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El modelo del Liceo Bicentenario Polivalente de San Nicolás que superó al colegio más caro de Chile

Cristián Cáceres

El establecimiento emerge como un referente destacado, ya que ha logrado superar no solo a colegios particulares y subvencionados de Ñuble, sino incluso a instituciones de renombre en Santiago, como el exclusivo Nido de Águilas, cuya mensualidad supera el millón de pesos. ¿Cuál es la fórmula detrás de este éxito? El director del liceo, Víctor Reyes, destaca cinco claves que han contribuido a este notable desempeño.

Más arte y deporte sin reducir horas de asignaturas “duras”

Si bien la mayoría de los establecimientos públicos, particulares y pagados superaron sus propias marcas en el Simce, uno de los establecimientos de la Región de Ñuble que destacó por su desempeño, tanto en cuarto básico y segundo medio, en ambas mediciones, fue el Liceo Bicentenario de Excelencia Polivalente de San Nicolás, que mostró una mayor solidez, a nivel general, incluso más que colegios particulares de Chillán con tradición de liderar buenos resultados como el Colegio Alemán. Este, ubicado en Paul Harris, obtuvo 313 puntos en la prueba de Lectura de cuarto básico y 290 en la evaluación de matemáticas del mismo nivel. Mientras que, en segundo medio, en la prueba de Matemáticas, los alumnos alcanzaron 358 puntos, el más alto de Chillán y Lectura 291.

El Liceo de San Nicolás nuevamente se posicionó dentro de los mejores de Ñuble en ambos niveles. El establecimiento logró en 4° básico 309 puntos en matemáticas y 314 en lenguaje, mientras que en 2° medio, obtuvo 293 en lenguaje y 360 en matemáticas. Su rendimiento, incluso, superó a costosos colegios del país como Nido de Águilas, con la mensualidad por sobre el millón de pesos. En cuarto básico, ese recinto logró en Lenguaje 310 puntos y en Matemática 303. En tanto, en segundo medio, obtuvieron 277 y 326 en las pruebas respectivas.

“Más que conformes, diría orgullosos de los resultados, puesto que el proyecto año a año se va mejorando, se va perfeccionando. Recordar que este modelo educativo fue generado para los hijos de campesinos, principalmente en su origen, no solo de San Nicolás, sino que del Valle del Itata, y que con la historia, ya sabemos, por el SAE, por el sistema de admisión escolar, se fue ampliando la cobertura y hoy día llegan niños de todas partes a estudiar. (…) Aquí hay niños de muy alto nivel económico compartiendo una sala con niños muy vulnerables y no han tenido, en estos seis años que llevamos más o menos con el sistema, ningún problema de convivencia”, valora el director del Liceo Bicentenario de San Nicolás, Víctor Reyes.

Uno de los pilares fundamentales del modelo educativo que los ha llevado a brillar en las mediciones y a mejorar el clima escolar, ha sido la incorporación de más horas de arte y el deporte a la malla curricular.

“Nunca hemos reducido las horas (de materias duras), las hemos complementado, no más de lo necesario y complemento con una base emocional fuerte en las artes. Desde la neurociencia el cerebro es plástico y esa plasticidad aumenta muchísimo con las artes y el deporte. El cerebro queda totalmente propicio para enseñar más matemática, más física, más química, que si yo hubiera como un fin enseñar eso sin preparar el cerebro del niño para acoger esas materias más abstractas. Entonces esa es la clave. Después se nos hace más fácil enseñar la matemática, el lenguaje y todas las otras áreas del currículum nacional”, sostiene el director.

Liderazgo distributivo y mayor autonomía a los profesores

El poder de decisiones en el establecimiento es horizontal, es decir, no solo se concentra en el director o jefe técnico, sino también se delegada a los profesores por asignaturas. Es decir, se entrega autonomía a los equipos de profesores en cuanto a planificar un proceso educativo con sentido pedagógico liderado por un profesor “mentor”.

Esa figura es quien dirige a los docentes de una misma asignatura del establecimiento y toma determinaciones en conjunto, respecto a temas propios del proceso en esa materia, por ejemplo, estilo de enseñanza, los contenidos a impartir, los alumnos que deben distribuirse por “agrupamientos”, definidos por ritmos de aprendizaje, los profesores idóneos para determinado curso y los materiales necesarios para la asignatura.

“La norma o el estándar nacional es que en los colegios hay un grupo de profesores y hay un jefe técnico y luego en teoría le dicen a los profes conversen, pero esas reflexiones no se dan fluidas, porque muchas veces el jefe técnico no tiene el mismo conocimiento. Por ejemplo, un jefe técnico de inglés, ¿cómo lo hago que converse con los profes de matemáticas? No manejan los mismos códigos. (…) Nosotros nos basamos en Michael Fulham, un teórico reconocido a nivel mundial que propone mucha autonomía a los profesores. (…) Nosotros ya teníamos las mentorías y quisimos que ese profesor se llamara mentor y no jefe. El mentor es quien acompaña, orienta, no solamente en la parte disciplinar, sino también en la parte emocional de los profesores. Ellos toman el currículum, lo jerarquizan, lo temporalizan en los años, van viendo qué contenido se enseña, los horarios de los profesores los establecen los mentores y no el jefe técnico”, explicó el director.

Las remuneraciones que reciben los docentes son las que contempla el Estatuto Docente y sus capacitaciones, no son al azar, se basan en las necesidades de los estudiantes y con foco en el modelo del liceo. “El año pasado el mentor de Biología gestionó un trabajo en conjunto con la Facultad de Veterinaria de la UdeC, porque muchos alumnos estaban interesados en estudiar esa carrera. Entonces, logró un convenio y luego alumnos lograron capacitaciones, pero paralelo a eso necesitábamos capacitaciones en Bioquímica y Química y eso se está dando este año para los profesores de Biología en el horario convenido con la facultad. La Universidad va ganar alumnos más preparados. No gaste nada, hice gestión”, aclaró.

Compromiso de los estudiantes y “agrupamientos flexibles” en base a avances

El establecimiento agrupa a los estudiantes en las salas de acuerdo a sus ritmos de aprendizaje, habilidades y niveles de avances, lo que denominan estrategia de “Agrupamiento flexible y dinámico”.

En palabras de Víctor Reyes, la acción impulsada se adecuó a la realidad heterogénea que presenta el liceo, es decir, a diversidad niveles de aprendizaje que coexisten en las salas, realidad que, en general, presentan los establecimientos públicos a diferencia de los privados, donde los niños poseen un nivel de conocimiento homogéneo.

“Cuando partimos el modelo para los niños del campo, la gran problemática que teníamos es que ellos venían con diferentes niveles de aprendizaje que no se ajustaban al curso al que llegaba. O sea, yo podía recibir un niño en primero medio y sus niveles de aprendizaje eran de quinto año. (…) El profesor decía yo paso las materias, pero los aprendizajes no aparecían en los niños, no se reflejaban. Entonces, rompimos la estructura de curso y ahora vamos a trabajar por agrupamiento, habilidad y ritmo, pero con dinamismo. Cuando el niño se supera, pasa al siguiente agrupamiento. Los resultados fueron validados la Agencia de la Calidad, que estuvieron mirando el modelo que funcionara y que no fuéramos a estigmatizar los niños, porque era raro, salíamos completamente del contexto nacional”, sostiene Reyes.

El compromiso del alumno con el proceso ha incidido en los resultados y su motivación ha trascendido en la participación activa en competencias o presentaciones de las diversas disciplinas tanto dentro como fuera del país, lo que enriquece su formación. El intercambio de alumnos también ha sumado al desempeño. En promedio, 10 alumnos del liceo viajarán al extranjero para perfeccionar los diversos idiomas que se imparten como chino mandarín, francés, alemán, Italiano, e inglés.

“No se gasta ningún peso, porque uno busca familias anfitrionas, por lo tanto, no hay costo municipal, solo gestión. Las agencias que promueven la movilidad en el mundo me van dando becas”, dice.

Si se trata de definir un perfil del estudiante, el director describe que “los alumnos son solidarios, sencillos, respetuosos, sinceros, siempre cercanos a la dirección del liceo, ellos manifiestan sus intereses con mucha claridad a temprana edad y el liceo se reorienta para cumplir con esas expectativas, un gran ejemplo es el área pre-militar que fue solicitada por los estudiantes”.

El aporte de los apoderados como ejecutores de proyectos

“Las familias son el gran soporte emocional de los estudiantes, la familia aconseja los hábitos y la disciplina que se requiere para propiciar buenos ambientes de convivencia. Los apoderados aquí no son meros espectadores del proceso educativo de sus hijos también participan activamente impulsando proyectos en beneficio del bienestar de la comunidad, lo que también ha incidido en mejor el clima y ,por ende, en el rendimiento. El Centro General de Padres se define como un aliado del liceo y participa en mejorar las condiciones de los alumnos, para mantener a raya, por ejemplo; el bullying”.

Así lo sostiene el presidente de Centro de Padres y Apoderados del Liceo de San Nicolás, Sergio Saavedra, quien comenta que como directiva han liderado proyectos que han logrado financiar con apoyo estatal y otros con recursos de los mismos apoderados, como equipamiento en cámaras, policlínico adolescente de contención emocional, asimismo han gestionado charlas sobre salud, sexualidad y uso de la tecnología y redes sociales.

“Compramos cámaras de seguridad porque la población educacional había crecido tanto que necesitábamos tener un poco el control. (…) En los momentos cuando eran tantos los estudiantes, estaba la necesidad de tener acá un asistente o un Tens, que pudiera contener en su primera instancia, por ejemplo, a un niño que se cayó en los recreos. (…) Nosotros cooperamos con medicamentos y las cosas necesarias para la atención. El colegio contrató a la profesional”, precisó.

Según Sergio, la directiva ha tratado de empapar a los apoderados del modelo, ya que en un inicio hubo desconfianza a la estrategia de grupos de avances en la sala, ya que era percibido como discriminatorio, pero en la medida que fue dando resultados los prejuicios desaparecieron.

“Nosotros hoy en día nos damos cuenta que nuestros hijos necesitan disciplina, que necesitan la mano dura de un papá, de una mamá y también del profesor, que fue lo que antes se manejaba. Nosotros respaldamos en las decisiones que se tomen, en todo lo que beneficie a nuestros hijos, pero también si hay algo que no corresponde, lo vamos a señalar, por lo tanto, se va generando una relación recíproca”, comenta.

Liceo inmerso en proyectos ambiciosos: industria 4.0 y nuevo edificio

Los liceos bicentenarios no cuentan con subvenciones adicionales, solo en el inicio hay un aporte, en el caso de este liceo fue en el año 2011, y se utilizó para construir salas de clases y CRA (Centro de Recursos para el Aprendizaje). Sus vías de financiamiento son las mismas que cuentan el resto de los establecimientos municipales, siendo suplidas las carencias de recursos por el Centro de Padres.

“La disponibilidad de recursos es la SEP, que es nuestro gran fondo para apoyar el modelo. Los recursos de Pro Retención, que son para los niños más vulnerables, y los recursos del PIE. La subvención normal está para pagar sueldos y para mantener la parte la parte contractual”, comenta.

En la actualidad están desarrollando un proyecto a la vanguardia de las nuevas tecnologías de “Educación 4.0”, por un monto aproximado de “300 millones, que viene a poner en marcha lo relativo a robótica, mecatrónica y automatización, financiado por el GORE. “Vamos a ser el primer liceo en implementar la industria 4.0. Nosotros ya sabemos que ya tenemos el estudio de todas las carreras que desaparecerán en el futuro y nos adelantamos para que los chicos, que están hoy día en quinto año y en sexto año, tengan una preparación más tecnológica y cuando aparezcan estas carreras nuevas ellos perfectamente se inserten”, explica.

Para el futuro el establecimiento proyecta contar con un nuevo edificio por necesidades de infraestructura mayor, ya que además de la enseñanza media alberga la educación básica de la escuela Sergio Martín que se quemó en un 60% en el pasado. La idea es contar con un solo campus educativo que integre ambos ciclos. “No es que va aumentar la matrícula, sino que vamos a poder unificar la básica y la media, y las clases de arte y deporte que se hacen hoy en el internado. Va haber mayor seguridad y mejores ambientes, viene con la nueva norma de dos metros cuadrados por alumno, vamos a ser pioneros en infraestructura educacional”, valora Víctor.

Se requieren $40 mil millones para el proyecto y está ad portas de contar con el RS.

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