Su preocupación expresó el gerente general de Copelec, Patricio Lagos, por el tiempo que pueda tomar la discusión en el Congreso del proyecto de ley de Transición Energética, que envió el gobierno el pasado 10 de julio, y que, entre otros temas, permitirá reactivar con celeridad los proyectos de infraestructura de transmisión eléctrica que están paralizadas en la Región de Ñuble.
“Si bien se esperaba un proyecto de ley para enfrentar dificultades y desafíos en materia de infraestructura de transmisión eléctrica, finalmente la iniciativa integra distintas temáticas con una visión más amplia en el contexto de la transición energética, lo que abre, por cierto, mayores focos de discusión en su tramitación”, planteó Lagos.
El proyecto de ley aborda materias relacionadas con la institucionalidad, la infraestructura, mecanismos de planificación, ingresos tarifarios y la promoción de la competencia y el fomento al almacenamiento.
Como se recordará, el ministro de Energía, Diego Pardow, visitó Chillán el 19 de mayo pasado, ocasión en la que anunció una serie de medidas para abordar la crisis de transmisión en Ñuble, entre ellas, el envío del mencionado proyecto de ley, que, entre sus objetivos, busca simplificar la ejecución de obras estratégicas para la región que están paralizadas, como la ampliación de la línea Charrúa-Chillán, de CGE, proyecto aprobado en 2018 que debía estar entrar en operación en agosto de 2022, pero, tras dos licitaciones desiertas y su adjudicación en 2021, la empresa a cargo abandonó el proyecto en 2022.
Debido al rezago de Ñuble en materia de transmisión eléctrica, hay más de 400 proyectos (conexiones) que no han podido concretarse porque aún no cuentan con factibilidad técnica en los rubros inmobiliario, agrícola, agroindustrial, industrial y comercial. En ese contexto, la línea Charrúa-Chillán, que alimenta a la capital regional y a varias comunas de la Provincia de Diguillín, está al borde de su capacidad, de hecho, durante el verano pasado, el fantasma del apagón estuvo rondando.
El ejecutivo sentenció que, “dado el sentido de urgencia para Ñuble y del consenso trasversal sobre la problemática de la región, esperábamos un proyecto de ley con foco en la región que aportara soluciones concretas y consensuadas en beneficio de Ñuble (por la urgencia). Vemos un riesgo que la urgencia de Ñuble se diluya en la discusión de un proyecto tan amplio que convoca a un variado número de actores del mercado energético nacional”.
Ley corta
Ante este escenario, el gerente de Copelec planteó que la solución debiera ser el envío de un proyecto de ley independiente o ley corta, que destrabe el problema que afecta a Ñuble.
“Fue lo que ofreció en algún momento el ministro, y acuérdese que cuando vino el ministro y estuvo la senadora Carvajal, ella le dijo que ingresara por el Senado el proyecto de ley para darle celeridad. Entonces, la celeridad estaba dictada como para sacar el proyecto de ley a fin de año y CGE, por su parte, se comprometía a construir entre 3 y 6 meses, atacando con tres empresas contratistas el problema, y lo podía hacer. Pero, en realidad no pensaron que el proyecto de ley es demasiado grande y ambicioso para las pretensiones de Ñuble, por lo que va a ser muy difícil que logre el objetivo, principalmente porque hay opiniones de dos senadores que están en la Comisión de Energía del Senado y los dos lo echaron para atrás”. En esa línea, apuntó que el proyecto no ha avanzado mucho en su tramitación, la que, anticipó, será muy compleja.
