El portero de Ñublense, Nicola Pérez, desclasifica un dato tras recordar la definición a penales con O’Higgins en Rancagua, instancia en la que se transformó en figura.
“El portero Augusto Batalla me preguntó si lo había estudiado después de atajarle el penal. Yo le dije que no, que fue al azar. Jajaja, en verdad lo tenía estudiado”, confiesa entre risas el golero charrúa, confirmando que la botella que tenía en su arco, tenía pegado un papel que detallaba hacia donde lanzaban los ejecutantes del cuadro celeste, en la definición de los octavos de final de la Copa Chile.
“La noche anterior al partido, Mario González, el analista y el preparador de arqueros Ricardo Carrillo, me pasaron un papel con los ejecutantes anotados y a mí se me ocurrió que se pegara en la botella. Es un trabajo en equipo. Nada es al azar. Creíamos que podíamos definir a penales. El primero que atajé estaba en la botella”, comenta Pérez, quien ya piensa en el duelo frente a Everton, en Viña del Mar, por el choque de ida por los cuartos de final.
“Sabemos que vamos a enfrentar a un rival que tiene un buen ritmo, pero estamos conscientes que estamos pasando un buen momento, que físicamente estamos muy bien y esperamos la planificación del profesor para plasmarla en Viña del Mar y hacer un buen partido”
Ilusión viva
Nicola Pérez sabe que si avanzan a semifinales, la ilusión de ganar la Copa Chile cobrará más fuerza.
“Cuando hay una copa de por medio, siempre un jugador la va a querer ganar, al menos, yo la quiero ganar, sea una Copa Chile, liguilla, cuadrangular, lo que sea, mientras haya una copa y más esta copa, que da un cupo a la Libertadores, obviamente que ilusiona, pero también somos conscientes de que nos quedan para la final cuatro partidos y sabemos que los rivales juegan también. El torneo nacional es competitivo, no hay un rival que sobresalga y en esta copa se suman los que vienen de Segunda que van a dar su vida por ese cupo a la Libertadores. Y si pasamos esta llave y nos toca un equipo de Segunda, se van a jugar la vida, ya que Vial y Coquimbo están en buen nivel”, reflexiona.
Doble exigencia
El sobrio y seguro portero charrúa destaca que la fortaleza física del plantel se trabaja en cada entrenamiento y quedó demostrada en la llave con O’Higgins. En este sentido, asegura que están preparados para encarar una doble exigencia, la Copa Chile y el Torneo Nacional, si avanzan a las semifinales.
“Hemos demostrado esa capacidad. Somos uno de los equipos que más corre en el campeonato. Está bien físicamente. Estamos en condiciones de pelearle a cualquiera con nuestras armas, yendo paso a paso”, refuerza, además de aplaudir la fortaleza mental de cada jugador.
“Está el convencimiento de cada jugador. Es importante como la condición física y técnica, porque si no estás convencido de lo bueno que eres, es difícil que aportes, en eso también aporta el psicólogo deportivo que nos ayuda y nos hace pensar de otra manera, para que cuando nos toque actuar lo hagamos bien”, puntualiza, antes de poner el énfasis en el trabajo físico cómo otro gran secreto del gran momento del equipo.
“El rodaje de los partidos nos dará la intensidad después de un trabajo físico intenso que hicimos los primeros diez días después del receso. El equipo está en ese sentido bien, esperamos estar a la altura también en el torneo nacional, pero queda mucho, porque no ha terminado la primera rueda. La segunda será difícil”, detalla Nicola, quien asume que la huella de los porteros charrúas en Chillán es valorada por los hinchas.
“Es la mentalidad de los arqueros uruguayos, en eso, somos distintos a los de Sudamérica, y sin menospreciar a nadie, ya que ha quedado demostrado en Ñublense, donde han pasado buenos porteros, lo que habla bien de los preparadores de porteros en Uruguay, donde se hace un trabajo acabado y se complementa con lo que se hace acá”, sentencia Pérez, quien espera seguir siendo factor en la Copa Chile.
