Señor Director:
Hace algunos días se dio a conocer la variación del PIB que disminuyó en un 1,1%, lo cual significa que ya estamos en un periodo de contracción económica.
Este resultado se explica por un descenso en el consumo interno, disminución de las exportaciones y baja en las inversiones productivas, todo lo cual se refleja en un aumento soslayado del desempleo y la evidente contracción del comercio. El impacto más notorio se da en la generación de puestos de trabajo y, por ende, en la generación de ingresos por parte de la población.
Lamentablemente, estos efectos se verán agravados en las próximas semanas por el aumento en los precios de algunos bienes de consumo clave para la sociedad como el combustible y los alimentos.
Entonces, ¿qué hacer frente a estos inevitables escenarios? Los ciudadanos poco podemos hacer, salvo cuidar nuestros recursos, aunque sean escasos. En cambio, las autoridades deben generar políticas de alto impacto, efectivas y a corto plazo, ya que las proyecciones no son las más favorables. Además, debemos considerar los negativos efectos económicos que dejarán los últimos eventos climáticos registrados en el centro y sur de nuestro país, los cuales afectarán a toda la población, directa o indirectamente.
Es ahora más que nunca que se debe evidenciar la verdadera vocación de servicio de nuestras autoridades que deben velar sobre todo, por aquellos que tienen menos herramientas para enfrentar los vaivenes de la economía.
Marcelo Gutiérrez Delgado
Académico Advance USS
