Por estas razones, es que el edil de la comuna, Camilo Benavente, hace énfasis en que debe estar en concordancia con la historia y patrimonio que esta representa para la comunidad. “La Plaza de Armas debe ser capaz de representar la identidad chillaneja a través de su diseño, velar por ser una ciudad que respeta su patrimonio urbano y rural, que se identifica y dialoga con armonía entre lo moderno y natural, ya que Chillán y su arquitectura moderna son un epicentro del patrimonio en el país en esta materia”.
Así es como se busca dar realce a las estatuas emplazadas en la plaza, como lo es el monumento de O’Higgins, “que es de los más hermosos de todos los que existen en el país sobre el prócer y también hay esculturas importantes, que se haga una remodelación me parece del más alto interés”, sostiene el historiador Alejandro Witker. Y, también, recuerda “el quiosco donde muchos años la banda del regimiento ofrecía conciertos los días domingos y días conmemorativos, a veces de momentos históricos”.
Con los años, esta función de punto de reunión y socialización se trasladó, en cierta medida, al mall de la ciudad, lo cual Witker explica como algo normal en ciudades de climas extremos como Chillán, donde un centro comercial ofrece lugares más cómodos y seguros. Sin embargo, la Plaza de Armas continúa recibiendo a quienes hacen los trámites, eligen la pileta como punto de encuentro o, simplemente, se detienen a descansar a la sombra de algún árbol.
¿Plaza dura o con áreas verdes?
Teniendo en consideración todos los aspectos anteriores y una crisis hídrica que se cierne hace años en la Región de Ñuble y gran parte del país, nace la duda de cómo abordar la remodelación de la Plaza de Armas: si debiese tener más concreto o mantener su configuración tradicional con mucha vegetación.
Ante esto, el urbanista Baeriswyl es claro y preciso: “es un error reemplazar por razones de la crisis hídrica el césped por hormigón, lo que es correcto es hacerlo por otras especies naturales que se adapten al territorio”.
Y reafirma su postura: “hoy las plazas duras o plazas donde domina el cemento o los elementos minerales, están totalmente desaconsejadas, porque se les reconoce como uno de los principales elementos que producen la islas de calor, estas multiplican los efectos negativos ambientales. Por tanto, las plazas en el mundo entero están volviendo a ser muy arborizadas, permeables, ojalá para la lluvia, es decir, que el agua que caiga se pueda infiltrar en los suelos y recuperar”.
Este parecer que no está lejos de la opinión de la comunidad. La presidenta de la Junta de Vecinos Central, María Montecinos, quien contestó la encuesta ciudadana online y la compartió con sus vecinos, deja en claro su visión: “que no quede sin árboles y sin vegetación, una tiene el concepto de plaza de armas donde hay vegetación y arboledas, no solamente cemento”.
Mientras que Cecilia Henríquez, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Chillán, asegura que “una plaza dura creo que no, ya tenemos bastante de eso y no es atractivo. En la calle en general se está haciendo por el problema del medio ambiente y la falta de agua, pero creo que los lugares como las plazas deben tener sus áreas verdes bastantes bonitas y bueno, cosa que sea un atractivo de áreas verdes con plantas que de un aire fresco y positivo y uno vaya a la plaza a tomar buenas vibras”.
El reciente estudio realizado al arbolado de diferentes puntos de la ciudad y específicamente la plaza de armas, para su cuidado y mantención, es una prueba que las especies centenarias no serán removidas y seguirán siendo parte de la panorámica.
Visión vecinal
El aporte que entregan quienes usan diariamente este espacio céntrico de reunión es una parte fundamental del proyecto. “Las opiniones de la comunidad son de gran importancia, ya que es necesario el respaldo de los chillanejos para lograr el gran objetivo de que las mejoras de la Plaza de Armas generen apropiación por parte de la ciudadanía”, recalca el alcalde Benavente.
“Por esa razón, el municipio está trabajando en distintas actividades para difundir y generar un diálogo con los actores relevantes del área de influencia de la plaza, ya que son ellos quienes nos aportarán los lineamientos de diseño e imágenes objetivas del proyecto, asegurando de que las obras que se realicen cumplan con resolver las necesidades de los habitantes de la comuna y fortalezcan nuestra identidad local”, añade el edil chillanejo.
A raíz de esto, ambas presidentas de organizaciones vecinales coinciden en la incorporación de elementos culturales y artísticos dentro de las mejoras para la plaza.
Cecilia Henríquez dice que “más que monumentos, podrían incorporar y rotar exposiciones culturales, a lo mejor en las tardes tengan artistas, hay muchos en Chillán ansiosos de demostrar lo que hacen y esto se puede mostrar en el ‘Gallinero’ (odeón). Sería bueno darle ese tipo de atractivo, para que no tenga tanto la connotación que se está dando en este minuto, sin discriminar la llegada de carpas, porque no dan ganas de pasar por la Plaza de Armas”.
En tanto María Montecinos, propuso que debiese existir “un sector donde estén todos los bustos o placas donde salgan todos los poetas y la parte cultural de Chillán, como Ramón Vinay, Claudio Arrau, entre tantos otros, y hacerle un sector de homenaje”.
En funcionalidad Montecinos indicó que “los estacionamientos pueden ser subterráneos, debajo de la plaza, y servirían también para el Teatro Municipal, también los baños y ponerlos en diferentes lados norte y sur o este y oeste, porque la gente circula por todos lados y son muy pocos”.
El arquitecto Sergio Baeriswyl afirma que “es bueno que se inicie preguntando a las comunidades, porque hay que entender que estamos viviendo un momento histórico, en el cual muchos lugares se están resignificando. Sin hacer comparaciones, pues no es comparable, pero la resignificación, por ejemplo, que está pasando en la Plaza Italia o en Plaza Baquedano o Dignidad, que muchas personas ya creen que tiene que cambiar el significado de ese lugar, ya no con la estatua de Baquedano para muchos, hay un punto de conflicto”.
Explica que “es interesante el proyecto de la Plaza de Armas de Chillán, porque va a permitir a la comunidad definir cómo quiere reflejarse en ese espacio público, en un momento especial de cambio cultural importante, así que animarlos a hacer un proceso de trabajo con la comunidad y de diseño muy bueno”.
Texto: Antonieta Henríquez
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