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La región presenta una serie de especies que están en riesgo de extinción y vulnerables, tanto en la zona cordillerana y precordillerana como en la zona costera

De acuerdo a cifras de Conaf en 2017, los bosques chilenos cubren una superficie de 17,66 millones de hectáreas, correspondiente al 23,3% de la superficie del territorio nacional. De eso, aproximadamente 14,41 millones de hectáreas, (19.04% del territorio nacional) son bosques nativos y 3,08 millones de hectáreas, corresponden a plantaciones forestales.

Mientras que, en Ñuble el bosque nativo alcanza las 247.979 hectáreas, donde la especie con mayor presencia corresponde al Roble, Raulí y Coihue. Lamentablemente, durante 2013 y 2019, se registró que la tala ilegal superó las diez mil hectáreas.

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En este sentido, Cristian Echeverría Leal, académico de la Universidad de Concepción, ingeniero Forestal, Magíster en Ciencias Mención Silvicultura de la Universidad Austral de Chile y Ph.D., Department of Plant Sciences, University of Cambridge, Reino Unido, respondió y explicó la situación de las especies de bosque nativo de Ñuble y que, además, es endémico.

– ¿Cuánta es la disminución del bosque nativo en la región de Ñuble?

– Específicamente, alrededor de un 40 % han disminuido los bosques nativos en la Región del Ñuble, en las últimas cuatro décadas. Ñuble ha sido la región que más ha experimentado, por lo que hemos estudiado, una deforestación muy grande de bosques nativos y un aumento muy alto de cultivos de origen antrópico, como los cultivos forestales. Por lo que es importante que los instrumentos de protección territorial consideren estas transformaciones y definan objetivos que satisfagan la necesidad de las personas y también permitan la mitigación de los efectos del cambio climático.

– ¿Cuál es la razón de su disminución ?

– Principalmente, es la pérdida de su hábitat por cambio de uso del suelo, cuando realizan deforestación, primero fue para habilitación agrícola, después para expansión forestal, en algunas áreas también ha sido por proyectos industriales y también para urbanización, ese es el orden de las principales causas que han explicado su disminución. En otros casos, algunas especies se han explotado para otros usos, como cercado, postes, que es el caso del Ciprés de la cordillera.

– ¿Cuáles son las especies más amenazadas en Ñuble?

– En especies arbóreas amenazadas en el sector andino está el Lleuque, Guindo Santo, Ciprés de la cordillera. En la parte costera, Pitao, Queule, Naranjillo, Belloto del sur, son las especies más conocidas en la región que, además, son endémicas de Chile. Cuando se habla de especie amenazada son tres categorías: vulnerables, en peligro y en peligro crítico. Algunas especies vulnerables son el Guindo Santo y el Naranjillo. En el caso del Pitao y el Queule son especies en peligro. Estas se categorizan según su riesgo de extinción.

– ¿Cómo es posible quitar la categoría de amenazada de alguna especie?

– Hay que atender las causas que explican el riesgo de extinción, son varios criterios que definen esta categoría. En el caso, por ejemplo, del Naranjillo lo que explica su estado de conservación o riesgo de extinción es el número de individuos adultos maduros, son muy pocos en Chile; entonces, una forma de evitar que su grado de amenaza siga avanzando es que haya más individuos maduros. Y en el caso del Guindo Santo, que se pueden encontrar en zona preandina de Ñuble, que su distribución en Chile no disminuya, si se achica se categoriza como especie amenazada, por lo que no tiene que disminuir su distribución geográfica, que los individuos maduros no desaparezcan y también que la población completa no disminuya.

– ¿Estas especies logran adaptarse al cambio climático?

– No hemos estudiado individualmente, esto se puede verificar a través de estudios de varios años en cada especie para ver cómo reacciona ante el cambio climático, por lo que no hay certeza. Pero lo que se puede decir es que hay especies más sensibles que otras, por ejemplo, el Guindo Santo crece a la orilla de los esteros entonces si se secan por las bajas precipitaciones, va a afectar la población de esta especie.

-¿Qué se puede hacer para proteger a estas especies y evitar que otras entren en la categoría en peligro de extinción?

– Algo muy importante, primero es la educación ambiental en los colegios, la enseñanza media y las siguientes procesiones. Lo otro es fortalecer la legislación, muchas de estas especies están protegidas por ley, pero los procesos multatorios son muy bajos, no se fiscaliza lo suficiente, entonces mucha gente los corta y terminan por desaparecer.

– ¿Cómo aporta el Laboratorio de Ecología de Paisaje (LEP)?

– El objetivo del laboratorio es estudiar los paisajes con el fin de promover la sustentabilidad de ellos, eso se hace mediante la aplicación de varias disciplinas, tanto la misma ecología como estudios de modelamiento espacial, evaluación del estado de conservación, evaluación de los servicios ecosistémicos, todo esto se estudia para promover la investigación y la formación de jóvenes en el área de la sustentabilidad de los paisajes.

– ¿Cuál es el siguiente paso en la protección de estas especies?

– Es importante avanzar en la protección de ecosistemas que son frágiles e importantes, tanto porque conservan biodiversidad como también proveen múltiples servicios ecosistémicos para las personas en la región de Ñuble. Es importante protegerlos de manera formal, mediante áreas protegidas, privadas o del estado. Y avanzar en que la naturaleza contribuye de manera sustancial a satisfacer necesidades humanas, como el agua, el aire, el viento, el control de la erosión.

Texto: Antonieta Henríquez

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