Señor Director:
Quisiera felicitar el renovado formato de la Revista Agro de La Discusión, donde se agregan entrevistas y documentos que permiten profundizar en los temas agrícolas de interés.
Reacciono a la Editorial de mayo 2021, donde se augura que la discusión sobre el agua será una de las “batallas” emblemáticas en la convención constituyente. Pienso todo lo contrario, a pesar de los diferentes enfoques, debemos contribuir para que el agua sea una materia de unidad entre los constituyentes, para dar pronta solución de infraestructura en los usos transversales del recurso.
Si partimos con los argumentos de la Editorial, que contiene un análisis desde lo subjetivo, provocador y confuso, por supuesto que se perderá el tiempo en discutir las grandes diferencias, no que tengan los constituyentes, sino que en las materias que realmente se deben lograr acuerdos.
A todos nos indigna que el agua, siendo un bien tan esencial y cada vez más escaso, sea de propiedad de particulares. Sin embargo, este falso slogan provoca y demoniza a los agricultores a los cuales el Estado, con un proceso de asignación de derechos de aprovechamiento de aguas Consuntivos, desde el año 1840 en nuestra región, les ha permitido regar sus tierras por generaciones, para lo cual debieron construir costosas obras de captación, conducción y distribución, y que son mantenidos por ellos hasta la fecha. Es un orgullo, no es para sentirse avergonzado, ocupan hasta la última gota de agua para producir alimentos.
¿Es tan difícil aclarar a la opinión pública que la inequidad, abusos, concentración, acceso desigual, enriquecimiento ilícito, se produce con la promulgación del Código de Aguas del año 1981, al constituir el Estado, derechos de aprovechamiento de aguas No Consuntivos, principalmente para generación hidroeléctrica, en que cientos de especuladores inscribieron aguas con el único fin de venderlos posteriormente?
Es decir, los argumentos de abusos muy válidos utilizados en el otorgamiento de los derechos de aprovechamiento de aguas No Consuntivos (que han sido motivo de publicitados remates en la zona con amplio rechazo ciudadano) han arrastrado negativamente a los Consuntivos que han sido asignados en forma republicana en el sector agrícola y, aún más, divididos con la reforma agraria.
Aportar a la unidad es coincidir en que el agua es un bien nacional de uso público, priorizar el derecho al consumo humano, saneamiento y medio ambiente, entre otras materias esenciales. También coincidir que es un derecho humano la producción de alimentos, el trabajo digno, en paz de miles de pequeños agricultores en sectores rurales agrícolas apartados. Espero que esta paz, no sea interrumpida por el proceso Constituyente.
Juan Saldías Muñoz
Juez de Aguas Junta de Vigilancia del río Diguillín