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Valorar nuestra pequeña costa

Sernapesca

Ñuble tiene apenas 58 kilómetros de costa, comprendidos entre las comunas de Cobquecura, Trehuaco y Coelemu, pero son de gran relevancia, pues allí se concentra una variedad de recursos naturales y potencialidades económicas derivadas de su explotación que han despertado el interés de empresas también diversas, muchas asociadas al uso sustentable de los atractivos naturales, pero también algunas que han intentado establecer actividades que impactan negativamente al medioambiente y a las comunidades de pescadores.

No obstante, la importancia del litoral ñublensino no solo descansa en su potencial económico, sino también en su enorme riqueza ambiental, pues posee una biodiversidad muy superior a otras regiones contiguas. Lamentablemente, los ñublensinos no hemos sido cons- cientes del significado que tiene este patrimonio para nuestro presente y sobre todo para el futuro. Inmersos en una fuerte tradición agrícola y ganadera, perdemos de vista nuestra pequeña costa y cuando la opinión pública desconoce la importancia de algo, cuando está deficientemente informada, se corre el riesgo de caeren la desidia y en conductas irresponsables que pueden precisamente amenazar esa proyección económica y ambiental.

Por esa razón, es una muy buena noticia el convenio que firmó el Gobierno Regional de Ñuble con la Universidad de Concepción, para que durante un periodo de dos años se promocione el desarrollo sostenible de esta zona, a través de la gestión integrada, encadenamientos productivos y la conservación del patrimonio natural.

El programa pretende mejorar el conocimiento que la Región de Ñuble tiene de su costa, de sus ecosistemas y de sus recursos, y también potenciar el desarrollo integral de algunas caletas de pesca artesanal, poner en valor la importancia de los humedales costeros y divulgar el conocimiento acerca de los Santuarios de la Naturaleza existentes como la desembocadura del río Itata y la Lobería.

Desde que se creó la región de Ñuble, la zona costera de Ñuble no ha tenido la atención requerida, con excepción de algunas obras públicas, principalmente pavimentación, construcción de puentes y mejoramiento de caminos. Pero en todas las otras dimensiones del desarrollo te- rritorial y bienestar de las personas, la deuda persiste y así lo revelan la encuesta Casen y diferentes estudios que muestran que las comunas costeras son las que tienen los mayores niveles de pobreza multidimensional.

Si bien existe bastante consenso respecto de la necesidad de proteger la costa de Ñuble, hay que tener cuidado en extremar las propuestas y terminar afectando a la pesca artesanal, como ocurrió hace una década, cuando el alcalde de la época y grupos ambientalistas intentaron extender la categoría de Santuario de la Naturaleza a toda la costa de Cobquecura, con lo que ponían una lápida a los algueros, buzos mariscadores y la pesquería artesanal bentónica, en general.

Por ello, lo más responsable es confiar en el conocimiento experto, en este caso de la principal universidad regional del país, de manera de lograr un equilibrio entre la protección ambiental, que es muy necesaria, y el desarrollo de actividades económicas de bajo impacto ambiental.

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