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Mega sequía sigue presente en Ñuble pese al superávit de lluvias durante este 2023

Aún quedan tres meses para que termine el año, pero a esta altura ya se puede hacer un balance respecto a las lluvias que han caído con intensidad durante el inverno en la Región de Ñuble. La primavera de este año comenzó de manera muy distinta y los números en cuanto a las precipitaciones así lo demuestran. El actual superávit de lluvias en comparación a un periodo normal alcanza un 6.8%, lo que si bien significa una cifra bastante positiva, no es considerablemente alta.

Para efectos del balance hasta la fecha, se considera a la estación de medición el aeródromo Bernardo O’Higgins, la cual registra minuto a minuto los milímetros de agua que caen cuando comienza a llover en la capital regional.

Por lo general, la lluvia se mide en milímetros y para un año normal, desde enero a diciembre, dicha cifra alcanza los 936.2 mm. Estas se concentran en su mayoría durante el periodo mayo-octubre, por lo que a la fecha se puede hablar ya de como ha sido este 2023, el que claramente superó con creces al año pasado.

Solo para tener una referencia respecto al 2022, se puede indicar que en todo ese año precipitaron 676.8 milímetros, mientras que este 2023, dicho número se alcanzó tras el último evento considerable de lluvias, registrado a mediados de agosto.

Los números son positivos dado el contexto de déficit hídrico que vive la región y la sequía que está afectando desde hace más de una década a gran parte del país. Pero estas lluvias para nada vienen a solucionar este último problema, puesto que este año los sistemas frontales se vieron influenciados por el fenómeno de El Niño, el cual está presente en el Océano Pacífico y trajo consigo que, hasta la fecha, hayan precipitado en la región 872.7 milímetros, restando octubre, noviembre y diciembre para culminar un balance final.

Si bien, esto también puede ayudar a que las reservas de agua en la cordillera logren pasar de buena manera un verano que anticipa temperaturas récords, expertos explican que el déficit aún está presente en la región, por lo que el panorama para fin de año y el calor amenazante, pueden incrementar rápidamente lo que se ha logrado con las lluvias.

El más lluvioso en ocho años

Lo cierto es que incluso el balance anticipado da cuenta que este 2023 es el más lluvioso desde el 2015. Estos números consideran el trimestre junio, julio y agosto, donde se logró un superávit de un 18%, posicionándose detrás del 29% logrado en el 2015.

En ese sentido, la meteoróloga Catalina Medina, de la Oficina de Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), indicó que “el actual invierno se posiciona en el segundo lugar del periodo anteriormente mencionado (2015) con un 18 % de superávit. Además, contamos con el acumulado del mismo periodo de la mega sequía, para el trimestre junio, julio y agosto del 2015, donde acumuló un total de 626 milímetros y para el actual trimestre invernal se acumuló un total de 572 milímetros”.

Respecto a los meses de primavera y proyectando el panorama de lluvias para Ñuble, la experta detalló que “actualmente, la Dirección Meteorológica de Chile emitió el pronóstico de precipitación para los meses septiembre, octubre y noviembre, el cual indica una condición normal sobre lo normal entre el tramo sur de la Región de Coquimbo y la Región del Maule, así como también la Región de Los Ríos hasta la Región de Magallanes y una condición normal bajo lo normal desde la Región del Ñuble hasta la Región de La Araucanía”. Estos números indican que lo normal en la estación de medición del aeródromo, es de entre 95 mm a 192 mm. Las cifras están dentro de los parámetros, considerando que solo septiembre de este año ya acumula 187 milímetros de lluvia caída.

Para el meteorólogo Diego Campos de la DMC, estos números vislumbran condiciones normales para los próximos tres meses, dentro del contexto de la mega sequía, pero el “déficit de precipitación y vegetación son todavía altos”.

El experto detalló que “las lluvias registradas durante el pasado invierno alivian transitoriamente la sequía, pero en una mirada mayor, la sequía se mantiene. Los índices de sequía a tres meses muestran condiciones normales en la zona donde más llovió este invierno, sin embargo, a más de tres meses, los índices muestran condiciones deficitarias. Esto significa que los déficits siguen siendo considerados sequía. Si la mirada se amplía a los últimos 12 meses es aún peor el panorama”.

En cuanto al fenómeno de El Niño, el experto comenta que este viene desarrollándose desde fines del 2022 en el Pacífico y que podría desarrollarse hasta el otoño del 2024.

“Actualmente, la atmósfera ecuatorial muestra estar acoplada con el calentamiento del mar, es decir, los vientos alisios se han debilitado y la convección ha aumentado, todo esto en el Pacífico ecuatorial. Esto sucede como un ciclo natural del clima, denominado ENOS (El Niño Oscilación del Sur) que es una oscilación que tiene un periodo de unos siete años y es la principal fuente de variabilidad natural del Océano Pacífico”, añade el experto.

En esa misma línea sostiene que “El Niño no es un fenómeno que se desarrolle en las costas de Chile, con excepción del calentamiento en la costa del norte del país y que ha repercutido en intensas y persistentes anomalías de temperatura en todas las ciudades de la costa del norte. Los impactos de El Niño, en general, son indirectos provocados por anomalías atmosféricas dado el calentamiento del Pacífico ecuatorial. Se espera que este evento se mantenga durante todo el verano y el otoño. A partir de ahí, los pronósticos son inciertos con respecto a las anomalías de temperatura en el Pacífico”.

¿Un 2024 aún más lluvioso?

Diversos expertos han pronosticado temperaturas extremas e históricas para Ñuble, las que podrían superar fácilmente los 40 grados Celsius. La duda surge debido a que si esta condición puede seguir aumentando aun más de cara a los próximos años, como también en el caso de las lluvias.

Para el meteorólogo Diego Campos, es algo que aún no se puede pronosticar con claridad, considerando el sinnúmero de variables que se pueden presentar.

En ese sentido explicó que “este año tenía un gran ingrediente que podía interrumpir el largo periodo de sequía, y ese era El Niño. Como hay todavía una gran incertidumbre sobre la presencia o no de El Niño para el próximo año, necesariamente también hay mucha incertidumbre sobre las precipitaciones que puedan registrarse. Ahora, ante la eventual presencia de El Niño en el invierno 2024, también podría ser un año favorable para las precipitaciones, tal y como lo vimos en 2023. Pero aún es pronto para asegurarlo”.

Alivio transitorio

Como lo comentaron los expertos, las lluvias fueron una especie de respiro para la mega sequía que está viviendo la región y también gran parte de Chile. Precipitaciones que aún pueden seguir presentándose, así como también nevadas en la alta cordillera que pueden servir de ayuda para los meses más calurosos.En ese sentido, se proyecta un panorama inestable, considerando que el calor que se viene es extremo.

Según lo comentado por el seremi de Agricultura de Ñuble, Antonio Arriagada, las lluvias vienen a subsanar temas como el riego, pero hay que tener precaución con las situaciones que se presenten de cara a los próximos meses.

“La cantidad de lluvia caída ayuda a normalizar las precipitaciones en la región, considerando que estamos en un año con influencia del Niño. Estas precipitaciones mejorarán la recarga de los acuíferos aumentando el agua acumulada en el embalse Coihueco, el cual tiene un volumen de aproximadamente un 97% y su uso principal es el riego, por eso se espera una primavera con eventos de lluvias muy seguidas, aunque no con gran cantidad de milímetros.

Por otro lado, en cuanto a la situación hidrométrica y el nivel de causes de los principales ríos de Ñuble, estos presentan un alto superávit respecto a los registros históricos, por lo que también significa una muy buena noticia dado el déficit que se mantenía respecto a años anteriores.

En ese sentido, Marcelo Godoy, director regional de la Dirección de Aguas (DOH) del Ministerio de Obras Públicas (MOP), sostuvo que dichos números son muy buenos dado el contexto climático actual, pero que pueden seguir variando.

“Nuestra Dirección General de Aguas entregó un nuevo balance de la condición hídrica de nuestra región, que presenta un superávit de 58,6% en promedio considerando el periodo enero-agosto de 2023 y un superávit hídrico promedio de 120,9% en el mes de agosto de este año, comparado con los registros históricos promedio. Cifras positivas, pero que sabemos pueden ser transitorias debido al cambio climático que ya está presente. Hoy tenemos en general tenemos un superávit promedio de un 58,6% en nuestros ríos para el periodo enero-agosto de este año, y solo en agosto tuvo un superávit de un 120,9%”.

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