Señor Director;
Muchas han sido las cartas que este diario ha publicado con motivo de la conmemoración de los 50 años del golpe militar,
unas cuantas con verdades, otras tantas con información no fidedigna. Las opiniones son variadas. Lo que más me impresiona es el juicio que algunos congresistas hacen del presidente Salvador Allende, a pesar de toda la información puesta sobre la mesa con la publicación de los archivos secretos, hoy conocidos por el mundo entero que relatan el complot urdido y reconocido por EE.UU. para derrocar al presidente democráticamente elegido en común acuerdo de la derecha chilena y el poder económico que veía con espanto la llegada de un socialista al poder.
El diputado Frank Sauerbaun, dice: “Que Salvador Allende fue el responsable del quiebre constitucional de Chile y no merece un reconocimiento de tal envergadura”; él a la fecha aquella, se empinaba al año de edad. Cómo puede hacer tamaña declaración, si no fue testigo de los horrores cometidos por el dictador y que ayer vivimos quienes hoy peinamos canas. Ése es el problema cuando se falta a la verdad y las falsedades de tanto repetirlas se convierten en verdades a medias. Hubo errores, como en todos los gobiernos, que pudieron remediarse con diálogo, pero no tuvo la oportunidad Salvador Allende. Es reconocido en todo el mundo, y en muchos países se le reconoce como el gran hombre que fue. Calle, plazas, centros culturales llevan su nombre y en otros tantos las estatuas perpetúan su nombre. Señor Sauerbaun, le invito a conversar, sin anteojeras.
Mª Eugenia Uribe Casanueva
