Con la tradicional fiesta de la bendición del vino nuevo, culminó la vendimia en Portezuelo. El término de la tradicional faena agrícola que han realizado los viñateros desde comienzos de marzo y que se prolongó por espacio de dos meses, entregó la cosecha que tienen como sustento para el año.
Aunque este año fue desastroso en cuanto a los precios, muy bajos, los viñateros para no perder el fruto, vendimiaron a sabiendas que van a perder en cuanto a costos y que seguramente quedarán al debe, ya que pidieron préstamos para el cultivo, entre otros abonos que le echaron a la planta para el rendimiento del fruto.
El cultivo de la vid ya no es un negocio como antes, comentaba un viñatero de la comuna, por lo mismo mantienen la tradición y algunos venden en uva y otros con ayuda de los vecinos logran vendimiar y producir vino pipeño.
El fallecido padre Ricardo Sammon, hace 23 años que le dio la real importancia que tiene la vendimia en Portezuelo y desde el año 1986 se ha venido celebrando esta fiesta que intenta preservar las costumbres de la zona.
En esta ocasión, los campesinos de las comunidades cristianas culminaron esta costumbre con la recolección de la uva en la viña de Samuel Llanos. Allí en medio de las melgas de la viña, bailaron cuecas por la cosecha y realizaron una procesión para rogar por los trabajadores y la reflexión en torno al cultivo de la viña con la esperanza que el próximo año sea mejor. Se recordó a aquellos viñateros que han fallecido y en especial al gestor de esta fiesta, al padre Sammon, que estuvo por espacio de 51 años manteniendo las costumbres.
Tras una misa a la chilena presidida por el párroco Samuel Cereceda, se compartió un almuerzo de porotos y cuero de chancho, para finalizar la fiesta con cuecas amenizadas por el dúo Rosa Colorada de la Región del Maule y otros cantores populares invitados a la jornada de cierre de la tradicional faena agrícola, al ritmo del baile de la zaranda sobre el pilón y la bendición del vino nuevo.
