“Transformé la casa de mi polola en un verdadero tatami”, revelaba hace algunas semanas, el destacado taekwondista chillanejo y seleccionado chileno, Sebastián Navea.
La misma situación estaba viviendo Dylan Iturra, también seleccionado, competidor del último selectivo preolímpico, para los JJ.OO. de Tokio, suspendidos para el 2021, Dylan Iturra.
Ambos deportistas adaptaron sus rutinas de entrenamientos en casa, en medio del avance de la pandemia por el covid-19, ya que no pueden realizar sesiones grupales en clubes o gimnasios.
Reciben tatami
En este contexto, el IND decidió facilitar su Tatami para que Sebastián Navea y Dylan Iturra puedan entrenar en casa con rutinas que les permitan mantener un alto nivel de competencia.
Este implemento fue adquirido por el IND de Ñuble a través del programa Cer-Gore financiado por el Gobierno Regional.
“Ambos son deportistas que compiten al más alto nivel. Para eso les facilitamos nuestro tatami que cumple con todos los estándares de calidad y dimensiones oficiales. De esta forma podrán mantener un alto nivel cuando les toque volver a las competencias, sobre todo considerando que son deportistas que están enfrentando a los mejores del mundo”, explicó la Seremi del Deporte, Javiera Muñoz.
Navea, quien recientemente se ubicó entre los 12 mejores del mundo en su especialidad (Kyorugi, -63 kg), aseguró que “era una necesidad muy importante para mí y Dylan ya que estábamos ocupando uno muy antiguo. Por eso recurrimos al IND y ahora quedamos mucho más tranquilos porque podremos entrenar cómodos y prepararnos de la mejor forma para lo que venga, que esperamos sea en un futuro próximo”.
El Director (s) del IND Ñuble, Marcelo Zapata, agregó que “Recibimos el llamado de Dylan y Sebastián para poder facilitarles el tatami. Así podrán seguir respetando las medidas sanitarias decretadas por la autoridad. El deporte también se ha debido adaptar a esta nueva realidad, y esto es un ejemplo de ello”.
Dylan Iturra, talento de 18 años y gran futuro, considera esencial este apoyo ya que se perfila como uno de los taekwondistas con más proyección a nivel nacional.
“Esto nos viene como anillo al dedo, porque estaba entrenando en un tatami que no estaba en las mejores condiciones y necesitamos mantener el nivel. Ha sido complicado porque al comienzo estábamos más aislado. Igual afecta sicológicamente porque no hay combates, pero uno tiene que seguir con las metas claras para cuando vuelvan las competencias”, concluye Iturra, quien sigue la huella de Navea.
