Si bien el comportamiento del mercado internacional de la carne -principalmente el Mercosur-tiene una alta incidencia en los precios de la carne de vacuno en Chile, debido a que cerca de un 70% es importada, es innegable que la caída de la demanda en el mercado nacional está frenando las alzas de precios que se registraron entre el cuarto trimestre del año pasado y el primer trimestre de 2023, e incluso, en el caso de algunos cortes de mayor valor, ya se han observado algunas bajas, principalmente en carne importada que se expende en supermercados.
Este escenario se repite en la región de Ñuble, donde la menor liquidez en los hogares y la elevada inflación asoman como factores clave de la menor demanda, según coinciden actores locales de la cadena, como el presidente de la Asociación Gremial de Productores de Carne Bovina de Ñuble (Aprocarne Ñuble), Carlos Smith; el presidente de CAR Ñuble, Guillermo Martínez; y uno de los socios de Carnicería La Granja, de Chillán, Miguel Mora.
Según estadísticas de Odepa, que monitorea los precios a consumidor tanto en carnicerías como en supermercados, en la región de Ñuble se observa una estabilización de los precios, en términos generales, a partir del segundo trimestre del presente año.
En el caso del lomo vetado, el precio promedio en junio de 2023 en supermercados de Ñuble ($12.111/kg) disminuyó 16% en comparación con febrero pasado ($14.416), dando cuenta de una caída sostenida en los últimos meses; mientras que, en las carnicerías de la región, el promedio de junio ($15.274) es levemente inferior (0,7%) al registrado en febrero ($15.379).
También muestran una tendencia a la baja el lomo liso y el asiento, principalmente en supermercados. En cuanto al filete, los valores se han estabilizado en torno a los $15.500 en supermercados, luego de superar los $16.000 entre noviembre de 2022 y enero de 2023; mientras que en las carnicerías su valor se encuentra actualmente en sus niveles más altos.
En el caso de un corte más masivo, como la posta rosada, los precios se han mantenido más estables, sobre los $9 mil en supermercados, y sobre los $10 mil en las carnicerías.
Caída del consumo
Miguel Mora, socio de Carnicería La Granja, reconoció que la inflación y los menores ingresos de los hogares han incidido en la caída del consumo.
“En términos generales, las ventas del rubro han caído un 40%; y en mi caso, que también vendo a restaurantes, en los últimos 30 días bajaron 18%, y si consideramos solo la venta en el mesón del local que tenemos en calle Arauco, hemos bajado un 30% en comparación con mayo”, aseguró el empresario, quien admitió que las ventas vienen cayendo sostenidamente en los últimos meses, por lo que si se compara con el último trimestre de 2022, la contracción es mucho más profunda.
“Con el tema de los retiros, hasta hace tres meses la gente compraba nomás. Hoy día la gente está más austera, con toda la información que da la televisión, que en el fondo te meten miedo, todo es catastrófico, que las enfermedades, que la inflación, que hay un mal manejo económico, y la gente entra en pánico colectivo y cuida mucho más su plata. Entonces, tú notas que ahora la gente compra menos carne y lo ha reemplazado por cerdo y pollo”, agregó.
Añadió que, “en esta fecha los supermercados están liquidando varios cortes de carne importada, porque las ventas han bajado mucho y tienen stock acumulado, no olvide que son productos perecibles”.
Mora explicó que el precio de la carne de vacuno, en general, se ha mantenido, aunque también precisó que se observan bajas en algunos cortes finos o de mayor valor, como el filete, el asiento, el lomo liso y el entrecot, principalmente los importados, dado que la carne nacional ha tendido a estabilizar sus precios. “En el caso del lomo vetado, como es el caballito de batalla de los asados, su precio se ha mantenido y la gente sigue haciendo el esfuerzo porque se va a la segura”, precisó.
Apuntó, además, que en estos meses se registran bajas de precio en las ferias de animales, como la feria CAR de Bulnes, particularmente con el novillo gordo de pasto. Acotó, sin embargo, que “hay una gran diferencia entre el animal de pasto y el de silo, este último, más cotizado. “El de pasto ha bajado un poquito, porque hay muchos agricultores pequeños que, en estas fechas, con el tema del invierno, no tienen pasto y mantener un animal encerrado con alimentación implica tiempo y un costo que se dispara y al final, no es rentable; así que ellos se desprenden, por lo general, en esta fecha, porque no tienen forraje”, sostuvo.
No obstante lo anterior, subrayó que “los que marcan el precio hoy día aquí en Chile son los que importan la carne; ellos son los que manejan el mercado, ni siquiera los ganaderos aquí en la región manejan los precios. Ellos se basan en los precios que pone la carne importada”.
El dueño de La Granja hizo hincapié en que la carne importada de Paraguay, Brasil y Argentina que llega a Chile “es la tercera selección, de una calidad muy inferior a la carne nacional”.
Normalización de precios
Carlos Smith, reconocido empresario ganadero de el Carmen y presidente de Aprocarne Ñuble, afirmó que efectivamente ha bajado el precio de la carne si se compara con los peaks que se observaron en octubre del año pasado. “En octubre el precio estuvo alto, creo que llegó a $4.800 el kilo de carne en vara, y luego empezó a bajar, porque en definitiva, el alza tenía que ver con la mayor liquidez de las familias, había una demanda insatisfecha de carne nacional, que es lo que siempre la gente anhelaba consumir, por lo que mientras hubo liquidez la gente compró carne nacional y eso puso los precios arriba, pero luego empezó a bajar como también bajó en el Mercosur, una vez que la pandemia se empezó a calmar, se normalizaron un poco los precios. Yo diría que algunos precios están un 20% más bajos que ese peak, aunque los carniceros han mantenido sus precios, y no creo que haya espacio para subirlos”.
En ese sentido, apuntó que la caída del consumo es el principal factor de la baja en los precios de los animales en la feria y de la carne bovina a consumidor, en comparación con el año pasado. “Cuando el billete escasea la carne pasa a ser un lujo y dentro de ese lujo la gente va a buscar lo más barato, donde lo más barato va a ser siempre importado, como la carne paraguaya”, enfatizó.
El dirigente gremial apuntó que, más allá de la contingencia, el sector ganadero sigue reduciéndose, porque hay una baja en la rentabilidad y por la fuerte competencia por el uso del suelo, que se ha ido ocupando con cultivos más intensivos, como los frutales.
Consultado por el comportamiento de los precios de la carne en lo que resta del año, planteó que se debieran mantener, con una posible alza en septiembre. “Yo creo que van a seguir la curva normal, los precios van a ir al alza, estamos en invierno, en que obviamente, es más difícil engordar; no hay animales que se puedan engordar a pasto en este momento, solamente en silo, con forraje conservado, que siempre es más caro. Y esto se va a mantener, yo creo el precio va a subir un poquito cuando aumente la demanda, en septiembre, cercano al 18. A principios de agosto las plantas (faenadoras) empiezan a abastecerse de novillo para producción de carne para las Fiestas Patrias y en ese momento normalmente se produce un alza, que dura hasta el 15 de octubre, más o menos, hasta que hay una recuperación de inventarios”, aseveró Smith.
Valor de ganado bovino
Un diagnóstico presentó Guillermo Martínez, presidente de CAR Ñuble, a cargo de las ferias ganaderas de Bulnes y San Carlos.
Martínez comentó que, por razones estacionales, los precios del ganado bovino tienden a bajar en el verano y en otoño, porque el consumo de carne disminuye, “y también porque los productores del secano costero empiezan a sacar en marzo el ganado a la feria y baja el precio también”.
En comparación con el peak que alcanzaron los precios del ganado bovino el año pasado, sostuvo que “esos precios no los vamos a volver a tener, porque hay una baja del dólar, hay más oferta en el mercado nacional y hay oferta en los mercados externos, y por otro lado, el consumidor tiene menos liquidez que el año pasado, y en consecuencia, está comprando menos carne”.
“El año pasado tuvimos un alza de $200-$250 pesos (por kilo) y este año ha sido de 100 pesos, nada más que para los gordos, mientras que se ha mantenido el precio para el ganado de crianza, para engorda”, señaló Martínez, quien recordó que el año pasado se retiraron varios engorderos del mercado debido al alza de los costos, como los precios del maíz y de los fertilizantes.
Sin embargo, el dirigente sostuvo que en las últimas semanas se registró un alza de $100 en el ganado para desposte gordo en feria, principalmente novillo gordo, vaquilla gorda y vaca gorda. “Se va a mantener cien pesos más caro el ganado gordo en feria. En las carnicerías no sé cuánto irá a repuntar el precio, pero los carniceros están con las manos atadas porque no hay tanto consumo de carne, entonces, no hay espacio para subir los precios”, anticipó.
