Corfo aprobó dos programas tecnológicos para impulsar la transformación productiva ante la crisis climática en el sector agrícola. Con un presupuesto de más de $7.000 millones y una ejecución de cinco años en diversas regiones del país, ambas iniciativas responden a la necesidad de integrar prácticas de economía circular y eficiencia en el uso de los recursos.
Una de ellas se denomina “Transformación termoquímica de residuos agropecuarios en materiales y energía: Modelo de economía circular para la sustentabilidad del sector agrícola”, en la que participan la Universidad de Concepción en coejecución con Empresa de Servicios Tecnológicos Ltda., Química Hewstone, en asociación con Agrícola Pacífico S.A., Sherpas Group y Ecomaule SpA.
“Este programa, que tendrá impacto directamente en las regiones de Ñuble y Biobío, marca un significativo avance en la concepción de la actividad agropecuaria en este territorio, ya que propone un modelo de desarrollo productivo basado en la reconversión de desechos a productos de valor. Esto no solo tiene un impacto en términos de rentabilidad, sino que además reduce la contaminación y genera nuevas oportunidades en eficiencia energética”, expresó Macarena Dávila, directora de Corfo Ñuble.
Según Cristina Segura, ingeniera de proyectos de la Unidad de Desarrollo Tecnológico de la UdeC, y directora del programa, la meta es valorizar los residuos de biomasa y plástico que derivan de la actividad agropecuaria y transformarlos en biochar, un material carbonoso, versátil y altamente beneficioso. “El biochar se utiliza para desarrollar fertilizantes y enmendadores de suelo, que son ricos en carbono y tienen una excelente capacidad de retención de agua. Estos productos no sólo mejoran la nutrición del suelo, sino que también actúan como mecanismo de captura y almacenamiento de carbono. Nuestro enfoque no sólo beneficia a la agricultura al mejorar la calidad de los suelos y su productividad, sino que también contribuye a la reducción de los gases de efecto invernadero al secuestrar carbono”, explicó.
Adicionalmente, a través de tecnologías de conversión termoquímica de plásticos y biomasa, generados por la actividad agrícola, la iniciativa busca obtener nuevos productos para el desarrollo de aditivos protectores para elaboración de pinturas, que las hacen más resistentes, y otros materiales que podrán ser reutilizados en la agricultura.
La segunda iniciativa denominada “Simbiosis Agroindustrial para una producción sostenible: Mayor Producción con Menor Emisión”, es liderada por la Universidad Nacional Andrés Bello (UNAB) en conjunto con Eurecat Latam, Univiveros, Adama Chile S.A. en colaboración con la Sociedad Comercial Nueces del Choapa, Afipa A.G., Agrosuccess, Syngenta y Biofeed.
Su público objetivo son empresas que buscan acceder a la validación, aceleración y transferencia de tecnologías, adaptándose a desafíos del cambio climático y manteniendo competitividad en el sector agroindustrial.
“Este proyecto busca aportar a una transformación productiva de empresas de la agroindustria nacional a través de prácticas de economía circular, el desarrollo de productos nuevos y mejorados que aumenten su rentabilidad con sostenibilidad y la reducción de externalidades ambientales y sociales”, sostuvo la Dra. Pilar Parada, directora del Centro de Biotecnología de Sistemas de la UNAB.