Señor Director:
Es cierto que existen múltiples proyectos que tienen que enfrentar el escrutinio público y superar las barreras de la opinión pública, pero no es menos cierto que a pesar de pretender cubrir necesidades legítimas, la lógica de un megaproyecto ha carecido de la validación comunitaria, es decir, existen múltiples intereses que a su vez en algunos casos son contrapuestos.
La política pública de embalses, la generación de energía, el uso del suelo, el compromiso de recursos físicos y financieros de “lo público” hipotecado en dichas medidas, deben ser tratadas más allá de las dimensiones clásicas de los proyectos, situando su instalación, ejecución, impactos, precisamente en las externalidades. Lo planteo dado a que efectivamente son las externalidades las que generan que la opinión pública se vea afectada producto de ser envuelta en mentiras sistemáticas y consecutivas, cosa distinta con proyectos que presentan una propuesta que es capaz de ser socializada y mejorada a través de la integración de las comunidades, instituciones, autoridades, entre otras, o bien estar dispuestos a ser persuadidos de la viabilidad nula en la ejecución.
No obstante, no confiar en las virtudes de la comunicación ha llevado a un contexto de alta tensión social frente a proyectos que precisan de la intervención medioambiental, o bien generan impactos inminentes en el medioambiente. Las empresas e institucionalidad pública deben generar los espacios para solucionar los problemas de demanda con la comunidad, por ejemplo, en el caso del Embalse Zapallar, agua para riego de alto costo de inversión debe estar sometida a una decisión comunitaria en las comunas de mayor impacto, en dicho caso son las comunas de Pinto, San Ignacio y El Carmen, donde además de discutir los detalles se debe evaluar la pertinencia en materias, proyectos y soluciones alternativas. La confianza sobre la democracia debe también estar inmersa en el quehacer público y privado, en tanto no sea así, ante la opinión pública solo serán proyectos en perjuicio de las comunidades.
Gabriel Pradenas Sandoval
Magíster en Políticas Públicas
