A fines del pasado mes de mayo, el Tribunal Oral de lo Penal de Chillán condenó a una pena de 541 días a Sandra Angélica Landeros Parra, de 43 años, parvularia de la Escuela Grumete Cortéz, en la comuna de Quirihue, por el delito de lesiones menos graves contra un alumno de 6 años.
Los hechos se remontan al 2 de agosto de 2017, en las instalaciones del establecimiento cuando “una niña de nombre Javiera comenzó a llorar. La parvularia pensó que el menor de nombre Ángel la había golpeado, y ella lo castigó dándole una bofetada en la mejilla derecha”, explicó el fiscal de Quirihue, Rodrigo Villarroel.
La sentencia fue dictaminada tras finalizar un segundo juicio oral, pues la docente había sido condenada el 11 de febrero de 2019 en un primer proceso judicial, el cual fue anulado.
“En el primer juicio, ella solicitó un recurso de nulidad, el cual fue accedido y ordenaron un juicio nuevo. pues un profesor testigo argumentó que ese día le había visto el rostro al niño y no le había visto”, explicó la madre del menor agredido.
Por el caso, el tribunal también inhabilitó por un periodo de tres años y un día para ejercer cargos relacionados con la educación o que la involucren con menores de 18 años, no podrá ejercer cargos públicos. Dictaron una prohibición de acercarse a la víctima mientras dure la condena.
La parvularia deberá cumplir con la sentencia bajo remisión condicional, es decir se sustituye la privativa de libertad dejándola al control administrativo de la asistencia del Centro de Reinserción Social de Gendarmería de Chile..
