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Solo 4% de Pymes locales dice estar preparada para afrontar la crisis

Una alta vulnerabilidad a los efectos de la crisis así como una visión pesimista respecto de la actividad económica regional en el futuro próximo, en el contexto del complejo escenario generado por la crisis sanitaria mundial por Covid-19, envidenció el estudio Pulso de la Economía de la Región de Ñuble, aplicado a empresas.

La encuesta fue elaborada por la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad del Bío Bío (FACE UBB) junto a la Corporación de Adelanto y Desarrollo de Ñuble (Corñuble), con la colaboración del Núcleo de Investigación en Data Analytics de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, en alianza con Diario La Discusión. El equipo de profesionales que integraron el grupo de estudio estuvo liderado por Benito Umaña, decano de FACE UBB, junto a Álvaro Acuña (UBB), Hanns de la Fuente (PUCV) y Marisela Fonseca (UBB).

Debido a la cuarentena sanitaria, el estudio debió considerar una recolección de datos virtuales, a través de la aplicación de la encuesta en redes sociales y correo electrónico, realizada entre los días 13 y 22 de abril del presente año 2020.

Además de la tradicional medición aplicada a personas, en esta oportunidad, se decidió agregar una encuesta destinada a empresas locales, donde se consideraron 51 respuestas válidas, cuyo objetivo es conocer la percepción empresarial ante la situación económica actual de la región de Ñuble.

Conviene mencionar que en función de sus ingresos, el 80,4% de las empresas consultadas se clasifica como pequeña o micro, mientras que un 17,6% se considera mediana. Asimismo, un 90,2% de ellas declara tener 50 o menos trabajadores; y un 70,6% se ubica en la ciudad de Chillán.

Vulnerabilidad

Entre los principales resultados del estudio se aprecia que solo el 3,9% de los empresarios indican estar preparados económica y financieramente para enfrentar la pandemia y un 54,9% reconoce que “sólo por un tiempo”, a su vez, manifiestan estar preocupados (90,2%) por sus niveles de endeudamiento, dado que consideran que los efectos de la pandemia y el movimiento social han afectado su actividad comercial. De hecho, un 64,7% cree que la situación económica–financiera de su empresa antes de la pandemia estaba afectada por el movimiento social surgido el 18 de octubre del 2019.

Asimismo, las expectativas económicas de los empresarios son bastante pesimistas y en su mayoría declaran proyecciones negativas para sus negocios (64,7%), incluso, en algunos casos, están pensando o han tenido que despedir trabajadores (40,9%), detener temporalmente sus actividades (86,3%) y aunado a ello, un 52,9% indicaba que no podría o estaba dudando poder pagar la remuneración de abril. En esa línea, el 90,2% manifiesta preocupación en materia de deuda una vez superada la pandemia.

Si bien un 41,2% evalúa positivamente las políticas desarrolladas por el gobierno en apoyo a las empresas, pronostican que la situación económica tanto del país (64,7%) como de la región (62,7%), en un año más, será igual o peor que la actual.

Por ello, esperan que se apoye a las empresas con medidas como préstamo blando con aval del Estado (82,4%), subsidio para pagar parte de las remuneraciones de los trabajadores (62,7%) o disminuir la tasa de interés de los nuevos créditos (49,0%).

También identifican al Ministerio de Hacienda como el actor económico del Estado que da mayores garantías o confianza para enfrentar la crisis económica derivada del estallido y del covid-19 (54,9%).

Los empresarios presentan una percepción positiva al relacionar la creación de la región y como se enfrentarán futuras crisis, pero manifiestan incertidumbre en cuanto a la preparación de la región para afrontar la crisis actual. Un 56,9% considera que la estructura político-administrativa regional está parcialmente preparada para afrontar la crisis económica y solo un 2% manifiesta que está muy preparada, mientras un 41,2% sostiene que no está para nada preparada.

Políticas públicas

Benito Umaña sostuvo que “a partir de los resultados del estudio se concluye que la percepción del panorama económico para los empresarios consultados es muy negativo”.

“Las empresas se ven mal preparadas, están claras de que les va a afectar esta situación. Cuando se les pregunta ¿Cómo cree que será la situación económica y financiera de su empresa después de la pandemia?, defintivamente creen que mala o muy mala (64,7%). Lo que sabemos, además, es que si se afectan las empresas, se afecta el empleo, y eso es lo que preocupa realmente”, comentó el académico.

Umaña también hizo hincapié en que muchas empresas venían afectadas debido al estallido social de octubre pasado. “Eso es complejo, es un remate de algo que venía complicado desde antes, lamentablemente nos pilla en una situación posterior a la crisis del estallido social y eso afectó a las empresas. Lo otro complejo es que las empresas encuestadas son principalmente pequeñas, porque nuestro tejido empresarial está compuesto principalmente por micro y pequeñas empresas, entonces, se revela la situación de empresas más vulnerables, que no tienen grandes espaldas financieras, y adicional a todo lo que les está pasando, venían débiles desde el estallido de octubre”. Asimismo, el académico apuntó al alto nivel de incertidumbre, “porque no se sabe en qué momento esto se va a recuperar o si efectivamente el invierno va a afectar, recordemos que en nuestra zona tenemos una fuerte estacionalidad del empleo en que tradicionalmente aumenta la desocupación en invierno”.

El investigador destacó que estos resultados son útiles para el diseño de políticas públicas. “Yo creo que no se puede abordar en todas las regiones de la misma forma, no todas las regiones tienen esta marcada estacionalidad del empleo, hay que poner atención en esto y fortalecer el apoyo público”, manifestó.

Respecto de las políticas públicas que se deben adoptar, el decano de la FACE UBB aseguró que “se debe apuntar a fortalecer las medidas que se tomaron, porque si no lo haces, las empresas no lo van a soportar y se va a profundizar la crisis, y el Estado va a tener que colocar mayores recursos; además, como la estacionalidad puede empeorar la situación del empleo en la región, se deben definir medidas adecuadas a la realidad regional, que no sean tan estandarizadas”. 

Umaña también advirtió sobre la desconfianza en las autoridades regionales. “Les preguntamos por el nivel de confianza en la estructura política regional, y eso también preocupa, porque el mayor porcentaje (56,9%) cree que están parcialmente preparados para enfrentar la crisis o para nada preparados (41,2%) y solo el 2% cree que están muy preparados. Eso también es complejo, porque si tú estás en una situación de crisis, pero crees que va a haber un apoyo, que hay liderazgo, eso es bueno, pero si no crees en eso, también hay una situación de desconfianza”.

En contraste, reconoció que existe confianza en las medidas adoptadas por el gobierno central. “Hay confianza, y sobre las medidas que se debiera impulsar, la mayoría plantea que son los créditos blandos con el aval del Estado y subsidio para pagar remuneraciones de los trabajadores. Eso nos dice que las empresas no quieren que les regalen nada, sino que les presten el dinero, y por otro lado, están preocupados por el subsidio para pagar a los trabajadores y evitar los despidos. En ese sentido, ellos califican positivamente las medidas y además al Ministerio de Hacienda lo califican bien: cuando les preguntamos sobre los actores económicos del Estado que dan mayores garantías, la cartera aparece con un 55%; pero la estructura política regional no la consideran preparada, lo que obedece al fuerte centralismo”.

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