El Servicio Agrícola Ganadero (SAG) tendrá nuevas instalaciones en la Región de Ñuble, esto mediante el proyecto de diseño del edificio de laboratorios que está siendo coordinado por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y financiado con recursos del Gobierno Regional.
“El objetivo del proyecto, por una parte, es adecuar el laboratorio regional del SAG a los requerimientos de nuestros usuarios, aumentando la capacidad en superficie e infraestructura técnica para llevar a cabo con eficiencia y eficacia las actividades de este laboratorio. La agricultura es uno de los pilares fundamentales del desarrollo de la Región de Ñuble. Hoy, tenemos 14 mil quinientas hectáreas en producción frutícola de exportación y, anualmente, se van incorporando alrededor de mil cien hectáreas. Por lo tanto, la demanda por servicios del laboratorio es creciente y permanente, hasta llegar a la capacidad máxima de producción que se puede proyectar a 150 mil hectáreas”, sostuvo el director regional del SAG de Ñuble, Eduardo Jeria Castro.
Y agregó: “necesitamos contar con una infraestructura no solamente en espacio, sino que también en tecnología y equipamiento, para responder a la demanda de los usuarios, tanto personas independiente como exportadores, y además agregando una nueva actividad que hoy es muy demandada en la Región de Ñuble, que tiene que ver con los servicios enológicos para la certificación de vinos y bebidas alcohólicas”.
Se encuentra en proceso de licitación para realizar la consultoría del diseño del edificio, gracias a los recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), adjudicados por un monto de 78 millones de pesos, que aprobó el Consejo Regional en el 2020. Hasta la fecha se recibieron 70 postulaciones, las que se analizarán y se seleccionará una para ponerse en marcha a finales de este año.
En cuanto a la Dirección Regional de Arquitectura del MOP, ha mantenido reuniones con el director regional Ñuble del Servicio Agrícola Ganadero, Eduardo Jeria, donde han evaluado propuestas y ya están prontos para seguir en el proceso de diseño y contrato del mismo. Al respecto, el director nacional de Arquitectura del MOP, Raúl Irarrázabal, señaló que “el edificio regional del SAG está en licitación del diseño en este minuto, es muy importante, y obviamente es parte de generación de los servicios regionales necesarios para Ñuble”.
Este se ubicará en un terreno de media hectárea que aporta en comodato el Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA) en el Centro Regional Investigación Quilamapu de la ciudad de Chillán. Además, está frente al campus Chillán de la Universidad de Concepción y de su Facultad de Agronomía. Se proyecta que se requerirá un financiamiento cercano a los 4 mil millones de pesos, tanto para la realización de las obras civiles como para el equipamiento del nuevo laboratorio.
El edificio está contemplado en 1.633,5 metros cuadrados en dos niveles, donde se permitirá incorporar tres nuevas especialidades: Virología, Química Enológica y Química e Inocuidad Alimentaria. Tiene como objetivo aumentar la capacidad, eficacia y eficiencia del Laboratorio Regional Ñuble, con el propósito de entregar un servicio rápido y de primer nivel en los análisis fitosanitarios en los productos agrícolas y forestales, así como de calidad de semillas, de las regiones de Ñuble, Biobío, y en algunas áreas de la Araucanía.
Actual edificio del SAG
El Laboratorio Regional de Ñuble del Servicio Agrícola y Ganadero se inició hace más de 40 años con el laboratorio de semillas, este ocupa parte de las dependencias de un antiguo edificio ubicado en el centro de Chillán, que comparte con la Oficina sectorial Chillán y las Direcciones Regionales de CONAF e INDAP.
En una superficie de solo 254 metros cuadrados, cuenta con laboratorios de Fitopatología, Nematología, Entomología, Semillas y Técnicas Moleculares donde se efectúan casi 15 mil análisis al año, cifra que representa la capacidad diagnóstica máxima en la actualidad, entregando servicios a los usuarios de los procesos de producción y exportaciones agrícolas.
Texto: Antonieta Henríquez
