Tras los primero cuatro meses transcurridos desde que se puso en marcha el proyecto de televigilancia mediante drones, que incluye a tres brigadas en Ñuble, los números que la oficina de Coordinación de Seguridad Pública exhibe, hablan de un total de 745 procedimientos que han permitido la detención de 56 personas, 16 multas por tránsito; 30 infracciones sanitarias y la captura en flagrancia de un delincuente imputado por robo.
A lo anterior se suman numerosas horas de sobrevuelo en apoyo a brigadas rescatistas que participaron en la búsqueda de personas extraviadas en distintos puntos de la región.
Lo anterior hace suponer que en un futuro próximo, sean cada vez más las municipalidades e instituciones como Carabineros que comiencen a adquirir este tipo de tecnologías.
“Siempre las posibilidades están, la subsecretaría de Prevención del Delito ha apoyado la idea de que esto siga, pero antes se tienen que completar las demás regiones del país, ya que hay algunas que todavía no cuentan con este tipo de sistemas de vigilancia. Pero sin lugar a dudas que las municipalidades también pueden ir adquiriendo sus propios equipos de drones de vigilancia. Por ejemplo, la municipalidad de Coihueco contará luego con un dron de alta tecnología”, explica el coordinador regional, de Seguridad Pública, Alan Ibáñez.
Continúa diciendo que mientras la PDI ha utilizado las imágenes de los drones para sumar evidencias en sus investigaciones, Carabineros le ha dado un uso preventivo, pudiendo constatarse un menor tiempo de respuesta en los procedimientos, ante delitos que detecten las brigadas aeropoliciales, ya que cada brigada cuenta con un carabinero quien tiene contacto directo con la Central de Comunicaciones.
“Nos pasado que hemos estado en plena reunión con las juntas de vecinos, haciendo las demostraciones y en esos precisos momentos el dron detecta algún delito, entonces el carabinero que está con nosotros, de inmediato llama a la patrulla y se produce la detención. Nos ha pasado en más de una oportunidad y siempre es impactante, incluso nos pasó una vez con un funcionario de la Segpres presente y se detectó a unas personas realizando una transacción de drogas”, relata.
De acuerdo a los registros de Seguridad Pública, la mayoría de los procedimientos que se generan gracias al trabajo de los drones, están relacionados con microtráfico de drogas o incivilidades.
Más que un complemento
Hasta hace un poco más de una década, era frecuente oír de nuestras autoridades policiales que la televigilancia, más que una herramienta eficiente de prevención, era sólo “un complemento”.
Sin embargo, el coronel (r) Ricardo Asfura, supervisor de las brigadas aéreas de televigilancia, advierte que “hoy han demostrado ser más que eficientes y por lo mismo, hace poco compraron cinco drones en Santiago”.
A modo de ejemplo propone que “en los sectores de montaña es común que lleven animales a las veranadas y es típico que se denuncian robos de 50, 100 o 200 chivos. Si pasan a avisar a Carabineros y entre que ensillen los caballos y que salgan a patrullar para ver si encuentran algún rastro, los animales sencillamente se perdían. Ahora, en cambio, sacas un dron y los detectas en un par de minutos”.
En cuanto a la fiablidad de los equipos y su funcionamiento, en Seguridad Pública explican que los problemas han sido mínimos.
“Hemos tenido la fortuna de trabajar con equipos de última generación, y están dentro de los más modernos que están operando en las distintas regiones ya que partimos después de muchas otras, al final eso fue una ventaja”.
Otra de las ventajas de estos equipos es la capacidad de soportar que se les cambie la batería en caliente, sin la necesidad de encenderlo ni apagarlo, lo que no existe en los equipos que operan en otras regiones.
Además, la licitación que se hizo en Ñuble significó un costo cercano al 30% de lo que se pagó en otras regiones y ya se aseguraron los recursos para mantener el proyecto hasta el 21 de diciembre de 2022, con fondos del Consejo Regional.
Otra de las facultades de estos aparatos es que ante cualquier falla, apenas detectada se envía la señal a los operadores para que se reaccione lo antes posible, como por ejemplo, demasiado viento, sectores con mucho magnetismo u otras desventajas.
“Como decía, en Santiago ya hay unidades que están operando con drones y en un futuro no muy lejano creo que las comisarías de Carabineros de Ñuble, también tendrán que incorporar este tipo de tecnología, lo que les permitirá reaccionar de mejor manera ante incendios forestales, la quema de pastizales, o los problemas causados por el flujo vehicular”, advirtió Asfura.
Ante la llegada de turistas
El extravío de una gran cantidad de excursionistas en las zonas cordilleranas este año, y la desaparición de tres turistas quienes fueron arrastrados por una marejada en el sector de Iglesia de Piedra, en Cobquecura, también ha significado la participación de los drones, lo que refuerza la necesidad de contar con estas tecnologías ante la posible “avalancha” de turistas que se avizora para la zona este verano.
“Fueron más de 230 horas las que se trabajaron, con una planimetría actualizada de todo el borde costero, desde Iglesia de Piedra hasta Curanipe, en apoyo a la búsqueda de los turistas de Cobquecura. A menos de un mes de haber iniciado el programa de televigilancia en la región, fueron ocho personas rescatadas en la zona cordillerana de Las Trancas, quienes se habían extraviado y encontradas a través del sistema infrarrojo del dron. Esto, porque la disposición de trabajar con los municipios en todo este tipo de rescates siempre va a estar vigente”, aseguró Alan Ibáñez.
