Close
Radio Radio Radio Radio

Proceso constituyente: la puerta que puede cambiar el futuro de Chile

Si hay algo que la historia de Chile recordará por décadas, eso será el estallido social que nació, de manera espontánea, el 18 de octubre del año 2019. Aquella jornada marcó un antes y un después a nivel nacional en todo orden de cosas, y uno de los aspectos que detonó la insurrección de la gente, fue la política.

Pero este acontecimiento trajo varios cambios. Uno de los más significativos, tal vez, fue el hacer tambalear al Gobierno encabezado por el Presidente Sebastián Piñera, tal como lo confirmaron desde su propia coalición durante las últimas semanas.

En medio del caos en las calles, la clase política reaccionó y de manera impensada, acordó un Plebiscito Nacional para cambiar Chile. Pese a que ese “Acuerdo por la Paz” (para abrir chance a cambiar la Constitución de 1980, legado de la dictadura) estaba lleno de buenas intenciones, la pandemia retrasó el referéndum y este, terminó realizándose el 25 de octubre del presente año. Ese día, con las opciones Apruebo o Rechazo, y Constitución Mixta o Convención Constitucional, la ciudadanía se manifestó y estableció el cambio de la Carta Magna vigente y con una Convención Constituyente como mecanismo de redacción.

El 11 de enero se sabrá a ciencia cierta quienes serán los candidatos a constituyentes y el 11 de abril será la elección definitiva de las personas que tendrán la misión de redactar la nueva Constitución. Pero, en este proceso de cambios han surgido muchas interrogantes y una de las más importantes, o quizás la más significativa es, ¿qué cambios traerá la convención? Especialistas en la materia han señalado que debiera ser desarrollo respaldado de políticas públicas, algo fundamental en las demandas que la gente presentó en la calle durante meses, y que en algunas ciudades sigue exponiendo a través de diversos tipos de manifestaciones.

“Entre 2019 y 2020, Chile ha logrado cosas impensadas. Se generó la posibilidad de resolver un problema constitucional que arrastrábamos por mucho tiempo. Logramos generar un Plebiscito en las condiciones más difíciles que pudimos imaginar, de manera exitosa y con un triunfo contundente. Son cosas dignas de destacar y que hemos logrado en un corto plazo. Creo que, en el resumen, todo esto es digno de destacar”, comentó Tania Busch, secretaria de la Asociación Chilena de Derecho Constitucional.

En relación a la Convención Constitucional, la académica destacó que es una gran oportunidad de impulsar una Convención con paridad de género y con representación de los pueblos originarios.

“Tenemos la opción de cambiar el paradigma que nos ha regido en la historia. Podemos implementar un modelo de desarrollo sustentable, con énfasis en lo social, con una Constitución con un aire de igualdad, no sólo material, sino que de reconocimiento a todos y todas. Para quienes integramos la comunidad política todo esto es muy importante, así que debemos mirar el 2021 con esperanza y con fortaleza porque será desafiante y de mucha discusión. En lo constitucional, será un año muy intenso, pero nos dará la oportunidad de retomar una senda de deliberación democrática para refundar nuestras instituciones, aumentar los niveles de legitimidad, gobernabilidad, igualdad y de paz social para avanzar en el desarrollo”, indicó Tania Busch.

Una visión similar del tema expuso la académica de la Universidad de Concepción (UdeC), Jeanne Simon, quien también concluyó que es la oportunidad de tener crear una Constitución que reconozca la dignidad humana en sus múltiples manifestaciones. “Con esta base como principio, podemos construir un modelo de desarrollo sostenible basado en la construcción y colaboración. Debemos escuchar a los expertos, pero también a los territorios”, dijo.

Más oportunidades

Respecto al aporte que pueden entregar la política y la sociedad a este nuevo proceso, se destaca la oportunidad de construir nuevos consensos sobre cómo compatibilizar el crecimiento económico en los territorios.

“Lo que aconteció en el Plebiscito con el voto de Apruebo, corresponde a las personas que buscan cambiar el modelo actual que prioriza el desarrollo nacional por sobre los territorios. El conocimiento territorial se basa en experiencias y permitiría adaptar políticas para que funcionen mejor y se logren sus respectivos objetivos. Creo que es necesario coconstruir un proyecto donde todas y todos aporten y también se beneficien”, sostuvo Jeanne Simon.

Agregó que todos los participantes del proceso constituyente, deben estar atentos a cada paso de la convención, apuntando a una supervisión de las personas que estarán a cargo de redactar la nueva carta magna.

“El conocimiento técnico y experto no siempre se logra implementar como se imagina. La coconstrucción permite realizar los ajustes necesarios, adaptar al contexto y los actores. Siento que para elaborar una buena Constitución es lograr confianza y ser generosos, pese a que eso es muy difícil en este mundo individualista”, sostuvo.

Política versus sociedad

Uno de los temas que terminó por detonar el estallido social fue el descontento de la sociedad con la política. Un desgaste que fue creciendo desde fines de la década del 90 hasta el 18-O. En ese orden, existen dudas respecto al aporte que pueden realizar la clase política y la contribución de la sociedad a la nueva Constitución.

Sergio Toro, director de DemoData UdeC, cree que la clase política tiene la responsabilidad de “mantener un proceso que sea transparente y participativo. Tienen que tratar de romper con las prácticas comunes previas al estallido y comenzar a desarrollar una política mucho más virtuosa. Ese es el objetivo que debiera tener la política de aquí en adelante”.

Agregó que el descontento social que estalló el 18 de octubre se dio por un cansancio hacia prácticas que ahora se debiesen eliminar de raíz. “La gente abrió una puerta importante a generar un cambio. De hecho, sin pensarlo, se le está abriendo una puerta a los políticos en lo que será el proyecto constituyente. Si no la aprovechan, las manifestaciones volverán con más fuerza. Hace rato que la gente no considera a los políticos. Sin embargo, los sigue votando”, dijo.

Sobre el aporte de la sociedad al proceso, considera que la gente “puede ser clave en la reconstrucción del sistema político. Por tanto, la participación de las personas en los procesos como, por ejemplo, en las elecciones de convencionales, se hace muy importante recuperar la necesidad y legitimidad del rol de representación. Las personas tienen que desarrollar una serie de acciones propias (como cabildos ciudadanos y participación de independientes) para refrescar la política y elaborar a la medida de las necesidades el nuevo pacto social, que es quizás, lo más importante”, sostuvo Sergio Toro.

Los analistas políticos de la Región concluyeron que desde el 18-O en adelante se abrió una gran puerta que puede cambiar la historia de Chile y que podría erradicar por completo el legado de la Constitución de 1980 instaurada bajo el régimen militar.

Misma visión han expuesto algunos parlamentarios del Biobío a lo largo de este año donde ya se realizó el Plebiscito y donde sus partidos deben tomar algunas decisiones que serán relevantes para la Convención.

“Si no entendemos ahora, creo que tendremos los mismos problemas en un futuro no muy lejano. La gente nos dio la oportunidad de reivindicarnos de los errores que hemos cometido hasta este año y tomar un nuevo aire para la construcción de un mejor país. Hay una puerta abierta que debemos aprovechar al máximo. Si queremos una sociedad más justa, los políticos debemos construirla con la misma gente”, explicó el diputado Gastón Saavedra (PS).

En lo inmediato, el proceso constituyente tendrá una importante definición en los próximos días. El día 11 de enero se sabrá a ciencia cierta quienes serán los candidatos a la convención. Ellos, serán quienes tendrán el futuro de Chile en sus manos.

Los plazos que tendrá la Convención Constitucional

La Convención deberá redactar y aprobar una propuesta de texto de la nueva Constitución en un plazo de nueve meses contado desde su instalación. Dicho plazo podrá prorrogarse tres meses, por una sola vez.

Una vez redactado y aprobado el nuevo texto constitucional, la convención se disolverá de pleno derecho y sus integrantes no podrán ser candidatos a cargos de elección popular mientras ejercen sus funciones y hasta un año después de que cesen en sus cargos.

Cuando la Convención comunique que ha terminado su propuesta de texto, el Presidente debe convocar a un plebiscito nacional constitucional para que la ciudadanía apruebe o rechace.

En este caso, el voto será obligatorio para los que residen en Chile y en caso de que no voten, serán sancionados con una multa a beneficio municipal de 0,5 a 3 UTM.

El día del plebiscito se le entregará al ciudadano una cédula electoral con la pregunta ¿aprueba el texto de la nueva constitución propuesto? y tendrá la opción de aprobar o rechazar.

El plebiscito deberá realizarse 60 días después de que el Presidente lo haya convocado.

Texto: Daniel Núñez

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Leave a comment
scroll to top