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¿Quiénes serán y cuál es el rol de los expertos que asesorarán el proceso Constituyente?

“Expertos” parece ser el concepto que más se repite como uno de los consensos entre las distintas fuerzas políticas para formar parte del nuevo proceso Constituyente.

Eso sí, las diferencias comienzan a marcarse cuando se intenta definir su rol; quiénes serían; a quiénes representarían, y de dónde vendrían.

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Quizás lo más parecido a un comité asesor durante el fallido proceso pasado, fue la designación de un Mesa Técnica en 2019 por los distintos partidos del congreso, con el fin de asesorar la reforma constitucional que habilitó el pasado órgano constituyente.

En el actual escenario, y luego del rechazo de la propuesta de la Convención, los partidos aspiran a sumar a expertos en el nuevo proceso constituyente, pero con un rol más preponderante que en el pasado.

En la experiencia de 2019, entre el 24 de noviembre y el 6 de diciembre, un grupo de expertos -abogados, politólogos y cientistas políticos- designados por los distintos partidos con representación en el congreso, se reunió para redactar la reforma constitucional que permitió elaborar una propuesta de nueva Carta Fundamental mediante una Convención Constitucional. Una experiencia similar a la “comisión de expertos” que los partidos están ideando ahora para abrir un nuevo proceso constituyente.

Este grupo de expertos de los partidos fue denominado “Mesa Técnica Constituyente”. Según los registros, trabajaron entre 10 y 12  horas diarias en el ex Congreso de Santiago ideando la reforma al Capítulo 15 de la Constitución vigente. Todo su trabajo quedó registrado en la web de la Biblioteca del Congreso Nacional.

La Mesa Técnica estuvo conformada por 14 expertos, siete con sensibilidad de derecha y siete con impronta progresista. Cada uno de los representantes llegó con propuestas desde sus colectividades y, pese a tener visiones contrapuestas, lograron ponerse de acuerdo en un texto que posteriormente fue presentado y votado por los parlamentarios en el congreso.

Algunos de quienes participaron en esa instancia, conversaron con el medio The Clinic sobre el rol que debieran tener los expertos en este nuevo proceso.

Claudia Heiss, doctora en Ciencia Política, quien actualmente ejerce como académica en la Facultad de Gobierno de la U. de Chile, y quien participó en representación de Revolución Democrática; sostuvo que “el rol de los expertos es explicar, mostrar los pros y contras, contribuir con la experiencia comparada, pero una vez que se da esa recomendación, la decisión tiene que ser propiamente política. Por lo tanto, el rol de los técnicos tiene que ser un rol asesor, no proponer un borrador”.

En el fondo, dijo, “lo más importante del proceso en curso es la legitimidad democrática, que es de lo que carece la Constitución del 80. Lo que hacen los técnicos es mostrar las fortalezas y debilidades de cada opción, pero la decisión tiene que ser intrínsecamente política y tiene que estar respaldada por personas electas que tomen decisiones a la luz de la recomendación técnica”.

José Francisco García, profesor asociado de Derecho Constitucional en la Universidad Católica, también participó de la Mesa Técnica del 2019, en representación de Evópoli.

“El nuevo proceso debiera tener tres hitos bien definidos: habilitación del nuevo proceso, preparación del trabajo del órgano constituyente electo, y elaboración de la nueva Constitución por este órgano”, comentó.

“En el primero, de habilitación, se materializa en un proyecto de reforma constitucional y no requiere un comité técnico. Para ello, recomendaría entregarlo a las comisiones de Constitución de la Cámara y el Senado para que lo desarrollen conjuntamente en 30 días; con los asesores que estimen pertinentes, citando a profesores a audiencias públicas, y escuchando a órganos técnicos relevantes para el proceso, como el Servicio Electoral”, sostuvo.

“Para la etapa preparatoria y de elaboración de la nueva Constitución, sí se requiere una comisión técnica que acompañe el proceso para generar un texto jurídico coherente, armónico, y que relacione adecuadamente las diferentes partes de la Constitución. La naturaleza de la comisión debe ser puramente asesora, sin derecho a voto, y sin que sean electos popularmente”, concluyó.

Sebastián Soto, doctor en Derecho de la Universidad de Chile y director del Departamento de Derecho Público de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica, agregó a The Clinic que “el rol de los expertos es importante, pero no debe ser sobredimensionado. Un defecto poco destacado de la Convención fue que logró generar una alianza entre expertos enamorados de sus propias agendas, y convencionales con pocos conocimientos que no fueron capaces de contrapesarlas”.

Por eso mismo, dijo, “nunca los expertos debieran tener voto, sino sólo voz en algunas instancias: los que deben decidir son los políticos. Y me parece que debieran empezar a trabajar a la brevedad para proponer textos a la nueva Convención una vez elegida”.

Respecto de la composición de un comité de expertos, sostuvo que “debería ser un reflejo del Congreso Nacional, porque ahí está la pluralidad de la representación que nace de una elección reciente. No creo que deba haber algo así como una representación corporativa, pues lo que se requiere no son visiones parceladas, sino que capacidades técnicas al servicio de escribir una nueva Constitución de consenso”.

La propuesta de Chile Vamos

Chile Vamos, que el viernes presentó su propuesta para abordar el nuevo proceso Constituyente, la cual fue calificada como un “statu quo” por sectores del oficialismo; planteó “a la brevedad constituir un comité técnico-político de delegados, donde en proporción a las fuerzas políticas con representación parlamentaria, personas con trayectoria en los asuntos públicos e institucionales puedan reunirse para iniciar un trabajo en dos dimensiones”.

De esta forma, dijeron, “dicho comité trabajará en la redacción de una propuesta de principios constitucionales, que deben incorporarse, expresamente, al texto de una futura reforma del artículo 142 y artículo 135 de la Constitución vigente”.

En segundo lugar, esperan que este órgano se aboque “a una propuesta de itinerario que permita ofrecerle a las fuerzas políticas un camino de acuerdo para habilitar, en horizonte razonable, un plazo, un mecanismo y posteriormente, el reglamento que guíe el proceso de redacción del nuevo texto constitucional”.

La visión oficialista

Desde la Universidad de Columbia, el Presidente Gabriel Boric fue claro en respaldar la inclusión de expertos en el nuevo proceso Constituyente.

“Lo que espero que pase es que tengamos una nueva Convención, con bordes más claros, que eso lo tienen que definir en el Congreso, quizás con plazos más acotados, recogiendo la experiencia anterior y con apoyo de comités de expertos y gente que contribuya a hacer la conversación más fácil y digerible para todos”, afirmó.

En las fuerzas oficialistas, en tanto, aún trabajan en una propuesta común para llevar la próxima semana, cuando se reanuden las conversaciones en el congreso.

Lo que sí está claro es que tanto Socialismo Democrático como Apruebo Dignidad no respaldarán que un grupo de expertos redacte bordes muy específicos y amplios, ya que defienden que dicha tarea recaiga en los representantes electos democráticamente.

Es más, en Apruebo Dignidad son partidarios de que se parta de una hoja en blanco.

También han surgido liderazgos desde la DC, como el senador Francisco Huenchumilla, quien ha sido categórico: “Nuevo proceso Constituyente no puede desligarse de la soberanía popular y hacerse solo con expertos, eso va en contra de la esencia misma de la democracia”, advirtió.

Las interrogantes del comité de expertos

Varias son las interrogantes que deberán ser despejadas antes de dar paso al comité de expertos que al parecer, todos respaldan.

Entre las propuestas están que los partidos con representación parlamentaria los propongan; otros estiman que desde la academia debe haber participación, sobre todo desde regiones, por lo que las universidades debieran presentar sus propuestas, al igual que los centros de estudios. Eso sí, advierten, es importante que quienes participen expliciten sus tendencias e intereses. Es difícil encontrar a “expertos” imparciales, y no es pecado que algunos defiendan ciertos postulados, eso sí, transparentándolos, advierten desde el mundo político.

La otra interrogante que surge es ¿Qué tipo de expertos? ¿Solo abogados Constitucionalistas? Eso seguramente dependerá de cómo se definan las funciones de este comité. Porque si algo quedó claro en el pasado proceso Constituyente, es que son demasiadas las materias que requieren de una visión “experta”, y no solo desde el punto de vista legal. Sin embargo, como todos esperan que este nuevo proyecto sea más acotado, es factible que muchos temas específicos queden como tarea para el congreso.

También hay voces que hablan de la necesidad de incluir a expertos dentro de las listas que presenten los pactos o partidos para el órgano elegido. Esto permitiría contar con personas que junto con tener un background profesional e intelectual, pudieran también contar con trabajo político en terreno.

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