Señor Director:
Tras los primeros dos debates lo único claro es la evidente orfandad en el espacio del centro político. Por el lado de la oposición tanto Jadue como Boric representan las ideas de una izquierda obtusa, intolerante y que le da lo mismo tanto la diversidad como la libertad de expresión, entre otros. Ni hablar de propuestas en lo económico: lo suyo es el gasto.
Por el lado del oficialismo el único que intenta hacer esfuerzos por ampliar la coalición, y convocar mayorías, es Sichel. Sin embargo el independiente se enfrenta a un electorado dogmático y que visualiza ser “de centro” igual a “ser de izquierda”. Frente a esa tozudez hubiera sido ideal un debate entre Narváez y Provoste pero, y ante la incapacidad de ese sector para ponerse de acuerdo, sólo podremos aspirar a conocer la visión de dos de los tres tercios disponibles en el actual sistema político chileno donde, una vez más, los extremos ganan espacios de representación en desmedro del centro.
Rodrigo Durán Guzmán
