Un año de vida cumplió a fines de febrero el partido en formación Amarillos por Chile, que actualmente busca firmas para constituirse legalmente, luego de haber jugado un rol clave en la victoria del Rechazo en el plebiscito constitucional pasado.
Gonzalo Rojas May, uno de sus vicepresidentes nacionales, chillanejo por adopción como él dice; destacó este hito, ya que buscan representar a un amplio espectro de chilenos de centro, “que no comulga con posturas extremas”, dijo.
– Partió lento el proceso de recolección de firmas. ¿Se ha agilizado?
– Sí, han pasado varias cosas. Cuando nos conformamos y buscamos apoyo, llegamos a tener 70 mil adherentes. Cuando decidimos convertirnos en partido, pensamos que sería rápido, dado este respaldo, pero nos encontramos con la realidad, que no solo nos afecta a nosotros, sino a otros partidos también. A la ciudadanía le cuesta mucho inscribirse en un partido, hay una desafección por la política, pese a que esta está muy presente en todo lo que hacemos. Otra cosa es militar, lo que ha vuelto el proceso un poco lento. Pero estamos tranquilos, vamos bien, y creo que de aquí a unas pocas semanas estaremos constituidos en algunas regiones, el primer paso para ser un partido nacional.
– Entre esas regiones, ¿podría estar Ñuble?
– Podría ser, pero según la ley, debemos conseguir el mínimo de firmas en tres regiones contiguas para constituirnos, por lo que dependerá de cómo anden las regiones de al lado también. En la RM ya hemos alcanzado una parte importante de la meta, y el plazo legal para constituirnos es a fines de mayo, no queremos optar a una prórroga.
– Amarillos no pudo constituirse antes de la elección de consejeros, por una cuestión de plazos. Decidieron no competir al alero de otros partidos, no obstante, sí deberán expresar su respaldo hacia algunas candidaturas. ¿Habrá libertad en ese sentido?
– Nosotros tomamos la decisión de enfocarnos en nuestra conformación, pese a que tuvimos ofertas. No entregaremos un apoyo institucional a nadie, pero eso no significa que recomendemos en algunos casos a algún candidato con un perfil determinado. Los miembros de Amarillos pueden trabajar por quien sea cercano.
– ¿Se podría dar entonces la situación que en una región militantes amarillos apoyen a un candidato de la UDI, y en otra, a uno del PPD?
– Podría darse, desde luego, pero no me gustaría hablar de partidos en particular. Nosotros somos un partido de centro, y claramente nos sentiremos más cercanos a candidatos de centro izquierda y centro derecha. Hay partidos que claramente nuestros militantes no van a respaldar, como el Republicano o el Comunista. Apruebo Dignidad, en general, no va a contar con apoyo nuestro.
– ¿Cómo proyectan los resultados de la elección constitucional, tomando en cuenta que será con voto obligatorio, y tanto la derecha como la izquierda van en listas separadas?
– Creemos que desde luego, tanto por el voto obligatorio como por la experiencia del proceso anterior, el resultado de esta elección va a ser muy diferente. Desde luego la centro derecha y la centro izquierda van a tener una representación importante, pero también creemos que el PDG tendrá un buen resultado. Lo más probable es que las posturas más moderadas prevalezcan, a diferencia de la Convención Constitucional.
Amigos de las grandes coaliciones
– Amarillos se identifica como un partido de centro. Sin embargo, desde la izquierda los tildan de “neoderecha” o la “nueva DC”. ¿Qué responde a eso?
– Lo que prevalece para nosotros es que somos personas que nos importa y queremos a nuestro país. Valoramos profundamente la democracia, la libertad, la diversidad y los acuerdos. Situarnos en posturas clásicas de derecha e izquierda nos parece un poco antojadizo estando ya en la tercera década del siglo XXI. Lo que prevalece en nosotros son las corrientes de centro, y entre nuestros militantes hay quienes vienen del humanismo cristiano, liberales sociales y muchos social demócratas. Tenemos un arcoiris de centro que agrupa a tres ó cuatro corrientes distintas, pero nos une nuestra responsabilidad cívica con el país y nuestro apego a la democracia, que tanto nos costó recuperar.
– Debe ser difícil ir a competir por el tan anhelado centro político, con tantas opciones que han surgido. ¿Qué los diferencia, por ejemplo, de Demócratas?
– Tenemos varias diferencias. Ellos tienen un músculo político mucho más importante que nosotros, tienen dos senadores, diputados. Su identidad política es potente y valiosa, nos sentimos muy cercanos y estamos seguros que en el futuro nos vamos a encontrar. Nuestro origen es mucho más ciudadano, quienes firmamos apoyando a Cristian Warnken venimos del mundo cultural, académico y también político, pero mucho más ciudadano, con raíces en las regiones. El 50% de nuestros militantes tiene menos de 45 años, y el 25% tiene en torno a los 23-24 años. Es decir, tenemos gente muy joven, mayoritariamente mujeres. Tenemos una diversidad valiosa.
– Pensando en los próximos desafíos electorales (municipales y regionales 2024), ¿De qué partidos se sienten más cercanos a la hora de construir alianzas?
– Hace un tiempo hicimos una declaración destacando el valor de Gloria Hutt (Evópoli) y Natalia Piergentili (PPD). Nos podemos sentir cercanos de los partidos más libre pensantes, más democráticos y siempre partidarios del diálogo. Creemos en las grandes coaliciones, en los proyectos de futuro en un país que debe prepararse y dejar de ‘apagar incendios’. Para ello se requiere diálogo y buena política, por lo que no nos cerramos a formar alianza con quienes compartan esa visión.
– ¿Amarillos se considera un partido en formación opositor al gobierno de Gabriel Boric?
– Desde luego. Somos un partido que disiente en buena parte de las políticas del actual gobierno y así lo hemos hecho ver. Ellos se la jugaron al 100% por un proyecto constitucional que nos parecía muy malo para Chile, y en ese sentido, nos ubicamos en una vereda distinta. Sin embargo, queremos que le vaya bien, que contribuya al desarrollo de Chile, pero con buena política.
