Es uno de los grandes edificios representativos de la arquitectura moderna. Fue encargado por iniciativa de los empresarios españoles Abásolo y Vallejo.
Ubicado casi en la esquina de Constitución con 5 de Abril, en pleno centro de Chillán, el ex Cine Central es un edificio de hormigón armado en tres niveles, construido para diversas funciones, siendo la principal en su origen la de teatro y cine. A contar de los años 80 entra en desuso el cine, provocando la instalación de nuevos locales en el recinto.
Fue diseñado por Germán Rodríguez Arias y su construcción se realizó el año 1945. Está instalado en un terreno de 1.789,8 metros cuadrados, y en los tres pisos del inmueble hay edificados 2.907,63 metros cuadrados.
El edificio Cine Central esta situado en pleno centro de la ciudad, a una cuadra de la Plaza de Armas, generando una fachada continua que se prolonga mediante una marquesina continua que recorre todo el edificio. De esta manera el inmueble consolida la imagen de manzana monolítica que se configura en trazado urbano y que caracteriza la ciudad de Chillán.
De acuerdo al Plan Regulador de Chillán, su valor arquitectónico radica en que el ex Cine Central “es uno de los grandes edificios representativos de la arquitectura moderna construido por privados, en este caso una iniciativa de los empresarios españoles Abásolo y Vallejo, quienes encargan el proyecto al reconocido arquitecto español Germán Rodríguez Arias. El edificio tiene la particularidad de proponer en un mismo proyecto distintos usos: cine, vivienda, locales comerciales, son algunos de las funciones propuestas en el diseño original. En su composición volumétrica se incorporan grandes ventanas horizontales, balcones, marquesinas y techos planos característicos de la arquitectura desarrollada en la ciudad”.
El valor histórico del Cine Central se explica en que es el proyecto de mayor envergadura y el único desarrollado fuera de Santiago del arquitecto catalán Germán Rodríguez A., quien llega a Chile como consecuencia de la guerra civil española. Durante su estadía trabajó en el diseño de las casas de Pablo Neruda en Santiago e Isla Negra, siendo el edificio en Chillán hasta hace poco una incógnita su autoría, ya que como arquitecto español no pudo validar su titulo en el país, lo que condicionó a que firmara Ester Duran y Luis Harding, este último a cargo de la etapa constructiva. En España su trabajo es ampliamente reconocido, y ha sido motivo de exposiciones y publicaciones de su obra.