¿Le ha pasado encontrarse con un letrero extraño en la vía pública durante este último tiempo? Si su respuesta es positiva, le contamos que se trata de un proyecto del artista y arquitecto chillanejo José Luis Gacitúa, quien durante los últimos meses se ha dedicado a realizar instalaciones urbanas en las calles de la ciudad con varios fines.
“Durante el último tiempo, he estado realizando estas acciones. Hago obras de arte en los espacios públicos, porque es un tema que me inquieta tanto que estoy realizando algunas investigaciones que tienen que ver con nuestra sociedad y el espacio público. Este es uno de los objetivos de hacer estas intervenciones a través del arte. Vengo hace tiempo haciendo esto, pero podría decir que es durante este último año, en que he estado más estable en Chillán, en donde he podido realizar varias de ellas”, comenta a La Discusión.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Para José Luis, estas intervenciones son arte público, sin más apellidos o caracterizaciones. “Se trata de obras que están pensadas en provocar un diálogo con el entorno urbano en donde la ciudadanía es parte determinante en esta experiencia artística, espacial y sociocultural. Cuando realizo esta acción, es un desafío porque implica tener en cuenta la opinión de la gente que participa como espectador. Entiendo que el espacio público es un espacio político también porque es ahí donde se producen intercambios importantes. Cualquier intervención es forzosamente una acción política desde su visión más amplia. El objetivo entonces es generar un tipo de arte que escapa a mi ego de artista, porque pongo temas para la reflexión de las personas en un espacio público de un determinado lugar, siempre considerando el contexto histórico, social y espacial de cada lugar”, indica mostrando las fotografías de las últimas instalaciones urbanas que ha realizado y que se pueden encontrar en su cuenta de Instagram @gaci.art.
La profesión de arquitecto y su calidad de artista visual, le han entregado a José Luis las herramientas necesarias para lograr generar impacto a través de su trabajo. “Dentro de mis investigaciones he estado trabajando temas que tienen que ver con el contexto sociocultural que estamos viviendo, por lo que muchas de las intervenciones son una crítica hacia algunos temas. Cada instalación está pensada en un lugar específico, por lo que tiene algún sentido de pertenencia. Lo claro aquí es que nunca se sabe la reacción del público ni el tiempo de duración. Pero lo más interesante de este camino es que uno como artista genera una propuesta y la ciudadanía completa la obra. El objetivo es ese”, advierte.
“A mi me interesa la ciudad, descubrir la ciudad, analizarla, investigarla, las ciudades también pueden ser espacios de participación ciudadana, como ciudadanos tenemos derechos a generar cambios, a transformar. El espacio público es el corazón de las ciudades y esto también puede tener un espacio más lúdico, las ciudades deben ser pensadas para los ciudadanos, desde los ciudadanos, entender cuáles son los elementos que nos rodean, qué nos dice la ciudad, cada cultura es determinada por lo que la rodea”, sintetiza.
Instalaciones
En la cuenta de Instagram de José Luis se pueden observar varias propuestas. Una de ellas se titula “No pisar el pasto”. El artista explica que se montó en un sector eriazo del sector Schleyer. “Coloqué un pequeño pedazo verde dentro de todo el espacio muerto que encontré. Ese letrero se pone en los parques, imita a esas señaléticas que funcionan para mantener un pasto vivo. Lo que hice fue provocar y evidenciar a través de este elemento fuera de contexto la cantidad considerable de sitios vacíos y descuidados versus la falta de parques en la ciudad. También se evidencia la segregación, en donde los sectores más pudientes tengan espacios verdes de recreación, en tanto que las poblaciones de menos recursos tienen que conformarse con terrenos abandonados y basurales. Otra instalación, ‘El amor está a la vuelta de la esquina’, tiene un poco de humor negro, porque la llevamos a la ciudad de manera literal aprovechando una de las pocas esquinas rectas en la ciudad”, explicó.
“Creo que Chillán puede ser una ciudad que fomente más el arte y la creatividad. Podemos relacionar nuestra arquitectura, la identidad, con acciones de arte que generen diálogo. Esa es parte de mi búsqueda”, indicó.
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