Este viernes se instaló una placa en la Facultad de Educación y Humanidades. El presbítero español falleció el 15 de agosto de 2021 y es recordado por su incansable trabajo en plena dictadura militar.
La Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad del Bío-Bío en conjunto con el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), instalaron este viernes una placa recordatoria para el profesor emérito, sacerdote y psicólogo José Luis Ysern de Arce, por su incansable labor en defensa y acompañamiento de víctimas del golpe de estado de 1973.
La placa, que reconoce al presbítero español como defensor de los derechos humanos, fue instalada en un sector de la Facultad de Educación y Humanidades en el marco de una ceremonia en la que se recordó la figura del fundador de la carrera de Psicología, que falleció el 15 de agosto de 2021.
La decana de la facultad, Fancy Castro, comentó que “para la Facultad de Educación y Humanidades es un orgullo haber tenido la posibilidad contar un académico como el profesor José Luis Ysern, por ello es importante señalar que su legado y reconocimiento que realiza el INDH, nos permite dejar una evidencia de su paso por esta casa de estudios y proyectar la figura de un ser humano que fue clave en la vida de muchas personas que sufrieron la persecución en nuestro país”.
Isabel Amor, directora regional del INDH, dijo que no conoció en persona al sacerdote,“pero hice la tarea y conversé con mucha gente que lo conoció. No me había tocado nunca en la vida vivir esta experiencia de honrar la vida de una persona como José Luis. Esto parte de una iniciativa nacional para reconocer a los defensores de los derechos humanos y de verdad espero que algunas cosas se den por sentadas y no sea necesario que existan tantos defensores”.
El rector de la Universidad del Bío-Bío, Benito Umaña Hermosilla, valoró este importante reconocimiento precisando:“tuve el honor de conocer al padre José Luis Ysern y como universidad pública y estatal nos sentimos honrados. Quiero agradecer este momento y felicito a la Facultad de Educación y Humanidades donde el padre desarrolló su labor académica, destacando en su quehacer universitario y por sus cualidades humanas”.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Ñuble, Teresa Retamal, tomó la palabra. Según señaló, nunca se había referido públicamente a lo que ella vivió en cautiverio. “Me lo encontré en la cárcel luego de haber sido secuestrada en 1974 y aunque no le dije nada, su presencia me confortó y me dio la fortaleza de armarme y seguir adelante. Creo que era necesario decirlo ya que él era una persona humana, íntegra y sublime. Después nos encontramos en la Agrupación y él conocía nuestros nombres, ánimos, carencias y dolores. Tenemos grandes recuerdos de él y hacen falta muchos como él”, precisó.
La ceremonia también estuvo acompañada por los sacerdotes de la Diócesis de Chillán Fernando Varas (quien fue alumno de Ysern en el Seminario Metropolitano) y Raúl Manríquez. Este último trabajó desde su cargo como vicario general junto al sacerdote José Luis en la defensa de cientos de personas que acudieron a la iglesia en aquellos años. Manríquez fue el encargado de bendecir la placa, tras lo cual señaló: “antes que partiera, conversamos. Él estaba muy agradecido de cómo lo había recibido este país desde el comienzo porque se fue identificando muy rápido con Chile. Lo hizo tanto que más de alguno dijo que era un cura chileno nacido en Valencia”.
Acompañaron la ceremonia además los hermanos Hedy y Sergio Zarzar, en representación de la familia; la prorrectora Julia Fawaz, y el cantautor local Osvaldo Alveal, quien interpretó un pequeño repertorio en recuerdo al sacerdote.
