Conscientes del patrimonio histórico que representan la iglesia y el convento ubicado en la calle Rosas, de Chillán, el Gobierno Regional de Ñuble, en conjunto con la Dirección Regional de Patrimonio, hicieron entrega de una propuesta a la orden de Los Carmelitas para recuperar el complejo religioso a través de la restauración de ambas construcciones y convertirlos en infraestructura cultural, sin desacralizar el inmueble en su totalidad. Por su parte, desde la congregación se comprometieron, en un plazo breve, a analizar la idea y entregar una respuesta que considere la figura jurídica que se emplearía.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Previo a esa reunión con la orden religiosa, el gobernador regional, Óscar Crisóstomo, junto al jefe de la División de Planificación y Desarrollo Regional, Claudio Martínez y el director regional de Patrimonio, José Pedro Urzúa, recorrieron la construcción guiados por la encargada de Patrimonio de los Padres Carmelitas, Myriam Duchens, para visualizar el estado en que se encuentran la iglesia y el convento.
Construcción patrimonial
Ésta es una de las construcciones más antiguas en pie en la región de Ñuble. Ha sido testigo de los grandes embates con los que la naturaleza ha golpeado a nuestro territorio y sigue ahí, sosteniéndose con dificultad, pero expectante de algún apoyo. Y es que la Iglesia de la Virgen del Carmen y el convento de Los Carmelitas lleva más de un siglo, desde su inauguración en 1913, en la capital regional y espera continuar exhibiendo su arquitectura neogótica durante las próximas décadas y de paso, abrir un espacio para la cultura regional.
Abierto a la comunidad
En su recorrido por la edificación, el gobernador Crisóstomo reveló que “estamos observando y conversando cómo este sector, que es parte del patrimonio, lo colocamos en valor y cómo avanzamos en un proyecto que se ha venido diseñando hace mucho tiempo, pero entendemos la necesidad de ir dando pasos más plausibles para que esto pueda concretar”.
“Estamos soñando que este debe ser un espacio abierto a la comunidad, donde servicios públicos, bibliotecas, parte del patrimonio nuestro esté en esta hermosa infraestructura que ya lleva más de 100 años instalada, que ha resistido varios terremotos, pero que sigue en pie, y tenemos que cuidarla”, proyectó el gobernador.
En ese sentido, el director regional de Patrimonio valoró que la autoridad regional esté interesada en un proyecto de estas características. “Sin duda, es la infraestructura patrimonial más importante de la región y nosotros, como Dirección de Patrimonio, hace rato estamos viendo la posibilidad de generar un proyecto a escala regional y por qué no decirlo, nacional”. Recalcó que “es uno de los pocos testigos que quedan y sobrevivientes de la historia y del paso de los terremotos y ha sido capaz de sobrevivir, por lo tanto, nosotros somos responsables de poder dar una solución definitiva que hasta ahora no se ha dado”.
Asimismo, el arquitecto y jefe de la División de Planificación del Gobierno Regional, Claudio Martínez, admitió que “no es posible que un edificio que haya soportado de tan buena manera las catástrofes de esta ciudad, se desplome por causa de la negligencia de sus ejecutivos públicos (…) y por lo tanto, esta alianza que estamos haciendo, con el Ministerio de Cultura, es muy importante para rescatar el valor de este edificio que está enraizado en la historia de la ciudad, de modo que no pasemos a la historia justamente por lo contrario, que no hagamos nosotros lo que no fue capaz de hacer la naturaleza”.
La iglesia es considerada una joya arquitectónica, fue declarada monumento histórico en 2012. Su edificación fue proyectada por el Hno. Rufo de San José y es la primera de la Orden de los Carmelitas Descalzos en Chile, convirtiéndose en un ejemplo de arquitectura neogótica en el país. En cuanto a los valores paisajísticos del inmueble, se destaca el valioso trazado y factura del jardín que acoge el claustro del Convento.
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