El ministro de Hacienda, Mario Marcel, reconoció que “había una cierta incertidumbre” sobre si la oposición, retomaría las conversaciones por el pacto fiscal y las pensiones.
“Creo que eso es lo que la gente espera, ver a políticos que se ponen de acuerdo y no que se dedican a pelear entre ellos y que se proponen resolver cosas, problemas que la ciudadanía tiene, en lugar de postergarlos”, afirmó.
– ¿Por qué es importante recabar más impuestos y qué materias podrían financiarse justamente con esta recaudación?
-Bueno, en Chile hay muchas necesidades sociales que se han ido acumulando y algunas de ellas tienen una magnitud que no es posible resolver simplemente en el proceso presupuestario normal o con alguna reasignación de recursos. La más importante de todas es justamente la previsional, porque la reforma previsional tiene primero un componente que es directamente financiado por el Estado, que es el aumento de la PGU a $250.000 y su universalización. Por otro lado, hay otros costos para el Estado, porque al aplicarse la cotización de cargo del empleador -importante destacar eso, que es una cotización de cargo del empleador para todos los trabajadores-, el Estado también es empleador de sus propios funcionarios, y al mismo tiempo, cuando el resto de los empleadores paga esa cotización adicional disminuye la base del impuesto a la renta de primera categoría, los impuestos que pagan las empresas, entonces todo eso es también un costo fiscal, todo eso suma más de 3 mil millones de dólares anuales, más o menos un 1,2% del producto. Aparte de eso, en el área de la salud queremos movilizar recursos para reducir de manera estructural y persistente las listas de espera en los hospitales. También queremos mejorar la calidad de la atención primaria de salud. Junto con eso, hay propuestas en materia de protección social, de cuidado, de universalización de la sala cuna, y de seguridad ciudadana que forman parte de la agenda que planteó el Presidente en la cuenta del 1º de junio.
Uno de los ejes del pacto fiscal es reducir la informalidad. Ñuble es la región con más empleo informal del país, y donde la tasa de desempleo femenino también es la más alta. ¿Qué medidas destacaría para lograr ese objetivo?
– Hay que decir que muchas veces, el empleo femenino tiene una mayor proporción de ocupaciones informales también. Y eso es importante, porque hay muchos derechos laborales de las mujeres que si no hay un contrato de por medio, no se van a respetar. Ahora, lo que se busca con el pacto fiscal en materia de formalidad es tener un conjunto de medidas que, por un lado, sancionen, regulen o limiten la informalidad, y por otro lado, otro conjunto de medidas que incentiven la formalización, porque aquí no se trata solo de castigar a los informales, sino que se trata de ofrecer un camino de formalización que les permita, también a las personas que están en una actividad informal mejorar sus condiciones de vida a futuro. Entonces, hay 17 iniciativas propuestas en esto, más o menos mitad y mitad. En el caso de las sanciones ligadas a la actividad informal está, por ejemplo, que las personas cuando hay una importación masiva del exterior, por ejemplo, alguien que trae un contenedor lleno de mercadería, tenga que hacer iniciación de actividades para poder realizar esa importación. Hoy día se puede importar como persona natural un contenedor lleno, y después distribuir esa mercadería al comercio ambulante sin que se pueda seguir esa cadena. Por otro lado, del lado de los estímulos a la formalización se plantea lo que se llama ‘monotributo’, que es que con un pago mensual, el microempresario pueda cumplir con todas sus obligaciones tributarias, con un pago mensual fijo en pesos, todas sus obligaciones tributarias, más la cotización previsional de él o ella como afiliado al sistema de pensiones. Y eso no va a requerir contabilidad, no va a requerir ningún esfuerzo que vaya más allá de lo que las personas pueden hacer.
-¿De qué manera también se incentiva la inversión?
-Bueno, están propuestos incentivos a la inversión a través del mismo sistema tributario, por ejemplo, a través de la depreciación semi instantánea de bienes de capital. Para que lo entienda la gente, la depreciación, cuando uno compra, cuando una empresa invierte en un bien de capital, eso tiene una depreciación que se va aplicando todos los años, que es como el desgaste por así decirlo. La desvalorización de ese bien de capital, que normalmente se va haciendo de a poco, se puede hacer en 10, 15, 20 años. La depreciación semi-instantánea significa que la mitad se deprecia de inmediato y la otra mitad se hace a través de un mecanismo acelerado. Entonces, en el fondo se carga a los costos de la empresa esa inversión, y al cargarse los costos de la empresa, se reduce el pago de impuestos. También está planteado un fondo de créditos tributarios para inversiones que tienen un efecto multiplicador, por ejemplo, inversiones que crean mucho empleo o inversiones que ayudan a reducir emisiones, inversiones verdes, por así decirlo. Se les va a poder asignar créditos tributarios que la empresa va a poder ir aplicando a su futuro pago de impuestos. Y algo que es muy importante, la ‘tramitología’, que para realizar inversiones se requiere una serie de autorizaciones de organismos públicos. Eso ha ido creciendo mucho a lo largo de los años. Hoy día ocurre que una inversión grande puede pasarse cinco, seis, siete, diez años obteniendo permisos antes de poder materializarse. Eso lo que queremos es racionalizarlo, particularmente en las áreas donde más tiempo toman estos trámites, por ejemplo, en las evaluaciones de impacto ambiental, en las concesiones marítimas, y en los casos en los cuales hay hallazgos arqueológicos que detienen una inversión y donde tiene que entrar el Consejo de Monumentos Nacionales. Ahora, esto no va en detrimento de la protección que hay respecto del medio ambiente, del patrimonio arqueológico, etc. No cambia esos objetivos de política pública, y nos parece que el proteger el medio ambiente, el proteger el borde costero o el patrimonio arqueológico no tiene por qué implicar que una inversión esté 10 años esperando para poder materializarse. Podemos hacerlo bastante mejor que eso. Y para eso es importante que esas facultades estén donde corresponden, haya límites de tiempo para poder cumplir esos plazos, se simplifiquen los procedimientos, se pueden hacer cosas en paralelo en lugar de hacerlas de manera secuencial, y todo eso nos va a permitir no solamente acelerar las inversiones, sino que reducir su costo, porque hoy día esperar años para poder invertir significa también incurrir en un costo por parte de las empresas.
– ¿Se le aumentarán los impuestos a la clase media?
– Quiero ser bien taxativo, porque se ha dicho que ésta sería una reforma tributaria que perjudicaría a la clase media, a las pymes o a las personas que vienen de un sueldo. Quiero ser bien taxativo. Lo que se propone en materia tributaria, parte del compromiso de, primero, que no va a perjudicar a las pymes, sino que al contrario, las va a beneficiar. Va a incluir un sistema tributario que va a ser menos gravoso para las micro, pequeñas y medianas empresas. Segundo, en el caso de la clase media, no solo no la va a perjudicar, sino que le va a agregar algunos beneficios. Por ejemplo, poder reducir del pago de la base para el pago de impuestos, los gastos en arriendo o los gastos en cuidados. Y tercero, para las personas que viven de un sueldo, tampoco los va a afectar, porque cualquier modificación en el impuesto global complementario, o sea, sobre los ingresos de las personas, va a partir de ingresos de los cuatro millones mensuales para arriba. Y eso más o menos corresponde al 5% más rico de la población. Así que ni profesionales o personas que viven de un sueldo, ni clase media, ni pymes, no solamente no se les va a perjudicar, sino que más bien van a tener beneficios.
