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PDI advierte que el sistema de Delivery ha ganado terreno en el microtráfico local y el fenómeno ha acercado más a los menores al consumo

Imitando a las empresas. Así es como muchas de las organizaciones criminales han aprendido a proceder de manera más ordenada y redituable, y también yendo a la par con las nuevas innovaciones.

Y si hubo un rubro que, definitivamente, se vio favorecido con las medidas de restricción de movilidad, por causa del Estado de Excepción impuesto por la pandemia, fue la del reparto de pedidos, o Delivery.

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Es por eso, que ya a principios del 2020 empezaron a difundirse los primeros operativos por parte de la PDI y del OS7 de Carabineros, con detenidos que trabajaban con este tipo de plataformas para vender droga en pequeñas cantidades.

Si bien, antes del 2019, la Brigada Antinarcóticos y de Crimen Organizado (Brianco) de la PDI de Chillán ya había advertido y detenido a personas que trabajaban utilizando plataformas de redes sociales como chats de citas para personas homosexuales, con la pandemia –al igual que en el resto del país- esta forma de actual parece haber perfilado de manera definitiva la manera de ejercer el microtráfico en la comuna, lo que supuso un nuevo desafío a la investigación policial.

Atrás parece haber quedado la opción de advertir un punto de venta gracias a las múltiples y breves visitas que se hacían a una determinada vivienda. Hoy la droga se guarda en diversas casas para evitar formalizaciones por mayores cantidades; las armas para defensa o para “mexicanas” se arriendan, para evitar formalizaciones por tenencia ilegal de armas; y prácticamente los “loros” y otros indicios han ido desapariciendo, salvo por esa balacera de moda que hoy se realiza para avisarle a los consumidores que hay droga disponible.

Para hacer aún más complejo el rastreo, los traficantes mantienen las dosis en el interior de vehículos, que a su vez, se guardan en domicilios de personas que no están ligadas de manera directa con la actividad, por lo que en teoría, no son objetos de investigación.

Sin embargo, en 2021, los detectives del grupo Microtráfico Cero de la PDI, tanto de Chillán como de San Carlos, totalizaron 21 procedimientos antidrogas, a partir de investigaciones en que los imputados e imputadas comercializaban sustancias ilícitas a través de redes sociales o aplicaciones de citas, lo que representa más del 40% de los procedimientos que generalmente se realizan en un año.

Entre enero y marzo, se realizaron dos procedimientos más con este modus operandi. De todas formas, desde la unidad especializada admiten que la venta de drogas en puntos fijos aún prevalece como la de mayor casuística, aunque todo apunta a que se trata de un sistema que poco a poco quedará en desuso.

El jefe de la Brianco Chillán, subprefecto Guillermo Puente Acosta, ratificó que “el uso de la mensajería instantánea ha cambiado la forma de comunicarse en todos los niveles de la sociedad y la venta de drogas no ha sido la excepción. La estrategia para abordar esta forma de venta de sustancias ilícitas está en constante evolución, en donde se utilizan las herramientas legales existentes a fin de intervenir estas organizaciones, establecer su forma de trabajo y reunir los medios de prueba que permitan su detención y posterior condena”.

En cuanto al uso de estas herramientas digitales para la comercialización de drogas en pequeñas cantidades, el oficial de la PDI plantea que “ésta se ha centrado en sectores poco habituales que no tienen la protección que entregan los focos de venta comunes. Su dinámica permite que el vendedor pueda acceder a la demanda que se encuentra en lugares de esparcimiento y recreación, así como en sectores en los que instalar un punto fijo para la venta sería poco rentable y muy vulnerable, como edificios de departamentos o sectores residenciales, dándose a conocer en un sector en el que no mantiene una red de compradores habituales, usando la aplicación como una plataforma de publicidad”.

Es aquí que surge un fenómeno que hasta entonces era poco frecuente: Entre vendedor y comprador surgen vínculos de amistad, confianza y cercanía, por lo que la dinámica de la recomendación al estilo “boca en boca”, también aplica y con buenos resultados.

Rastreo en tiempo real

Según señala el jefe de la Brianco, se ha detectado que incluso los consumidores han comenzado a optar con mayor frecuencia y de casi manera exclusiva, a quienes trafican droga por este sistema, ya que les evita riesgos de asaltos, al no tener que acudir a los barrios en donde venden y porque además, les permite –como si se tratara de cualquier otra aplicación de reparto- ir monitoreando la ruta del encargo y, de esta manera, el momento exacto en que el traficante llegará al punto de encuentro acordado.

“Las principales aplicaciones utilizadas para la transacción de drogas en pequeñas cantidades son las de citas, las que permiten ver y localizar usuarios que están cerca, en donde se puede apreciar en el perfil del oferente lo que vende mediante emoticones, y el comprador puede interactuar para conocer su ubicación en tiempo real y coordinar un encuentro para la transacción”, relata el subprefecto.

Por lo anterior, la observación que tiene tanto el comprador como el vendedor de su ubicación en tiempo real, les permite a ambos seleccionar al que esté más cercano a su posición para obtener o vender drogas.

Una vez realizada esta coordinación, vendedor y comprador utilizan otra herramienta de mensajería instantánea para definir los detalles de la entrega. Sin embargo, es precisamente este flujo de mensajería lo que le ha permitido a la PDI detectar y hacerles un seguimiento efectivo a la interacción de datos mediante teléfonos celulares, en los que se ofrecen drogas por medio de fotografías y catálogos.

42 puntos localizados

En la región de Ñuble se cuentan con dos equipos MT-0, los que operan en la ciudad de Chillán y San Carlos, siendo además, quienes se dedican a detectar puntos críticos de venta de drogas en pequeñas cantidades, ya sea en la misma ciudad o a las comunas correspondientes a su jurisdicción.

En la actualidad, se está trabajando con un diagnóstico y análisis de información realizado durante parte del periodo 2021, levantando información referente a puntos de venta territoriales considerados en la Línea base en la región de Ñuble para el año 2022, lo cual busca desincentivar y reducir el microtráfico a nivel barrial, contribuyendo con ello a la disminución de la sensación de inseguridad en diversos sectores diagnosticados por estos equipos nivel nacional.

Según explican los encargados del MT-0, el principal objetivo a desarticular es aquel domicilio dedicados al tráfico en pequeñas cantidades, clanes familiares, bandas u otro tipo de estructura criminal a la comisión de delitos de este tipo.

Sin embargo, se trata de una tarea compleja, no sólo porque cada punto es parte de una red mayor en constante movimiento, sino porque en muchas ocasiones, luego de detener, formalizar y encarcelar al líder de uno de estos puntos, la PDI y Carabineros han encontrado que el tráfico sigue en el mismo domicilio, ya que es otro familiar quien suele tomar el mando y continuar con la actividad ilegal.

De todas formas, el Plan Microtráfico Cero, busca principalmente instaurar investigaciones de calidad con continuidad en el tiempo, permitiendo así recopilar las evidencias necesarias para la comprobación del delito y persecución penal respectiva y efectiva, desactivando estos puntos de venta, logrando con ello devolver la tranquilidad y los espacios públicos a la nuestra comunidad.

Más colaboración vecinal

Pese a que las mismas autoridades de la Región han admitido que en Ñuble y en especial, en ciudades como Chillán y San Carlos, se han registrado delitos cada vez más violentos, con utilización de armas de fuego y casi siempre, asociado al tráfico de drogas, entre los vecinos se ha comenzado a advertir una reacción -paradójicamente- contraria al efecto intimidatorio que se podría atribuir a esta nueva agresividad delictual.

Alejandra Martínez, directora de Seguridad Pública de la Municipalidad de Chillán explica que “nosotros contamos con un sistema de georeferenciación del delito que, por un lado cruza información que llega desde ambas policías con las que vamos recogiendo con nuestro equipo cuando se visitan sectores de riesgo, lo que nos permite hacer un mapa de calor”.

Es en este trabajo de cercanía y acompañamiento que los inspectores y la propia directora dicen notar que “hay una mayor disposición de los vecinos a colaborar. La batería de programas que hacemos de talleres preventivos, nos ayudan a abordar estas situaciones y creo que gracias a la seriedad y eficacia con que se ha ido trabajando, ha vuelto a tomar fuerza el Denuncia Seguro, que es anónimo. Las personas ya se han manifestado cansadas de esta situación y se han mostrado dispuestas a denunciar”.

Bajo la alfombra

Como era de esperar, uno de los segmentos más afectados con este método del delivery, son los menores de edad. La razón es que a muchos de ellos alguien más les pasa “el dato” y así, quienes antes no sabían dónde conseguir o no podían acudir a barrios alejados de sus hogares para comprar y experimentar con drogas, ahora pueden hacerlo, porque -sencillamente- todos tienen celulares.

“Lamentablemente eso es así, el tema de la tecnología se nos ha adelantado una vez más y es posible observar con notoriedad que menores que antes no tenían acceso al consumo de estupefacientes, ahora sí lo tienen y de una manera cómoda y segura”, advierte Jorge Alvarado, director de la ONG de rehabilitación por consumo problemático, Padre Chango.

Es en estos últimos años que ya ha comenzado a ser llamado desde algunos colegios particulares para buscar un trabajo colaborativo, con lo que esa idea que los asociaba casi de manera exclusiva con los sectores más desprotegidos ya se está comenzando a refutar con fuerza.

“Hasta hace un tiempo, los colegios que cuentan con mayor prestigio y que apuntan a sectores más acomodados de la ciudad, tendían a esconder esta problemática bajo la alfombra, quefahumada: Insertedfahumada: Inserted fahumada: Insertedfahumada: Inserteda mi juicio, siempre es una mala idea porque si no se interviene de manera profesional y con gente capacitada, es casi imposible revertir la situación. A los niños hay que cuidarlos”, cerró.

En 2021 hubo 13 procedimientos por Delivery de drogas en Ñuble, siendo superado sólo por Santiago, Valparaíso, Biobío y El Maule.

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Felipe Ahumada

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