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Municipales y regionales a la vuelta de la esquina: los nombres que comienzan a asomar

Mauricio Ulloa

Entremedio del debate sobre seguridad ciudadana, pensiones, reactivación económica y nuevo proceso Constituyente; los partidos políticos ya están sumando un nuevo frente en sus respectivas internas: las elecciones municipales (alcaldes y concejales) y regionales (gobernadores y consejeros regionales) de octubre de 2024.

Estando a solo tres semanas de que termine 2022, 2023 ya se considera un año de definiciones. Es por ello que alcaldes(as) y gobernadores(as) que aspiran ir a la reelección están intensificando -y variando- sus agendas; y quienes pretenden competirles están efectuando el correspondiente lobby al interior de sus sectores, para ser ungidos(as) como candidatos(as).

El primer punto que hay que tener en cuenta para los comicios de 2024 es que no serán iguales a los anteriores.

Primero, porque debido a la pandemia cada mandato tuvo menos tiempo para demostrar sus logros y trabajo, por lo tanto, quienes no lograron encantar a sus electores tienen menos posibilidades y tiempo para hacerlo, y en ese sentido, ya comienzan con una barrera.

Segundo, el escenario político es diferente. Ya no existen dos grandes conglomerados, ni coaliciones que uno pueda identificar claramente. Es un panorama sumamente extraño y desconocido, en lo político, para quienes tienen experiencia en campañas electorales, pues perfectamente en las elecciones de gobernador(a) regional podríamos encontrarnos en primera vuelta con múltiples candidaturas del Partido Republicano, de Chile Vamos, del Frente Amplio, de Socialismo Democrático, la DC, independientes y de movimientos ciudadanos. Lo más seguro es que sea un escenario disperso, al que se suman nuevas fuerzas emergentes, como Amarillos y Demócratas.

Otra diferencia marcada respecto de procesos anteriores, es que ya no existen grandes caudillos entre los parlamentarios. Antes era común ver a los candidatos(as) sacarse la foto de campaña de rigor junto a Felipe Harboe, Víctor Pérez o Jorge Sabag, tendencia que va en retirada.

La clave para salir victoriosos en estas elecciones locales será saber conformar alianzas, porque de lo contrario, decenas de candidatos(as) se disputarán a los mismos electores, que en el caso de Ñuble, no son tantos.

Gobernador(a) regional: la madre de todas las batallas

Sin duda, la madre de todas la batallas en 2024 en la Región de Ñuble será la elección de gobernador(a) regional.

Hay que recordar que en las pasadas elecciones de 2021, el socialista Óscar Crisóstomo salió electo con la ayuda del centro político, que le brindó un número importante de votos y trabajó bastante en su campaña. En ese sentido, la crisis que vive la DC, que tiene el mayor número de concejales y una parte importante de alcaldes en la región, influirá en los respaldos que sus representantes entreguen en los próximos comicios.

Teniendo en cuenta que Ñuble no es una región de izquierda, sino más bien de centro, la carrera por la gobernación podría ponerse interesante si es que desde este centro emerge un competidor a Crisóstomo, como podría ser el exdiputado, Jorge Sabag, quien ya ha estado conversando con algunos alcaldes y concejales de la región, y está analizando el territorio.

Si bien Sabag aún milita en la DC, en las próximas semanas o meses podría cambiar su domicilio político y volverse independiente, lo que lo acercaría a sectores de Chile Vamos a la hora de buscar respaldos políticos.

En la derecha, en tanto, el Partido Republicano ya explicitó que le gustaría llevar al exintendente, Martín Arrau, como candidato. El exconvencional podría concitar, incluso, apoyo entre un sector de la militancia de la UDI, y como fue delegado por Piñera para instalar la burocracia de la Región de Ñuble, aún mantiene ciertos respaldos en algunas reparticiones del Gobierno Regional.

RN y la UDI, en tanto, también querrán levantar una candidatura propia.

De esta forma, el escenario para el gobernador Crisóstomo es claro: debe reencantar a aquellos militantes de la exconcertación que se han ido desmarcando, sobre todo, de la DC; y fortalecer sus relaciones con el Frente Amplio y Apruebo Dignidad.

Sin embargo, por ser una elección que cuenta con una segunda vuelta en caso que ninguno de los candidatos (as) alcance el 50% + 1 de los votos; el Frente Amplio, coalición que actualmente gobierna, podría querer “foguear” a alguno(a) de los suyos(as).

En ese sentido, el nombre del actual delegado Presidencial Regional, Gabriel Pradenas, podría ser la opción del conglomerado, teniendo en cuenta que el próximo año el gobierno se comprometió a enviar el proyecto para eliminar el cargo de delegado Presidencial Regional.

También podrían volver a competir otros nombres, como Ignacio Marín y Julio Becerra. El primero, ex Revolución Democrática, quien obtuvo un 13,7% de los votos, hoy es independiente, pero forma parte del gobierno; y el segundo, compitió en 2020 al alero del Partido Ecologista Verde, alcanzando un 11% de los sufragios.

Otra alternativa que podría erigirse es la de organizaciones ciudadanas, como la Asamblea Popular Constituyente de Ñuble, la cual tiene entre sus nombres al exconvencional César Uribe, quien como independiente, obtuvo más de 16 mil votos en el distrito 19, equivalentes al 10,2% de los sufragios.

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