Señor Director:
La escuela política de Paul Sabatier y sus críticos han demostrado que para que las demandas de determinadas “coaliciones de causa” (tales como movimientos ecológicos o laborales) se puedan escribir como política resulta necesaria la participación de un agente político que ejerza un rol de intermediación entre coaliciones en competencia (policy broker). Este agente, externo a ambas coaliciones, debe poseer los conocimientos necesarios para analizar técnicamente ambas propuestas, sostener vínculos con todos los involucrados que le permitan destrabar negociaciones, promover consensos o favorecer el éxito de la propuesta de una coalición en particular. De interés para nuestro proceso constituyente, los postulados de Sabatier permiten inferir que representantes de partidos políticos y los dirigentes sociales no serían los únicos miembros necesarios para conformar la Convención Constitucional, ya que en ambos casos su actuar será responder a las demandas de quienes los han elegido y tenderán invariablemente a privilegiar posiciones particulares por sobre intereses compartidos. Militantes y dirigentes defenderán las posiciones de los colectivos que representan con el fin de mantener o acrecentar su capital político interno y así quedar en inmejorable posición para ser reelectos por esas mismas agrupaciones como candidatos a otros cargos de elección popular una vez cumplido el período de inhabilidad.
Resulta necesario entonces que en la Convención Constitucional además se elijan candidatos independientes, con capacidad de intermediación entre coaliciones oponentes, y con libertad de operar y negociar ya que no poseen compromisos u obligaciones previos con las “coaliciones de causa” ni los partidos políticos.
