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Los factores tras la alta mortalidad por accidentes cerebrovasculares en Ñuble

El 29 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la Prevención del Accidente Cerebrovascular (ACV), fecha que busca crear conciencia sobre la gravedad de esta patología que no discrimina género, edad o condición social. Es una de las principales causas de muerte en Chile, con una incidencia anual de casi 40 mil casos al año.

Un ACV es una emergencia médica, que ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre hacia el cerebro, o cuando existe un sangrado dentro del cerebro. Existen dos tipos de ACV: el Ataque Cerebrovascular isquémico, el más frecuente, que se produce por un bloqueo del flujo normal de sangre hacia el cerebro; y el Ataque Cerebrovascular hemorrágico que es menos frecuente, pero más letal, y se produce cuando se rompe un vaso sanguíneo en el cerebro, originando un derrame.

Muchas de las personas que sobreviven a este evento quedan con algún tipo de discapacidad permanente, es por ello la importancia de recibir atención médica los primeros minutos para aumentar las posibilidades quedar sin secuelas ni daños permanentes.

La directora del Servicio de Salud Ñuble, Elizabeth Abarca Triviño, destacó que la red asistencial está capacitada para atender a pacientes que presenten esta patología.

“El ACV es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Por ello, es que a través de los equipos de salud recalcamos que nuestra Red Asistencial se encuentra preparada para reaccionar ante las urgencias por la llegada de usuarios y usuarias con esta patología. Sabemos que los minutos son claves para salvar una vida, por lo que, con nuestros establecimientos, en un trabajo mancomunado realizado en red, se hace posible entregar una atención oportuna. Por esta razón, es esencial que la comunidad sea responsable con el cuidado de su salud, relevando la importancia de mantener los controles de salud al día, especialmente de quienes están diagnosticados con enfermedades crónicas”, expresó.

Hasta septiembre de este año, un total de 901 personas han sufrido un ataque cerebral y se estima que el 2023 podría cerrar con una cifra superior al año pasado cuando se registraron 1.141 casos en la región.

“Es importante destacar que las estadísticas registradas en el sistema público de salud, a través de las Garantías Explícitas en Salud, hacen referencia a los ACV por causa isquémica, los que representan el 80% del total de los eventos ocurridos. En base a ello, respecto de la incidencia, a septiembre de 2023, se ha registrado un total de 901 pacientes que han sufrido un ACV isquémico. Si lo comparamos con el 2022, el total anual fue de 1.141, por lo que se proyecta que este año superaremos esa cifra”, resaltó Andrea Hernández Sánchez, jefa de la Sección de Procesos y Gestión de Garantías Explícitas en Salud (GES).

El ataque cerebrovascular tiene una alta letalidad e incidencia en Ñuble, sin embargo, es complejo cuantificar la tasa de incidencia. “Si hacemos el alcance de lo que incluye el GES, estaríamos solamente hablando de incidencia en el sistema público de salud, pues la prevalencia para una patología aguda como esta es difícil de cuantificar”, advirtió.

Entre los factores de riesgo de los ataques cerebrovasculares están la presencia de hipertensión arterial crónica, diabetes mellitus, dislipidemia o el aumento del colesterol, el hábito tabáquico y consumo de excesivo de alcohol. “Asimismo, una dieta inflamatoria, que abusa del aceite en frituras, comidas alejadas de las verduras y legumbres, con mucha presencia de alimentos procesados, también se consideran como antecedentes nocivos. Hay factores que no son modificables como la edad, es decir, a mayor edad también aumenta el riesgo de ataques cerebrovasculares”, indicó el neurólogo Alexis Rojo Araya, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Herminda Martín de Chillán.

Añadió que síntomas como la caída de la comisura bucal, hablar enredado, decir palabras incoherentes o perder la fuerza de alguna extremidad como el brazo o la pierna, son signos de que puede estar cursando un ataque cerebro vascular y debe consultar lo antes posible. “En Ñuble, solamente el Hospital Clínico Herminda Martín y el Hospital de San Carlos, son los centros habilitados para el diagnóstico y tratamiento oportuno de urgencia de esta patología, que involucra neuroimagen, la evaluación expedita por neurólogo y tratamiento avanzado”, dijo.

“Afortunadamente durante la última década hemos podido constatar que las personas están consultando cada vez de manera más frecuente, lo que permite brindar tratamientos más oportunos, pues no olvidemos que esta es una enfermedad tiempo-dependiente, por eso mientras antes consulten mejor”, agregó el neurológo.

Factores no modificables

Ñuble es una de las regiones que registra más muertes por accidentes cerebrovasculares en el país. Para la neuróloga de la Clínica Universidad de los Andes, Ximena Pizarro, esto puede ser por algo multifactorial, que incluye la falta de educación de la enfermedad y el acceso a la salud.

“Habría que ver varias cosas. Uno, si tienen más pacientes con accidente cerebrovascular o no. O, si es la misma cantidad de pacientes con accidente cerebrovascular son los que se mueren más. Si tienen mayores factores de riesgos asociados, por ejemplo, mayor sedentarismo, mayor obesidad si o si van a tener mayor riesgo de accidentes cardiovasculares y de muerte por estos. Pero también pueden afectar muchas otras cosas, por ejemplo, falta de educación, sobre todo falta de educación de la enfermedad, porque si el paciente no sabe reconocer qué es un accidente cerebrovascular o que está con síntomas, va a llegar súper tardío o no va a consultar por eso y eso aumenta los índices de mortalidad”, explicó

“También si el acceso a la salud es difícil afectan dos áreas, uno por la prevención del accidente cerebrovascular, o sea si tiene hipertensión, diabetes, todo mal controlado porque no puede ir a esos controles médicos va afectar y también si es que es muy difícil llegar a la urgencia por ejemplo y uno llega de forma tardía con un accidente cerebrovascular también va a afectar”, añadió Pizarro.

Existen factores de riesgo de un ACV no modificables como la edad, el sexo, antecedentes familiares y ataques cerebrales previos. “Los hombres tienen mayor riesgo de accidente cerebrovascular, a mayor edad, sobre todo mayor de 65, hay mayor riesgo, pacientes con enfermedades cardíacas, por ejemplo, que tengan una arritmia cardíaca, también tienen mayor riesgo y si tienen antecedentes familiares”, dijo.

También hay factores de riesgo modificables que predisponen la patología como factores socioeconómicos: el ACV es más común entre las personas con ingresos bajos. Esto se debe a la mayor prevalencia de obesidad, tabaquismo y al acceso limitado a una atención médica de calidad. El abuso de alcohol y drogas, así como el hábito de sueño son factores de riesgo.

“Otros factores de riesgo son los más modificables que son importantes que el paciente lo sepa para tratar de evitar tener un infarto cerebral. Son cosas como el alcoholismo, el cigarro, tener sobrepeso, obesidad, estar sedentario, tener hipertensión arterial mal controlada, tener colesterol alto por ejemplo, diría que son los principales factores de riesgo” añadió la neuróloga de la Clínica Universidad de los Andes.

Jóvenes más preocupados

La Sociedad Chilena de Cardiología (Sochicar) sostuvo que los factores de riesgo de los ataques cerebrovasculares están muy asociados con la edad, pero también, por ejemplo, una hipertensión que no esté bien controlada también podría desencadenar un ACV

“Siempre les decimos a los pacientes que nosotros lo que tratamos es la prevención de los eventos producidos por la hipertensión y uno de los más importante es el ACV. También son los infartos al miocardio, el daño renal, la falla cardíaca, pero de lo más importantes y donde un tratamiento bien llevado más impacto tiene es en los ACV”, señaló el Dr Jorge Jalil, vicepresidente de la Sochicar y profesor de la Universidad Católica de Chile.

Considera que se requieren más políticas públicas que promuevan información sobre cómo reconocer un ataque cerebral y cómo prevenirlo.

“Siempre hace falta más educación en prevención, manifestándose como campaña o como acciones específicas. Es muy importante que la gente entienda qué significa la prevención y para qué es lo que es porque en general, una de las cosas que pasa es que cuando la gente no siente un dolor o algo que moleste, no le da importancia. El tratamiento de la diabetes, la hipertensión, el colesterol elevado, el tabaquismo, no van a tratar molestias de este momento, dolores, decaimientos, etcétera. Están previniendo cosas muy importantes como las que van a suceder varios años después, si es que esto no se trata. Así que la labor tanto a nivel público como de los medios y nosotros de la sociedad científica es educar con campañas, con redes sociales, con los distintos medios y también con acciones de prevención”, recalcó.

El académico resaltó que, en comparación a los últimos 10 años, hoy existe mayor preocupación e interés en las personas, especialmente los jóvenes, por la prevención de los ataques cerebrales, pero a su vez advirtió que el consumo de drogas también está siendo uno de los factores para la ocurrencia de los ACV.

“Yo creo que la gente más joven está siendo más preocupada con la prevención, en la gente joven y con más educación ahí veo más conocimiento. También los medios han hecho un esfuerzo por difundir esto a través de la televisión, redes sociales, periódicos. De manera que yo creo que hay más conciencia y si miramos comparamos ahora con 10 años atrás, hay más conciencia sobre la prevención, pero también hay agentes, como las drogas, por ejemplo, que también tienen un rol en esto. Muchos de los accidentes cerebrovascular en los rock stars han tenido que ver con sobredosis y eso también hay que tomarlo en cuenta”, aseveró el vicepresidente de la Sochicar.

Por otra parte, destacó que la pandemia afectó la atención de pacientes con enfermedades cardiovasculares, por lo que es de suma urgencia retomar dichos controles.

“Hace pocos días la Sociedad de Cardiología hizo un operativo a nivel nacional, para un poco apurar las listas de espera de atención de pacientes con patología cardiovascular. La pandemia dejó una resaca importante al respecto y eso se ha visto no solamente en Chile, sino que en todos los países del mundo. Muchos enfermos que no se controlaron durante la pandemia, muchos factores de riesgo cardiovascular que aumentaron durante la pandemia, específicamente la obesidad, el mal control de la hipertensión arterial y eso hay que retomarlo ya rápidamente”, subrayó.

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