De menos a más, desde los extremos hacia el centro por la larga y estrecha geografía, se comportó la participación electoral a nivel nacional en el plebiscito Constitucional del pasado domingo, ocasión en la que se impuso la opción En Contra.
Tanto en las regiones del norte, como en las del extremo sur, la concurrencia a las urnas no llegó al 80% (en Aysén se reportó la más baja, con un 71,68%).
En tanto, nuevamente las tres regiones del centro, que en el pasado plebiscito de 2022 se alzaron como “el triángulo de la participación” -O’Higgins, Maule y Ñuble, en el mismo orden-, repitieron la hazaña, con 90,71%, 90,04% y 88,83%, respectivamente.
Tres territorios eminentemente rurales, y en los que la votación del A Favor (sobre todo en O’Higgins y Ñuble) fue mayor a la del resto del país.
De hecho, el “Informe Preliminar Plebiscito Constitucional 2023, Patrones Comunales: Apoyo Electoral, Participación Electoral y Cambios”, realizado por Faro UDD y la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo; detectó que las comunas rurales presentaron mayores tasas de participación que el resto del país, y la menor caída que sufrió la opción “A Favor” ocurrió precisamente en comunas con mayor y menor ingreso mediano comunal.
Comparado con el plebiscito Constitucional de 2022, la participación a nivel nacional (84,48%) bajó un punto y medio.
En concreto, casi 13 millones de personas acudieron a depositar su papeleta para votar A Favor o En Contra, de un padrón de 15,4 millones.
Una participación que es considerada como la segunda más alta en la historia de Chile, teniendo en cuenta que solo fue superada por la que obtuvo el plebiscito del 4 de septiembre de 2022.
En ambos resultados influyó que para los dos procesos eleccionarios rigiera el voto obligatorio para todos los mayores de 18 años, cuyo domicilio debía estar registrado en Chile. Situación que se repetirá de aquí en adelante, ya que se reformó la Constitución para volver al voto obligatorio.
En Ñuble, en tanto, el nivel de votación se mantuvo prácticamente igual, con un 88,83%, versus el 88,91% del plebiscito de 2022.
Pero no es la única instancia con la que este referéndum se puede comparar, puesto que en mayo de 2023 se llevó a cabo la elección de los candidatos al Consejo Constitucional, también mediante voto obligatorio.
En esa ocasión, un 82,55% de los ciudadanos se trasladó a ejercer su deber cívico en el territorio nacional, y un 88,3% lo hizo en Ñuble.
Las que más y menos votaron
A nivel regional, la comuna de Chillán Viejo -con una alta tasa de electores de la tercera edad- se consolida como la de mayor participación. El pasado domingo obtuvo un 92,43%, y pese a que esta disminuyó respecto de 2022, cuando alcanzó un 93,29%; se mantiene sobre el 90%, al igual que Coihueco (91,76%), que incluso aumentó su votación respecto de 2022; San Nicolás (91,23%) y San Ignacio (90,51%). Coelemu y Pinto también alcanzaron el 90%, con 89,81% y 89,66%, respectivamente.
En tanto, las comunas de Ñuble con menor concurrencia a las urnas fueron Ñiquén (85,47%), San Fabián (85,83%), Portezuelo (87,18%), Ninhue (87,26%) y Chillán (87,92%).
Ésta última, capital regional y principal centro urbano del territorio, disminuyó su participación respecto del plebiscito de 2022, cuando alcanzó un 88,65%.
De las 21 comunas de la región, 13 aumentaron su porcentaje de concurrencia a las urnas: Bulnes, Coelemu, Coihueco, El Carmen, Ninhue, Pemuco, Portezuelo, Quirihue, San Carlos, San Fabián, San Ignacio, San Nicolás y Yungay
