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De Chillán al continente: Ñublense clasifica directo a la Copa Libertadores

Mauricio Ulloa

Patricio Rubio juega en un pie porque está acalambrado y no da más.

Lorenzo Reyes siente el desgaste de una temporada dura y al igual que Federico Mateos, defiende ya con más corazón y ganas, porque piernas casi no quedan.

Nicolás Guerra, que había marcado el empate transitorio 1-1, sale lesionado por un tirón. y desde la banca, junto al técnico Jaime García, le pide a los gladiadores que siguen en cancha, que hagan un último esfuerzo.

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Colo Colo, el campeón del fútbol chileno, que bajo la dirección técnica de Gustavo Quinteros no pudo vencer al Rojo, sigue atacando por todos lados para sepultar el sueño continental de Ñublense.

Entonces, Nicola Pérez, a dos minutos del final, saca un manotazo de otro partido, debajo del horizontal, para evitar el gol de Emiliano Amor, que hubiese sido el 2-1 final.

Ñublense resiste. La hinchada canta. El pitazo de Nicolás Gamboa desata el carnaval. El desahogo. La historia pura. Con épica. Con suspenso, pero, especialmente, con mucho corazón, el Rojo selló su clasificación a la fase directa de la Copa Libertadores de América 2023, tras igualar 1-1 con los albos, mientras que Curicó Unido, que pudo arrebatarle el Chile 2, igualó 1-1 con el Coquimbo Unido de Fernando Díaz, que se salvó, por ahora, del descenso (restando la apelación de Antofagasta) y de paso, le dio una mano a su ex equipo.

Guerra, gol clave

Los albos se jugaron una final en Chillán. A pesar que llegaron como campeones y los “diablos rojos” le hicieron el pasillo del monarca, se tomaron en serio la última fecha.

El balde de agua fría llegó para Ñublense cuando se cumplía el minuto 45. Matías Zaldivia conectó un centro de Suazo, y puso el 1-0.

Era un gol sicológico, terminando el primer tiempo, pero un minuto más tarde, apareció el segundo goleador del Rojo, Nicolás Guerra, para derrotar a Carabolí, con un remate bajo, tras magistral asistencia de Patricio Rubio. Ñublense se metía otra vez en el partido y con el empate acariciaba la fase de grupos de la Copa Libertadores.

A aguantar

La recta final de partido fue emocionante. Los “diablos rojos” sintieron el trajín del intenso duelo y el de una campaña extenuante.

Pero aunque no quedaban piernas, la organización defensiva del equipo de Jaime García fue notable.

Asomó la figura de Nicola Pérez, Vargas y Caroca, que sacaron todo. La fuerza del “Chucky” Campusano, la lucha de Patricio Rubio que estaba contracturado, el despliegue de Lorenzo Reyes, la garra de Cerezo, la pausa de Mateos. Guerra, que había anotado un gol histórico, sabía que sus compañeros no iban a aflojar los últimos minutos. Pitazo final. Ñublense hace historia. Está en fase de grupos de Copa Libertadores. Carnaval en la cancha. Reyes llora desconsolado de felicidad. García reparte abrazos. La barra canta sin parar. El sueño continental es una realidad. Ñuble es pura fiesta.

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