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UdeC transfiere protocolo de producción de brandy a viñateros de Rahuil

Con la firma de la licencia no onerosa del protocolo de elaboración de brandy y la entrega de un manual explicativo del proceso finalizó exitosamente el proyecto que desde el año 2017 desarrollaron investigadores/as UdeC con viñateros del Valle del Itata.

La sede comunitaria de Rahuil Alto fue el escenario para concretar la ceremonia donde se llevó a cabo la firma de la Licencia, con una degustación de los tres productos originados en el proyecto y un almuerzo de camaradería con la comunidad de viñateros y autoridades presentes.

Este evento contó con la presencia del rector de la Universidad de Concepción, Dr. Carlos Saavedra Rubilar; la vicerrectora de Investigación y Desarrollo, Dra. Andrea Rodríguez; la directora ejecutiva de la OTL UdeC, Andrea Catalán; la decana de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, Dra. Margarita Marchant, el decano de la Facultad de Agronomía, Dr. Guillermo Wells, entre otras autoridades universitarias. La ceremonia también contó con la presencia del alcalde de la comuna de Florida, Jorge Roa; y el senador de la circunscripción 10 Región del Biobío, Gastón Saavedra. Participaron también miembros de la Agrupación de Viñateros de Rahuil Alto y sus familias, encabezados por su presidente, Dagoberto Riquelme, además de investigadores/as de la Universidad de Concepción.

“Lo que hacemos hoy día es la firma de un convenio de transferencia no onerosa de la licencia para generar Brandy para la zona sur del Itata. Es un trabajo colaborativo con los viñateros de la región y las Facultades de Ciencias Naturales y Oceanográficas, y de Agronomía (Campus Chillán). Ellos en conjunto con los viñateros desarrollaron la técnica para producir, a partir del vino, un brandy con características muy particulares, que lo hacen un producto atractivo, apetecible e interesante, para quienes desean degustar este tipo de producto”, destacó el Rector UdeC, Dr. Carlos Saavedra Rubilar.

En su intervención, el Rector UdeC indicó que esta iniciativa busca ser un aporte que contribuya a la transformación de las matrices productivas de la zona. “Lo que entendemos es la necesidad de ir aportando a la transformación de las matrices productivas. Si bien todavía a partir -en este caso- de productos agrícolas el cómo ir tecnificando y agregando valor a los procesos productivos y, desde esa perspectiva el conocimiento que se genera en nuestras facultades está a disposición de los viñateros de la zona sur del Itata”, recalcó el Rector UdeC. “La entrega de esta licencia es parte de los mecanismos de vinculación que tenemos con las comunidades, con los territorios y en los cuales queremos aportar en esta transformación de matrices productivas, en particular, ir incorporando cada vez más tecnología y está vinculada a productos mayores como el Distrito de Innovación para la Industria Agroalimentaria Inteligente y la Sustentabilidad de la Región de Ñuble. El día de hoy firmamos un convenio y esperamos que éste y muchos otros proyectos puedan surgir desde esta gran iniciativa”, agregó.

Valorización del Patrimonio Vitivinícola

El proyecto, financiado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), “Valorización del patrimonio vitivinícola del Valle del Itata mediante la producción de un Brandy D.O. que aumente la competitividad de los pequeños productores” (FIA PYT-2017-0728 y 2017-2020) fue ejecutado por el Laboratorio de Química de Productos Naturales del Departamento de Botánica de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas y el Laboratorio Enológico de la Facultad de Agronomía, Campus Chillán, de la Universidad de Concepción,

Desde 2017 investigadores trabajaron junto a vitivinicultores de Rahuil Alto en la comuna de Florida, para producir brandy, dando un valor agregado a sus cultivos y proyectando un futuro prometedor para las familias vinculadas al sector viñatero y turístico de la Región del Biobío.

El objetivo principal de este proyecto fue desarrollar un protocolo de elaboración de un brandy para agregar valor a las cepas de uvas terpénicas patrimoniales del Valle del Itata, principalmente las cepas de uva Torontel, Moscatel de Alejandría y Corinto, entre otras, producidas en los predios de los miembros de la Agrupación de Viñateros de Rahuil Alto.

“Para nosotros esto ha sido un paso muy importante porque somos productores de uva y vino. La gente de la Universidad de Concepción se acercó a nosotros y nos dijo de esta oportunidad y nosotros la acogimos al tiro, porque nos dijeron: vamos a tomar distintas cepas y vamos a ver la posibilidad de hacer un destilado para hacer brandy. Fue entonces que dijimos aquí vamos con todo, porque vemos que esta es la última salvación para nosotros como viñateros y que permite dar un valor agregado a este producto, porque realmente los precios de las uvas han estado muy bajos durante los últimos 30 a 40 años, expresó el presidente de la Agrupación de Viñateros de la comuna de Florida, Dagoberto Riquelme Muñoz.

En la ceremonia de firma de este convenio, el alcalde de la comuna de Florida, Jorge Roa, comprometió su apoyo a la iniciativa y al trabajo de los viñateros de Rahuil Alto. “Este proyecto le da un valor agregado al producto y hace que la comuna vaya creciendo en distintos aspectos. Hay mucha gente que está involucrada en esto y la comercialización la vamos a hacer en ferias costumbristas, aquí en nuestra Fiesta de la Vendimia y del Vino, cada vez que vayamos a Concepción y en alguna feria Expo Mundo en Santiago. Los vamos a hacer recorrer todo el país, para que tengan en visión lo que se está haciendo acá y como una comunidad pequeña también es capaz de darle valor agregado a productos que antes eran solo de origen. Hoy los tiempos han cambiado y con ello también los sistemas productivos. Hoy ya no solo tenemos el vino, sino que tenemos otros productos más elaborados, que estamos poniendo en el mercado para indicar que nuestros campesinos son capaces de ir profundizando en más y mejores formas de poder procesar los productos que con tanto esfuerzo y sacrificio cuidan durante todo un año, para tener un mejor resultado. Este convenio es algo definitivo que hace que el brandy salga ya no solo a la Región del Biobío, sino que a todo Chile y también por qué no decirlo al mundo”.

Trabajo en la UdeC y con la comunidad

Esta iniciativa contó con un equipo interdisciplinario e interfacultades, que fue el encargado de llevar a cabo la transferencia de conocimiento científico y técnico especializado a alrededor de 40 productores viñateros de Rahuil Alto.

El equipo de trabajo de este proyecto fue encabezado por el Dr. José Becerra (director proyecto), junto a la Dra. Claudia Pérez (Coordinadora) y el biólogo Daniel Cajas (investigador), todos del Depto. de Botánica UdeC. Además del Dr. Ignacio Serra (investigador y enólogo) de la Facultad de Agronomía UdeC; el Dr. Pedro Aqueveque (investigador) de la Facultad de Ingeniería Agrícola UdeC, Campus Chillán. El proyecto también contó con el trabajo del enólogo Gustavo Martínez de la I. Municipalidad de Florida, quien actuó como coordinador del sector productivo; y el trabajo de la ingeniera de proyectos, Muriel Sandoval.

El tradicional vino, producido históricamente por los viñateros de Rahuil, fue destilado hasta obtener el preciado brandy, un aguardiente envejecido en madera, macerado en madera por una cantidad de tiempo que le otorga al producto final un aroma característico y un color ámbar.

Para los viñateros el salto fue estratosférico: pasar de vender un kilo de uva a 100 pesos para producir un vino pipeño que vale unos 500 pesos el litro, a hacer un brandy, cuyo valor comercial puede alcanzar los 20 mil pesos, promete a futuro poner en valor la riqueza patrimonial de sus centenarios cultivos de vides.

En esta primera etapa, se hizo un proceso acelerado de envejecimiento usando chips de roble francés y con agitación, sin embargo, es de interés profundizar en estos procesos esto es llevar a barricas de roble francés y/o americano, permanecer más tiempo (meses-años) a fin de extraer aromáticos y taninos otorgando un perfil característico del brandy en aroma, sabor y color que lo caracterice. Entre las actividades del proyecto se incluyeron diversas acciones con la comunidad de vitivinicultores. Una de ellas fue un seminario de capacitación sobre la poda dirigido a mujeres, con el objetivo de integrarlas al proceso de producción de una actividad que tradicionalmente ha sido realizada en su mayoría por los hombres. Esta actividad tuvo una positiva respuesta en 50 mujeres de Rahuil. Además, se realizaron talleres de cata y de destilados, dirigidos a toda la comunidad de viñateros, entre otras actividades.

“Este proyecto empieza desde la primera fase de la producción de vino, tuvimos capacitación en poda de las viñas, en la producción de vino a los viñateros y también sobre el proceso de destilación del vino, para obtener un destilado de 75 a 85 grados y que después se transforma con un proceso posterior dónde va envejeciendo en madera hasta obtener este licor de color ámbar, que de acuerdo con la ley vigente no puede tener menos de 36 grados y de ahí hacia arriba. El primero que probamos tenía 75 grados, poníamos una gota y se evaporaba inmediatamente. La sensación era bastante especial. Lo bajamos a 50 grados y todavía nos dijeron que era mucho. Finalmente, lo dejamos en 43 grados, como un número intermedio, primero y, porque suma siete y nosotros pensamos que el brandy que sacamos para Florida va a ser un siete para la Región”, aseguró contento el profesor José Becerra al presentar las tres variedades de brandy originadas en el proyecto que él lideró.

Todo el proceso químico se realizó en la UdeC en el Laboratorio de Química de Productos Naturales. Sin embargo, este proyecto FIA concretó un aporte real a la comunidad de vitivinicultores a través de la entrega de un destilador de cobre de 150 litros y el apoyo financiero para readecuar el espacio de su cooperativa.

El profesor Becerra destaca la buena acogida que la iniciativa tuvo entre los viñateros que conforman la agrupación de Rahuil Alto. “Gracias a este proyecto, hicimos entrega de equipamiento para que produzcan vino y el destilado, además de un manual donde se traspasa todo el conocimiento a través de la descripción del proceso. Todo esto fue posible porque nos encontramos con un grupo excepcional liderado por don Dagoberto, con viñateros que trabajan con el cultivo de viñas centenarias, que vienen del tiempo de la colonia. Del año 1448 son las primeras plantaciones de la Región. La comunidad de viñateros nos apoyó en todo momento, tanto en las actividades que realizamos aquí como en las actividades que realizamos en la Universidad de Concepción, en el Laboratorio de Química de Productos Naturales en el Campus Concepción como en la Facultad de Agronomía Campus Chillán. Siempre han creído en nosotros y esperamos no defraudarlos con este producto”.

Previo a la pandemia, el brandy con sello UdeC fue presentado exitosamente en la Fiesta de la Vendimia, que contó con la participación de 5 mil personas. Allí se realizó un taller y la degustación del producto.

Viñateros de Rahuil

La Agrupación de Viñateros de Rahuil Alto está integrada por 76 vitivinicultores. Funciona desde el año 2004 y, en 2012, 40 de ellos se decidieron por establecer una Sociedad por Acciones (SpA).

El presidente de la agrupación, Dagoberto Riquelme, sostiene que además del problema del bajo precio que se paga por las uvas y el vino que producen, se suma otra preocupante situación relacionada con la cantidad de hectáreas dedicadas al cultivo vitivinícola en la zona.

“Hemos visto que la cantidad de hectáreas de viñas de la comuna de Florida han estado disminuyendo. En los años ‘70 – ‘75 teníamos alrededor de 890 hectáreas, el 2007 ya teníamos 385, y en 2022 solo 198 hectáreas. Hemos ido bajando mucho más de un 50% y eso ya significa que aquí estamos peleando nuestra historia, la historia viñatera tan bonita que tenemos en Rahuil”, asegura Dagoberto Riquelme, presidente de la Agrupación de Viñateros de Rahuil Alto.

Al respecto, el Senador por el Circunscripción 10, Gastón Saavedra, destaca la tradición patrimonial que tiene el trabajo de los viñateros de la zona y la importancia de abrir espacios para recuperar estos territorios para el cultivo vitivinícola.

“Este es un proyecto que recoge la historia, en primer lugar, lo que está en nuestras espaldas es el cultivo de la vid ancestral en este territorio, además con un clima particular que es propio de este territorio, que permite el desarrollo de este trabajo agrícola y que además genera muchos empleos. Hay una serie de elementos que se van articulando y que van desarrollando un proyecto tal que permite que Florida hoy tenga una expectativa de vida distinta a lo que hay con los otros cultivos como los pinos y los eucaliptos, qué pueden estar, pero tenemos que rescatar lo que se hizo históricamente y, al mismo tiempo, potenciar este trabajo para que se le agregue valor a la uva y con eso se genera empleo y riqueza, desarrollo económico local en una comuna como Florida, que tiene pocas posibilidades en este ámbito. En segundo lugar, en cuanto a la transferencia de conocimiento yo diría que el Rector fue muy recatado al catalogarla de no oneroso, porque si cuantificamos lo que hace la Universidad de Concepción al transferir el conocimiento que realiza en sus facultades es muchísimo el valor de lo que se está entregando a la comunidad y que permite a la comuna salir adelante con un proyecto como este” destaca el senador Gastón Saavedra.

Testimonios

“Este proyecto es muy bueno porque hace años que estamos trabajando aquí y nadie nos venía a ver para conocer qué problemas tenemos con el vino, hasta ahora”. José Hilario García

“Fue muy positivo que se hiciera este proyecto del brandy. Nosotros teníamos ese problema con el precio de la uva, porque la pagan a bajo precio, pero este proyecto es una oportunidad que da esperanza para el futuro”. Luis Gómez.

“Fue una buena experiencia para mejorar en algo nuestra situación. En mi viña produzco una negra cargadora y blanca Italia y todo eso sirve para producir el brandy, así que nosotros ahora entregamos las uvas para producir el branding”. Juan Luis Luengo.

“Fue una bonita experiencia porque el vino ya no se puede vender a buen precio, pero con el brandy va a pasar a ser mejor el vino, lo podemos hacer brandy y vamos a ganar más, porque los precios de los vinos han estado malos y de las uvas peor todavía. Esto es para mejorar, es para bien. Yo tengo varias clases de uva como moscatel de Alejandría, corinto, uva país y otras, entonces me gustaría que pudiéramos salir adelante con todo esto”. Jaime Fuentes.

“Esta oportunidad está muy buena para sacar más provecho de la uva. Mi familia produce viñas desde mucho antes de que yo naciera y yo ya tengo 60 años, así que esta es una buena oportunidad que antes no la habíamos visto”, Carmen Cerna.

“Esto me parece fabuloso porque es algo muy importante para nosotros los campesinos viñateros de Rahuil. Yo soy nacida y criada aquí en Rahuil y vi a mis padres trabajar las viñas, así que esto es un orgullo grande para nosotros. Yo tengo 68 años y todavía nosotros participamos en labores de viñas con mi esposo. Esta es una gran oportunidad porque si la uva tiene mal precio, entonces por otro lado que exista una posibilidad de desarrollo socioeconómico para los viñateros de Rahuil”. Flavia Paredes.

“El objetivo también lo podemos lograr con el apoyo del Estado, porque como somos pequeños agricultores es muy difícil desarrollar algo como esto nosotros solos. Por eso confiamos tanto en la Universidad como las autoridades que nos van a seguir apoyando con ese proyecto. Es una esperanza para las futuras generaciones, porque nosotros estamos avanzando en edad, sobre los 40 años”, Dagoberto Riquelme.

Proyecciones

“Como proyección futura visualizamos un circuito turístico en la zona, porque son las viñas más cercanas que tenemos a la ciudad de Concepción y ahora hay una conexión especial con Florida. Alguien que visita la ciudad puede conocer las viñas y su particularidad, como viñas cultivaras a ras de tierra y que reciben todas las bondades del microclima costero y el tipo de suelo del valle del Itata, lo que le dan una característica especial”, dice la Dra. Claudia Pérez, directora alterna del proyecto y académica del Departamento de Botánica de la FCNO-UdeC.

El desarrollo de este proyecto FIA también estimuló la formación de capital humano avanzado, una muestra de esto fue la práctica profesional “Generación de un protocolo para la destilación de tres tipos de vinos”, del alumno Danilo Godoy.

Asimismo, este proyecto promete abrir nuevos horizontes, sobre todo pensando en las futuras generaciones. “Como equipo vemos la necesidad futura de implementar un Centro de Formación Técnica especializada en el área, dirigido a los hijos de los agricultores y vitivinicultores, para que se formen en esta línea y que sean ellos los que mantengan esta tradición, porque para los vitivinicultores es importante que esto trascienda en el tiempo, con este tipo de cultivo con características únicas y que podría llegar a marcar una diferencia en el mercado a nivel nacional y de paso poner en valor la riqueza patrimonial de nuestra zona”, recalcó el Dr. José Becerra.

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