Momentos de incertidumbre se vivieron durante la mañana de este miércoles en el sector de Santa Cruz de Cuca, en Quinchamalí, comuna de Chillán. Por momentos las llamas de los incendios forestales que se registran en el lugar tuvieron directa afectación a las viviendas. Son más de 80 en el sector y en donde el fuego avanzó rápidamente, debido también al viento que se registró a esa hora. El foco se reactivó cerca de las cuatro de la mañana, dispersándose por los cerros y quebradas donde existen pastizales y árboles que facilitaron la propagación.
Debido a la emergencia, diversas compañías de Bomberos de Chillán junto con personal de la municipalidad acudieron a la zona. La situación pudo ser controlada durante horas de la tarde, pero los vecinos del sector aseguran que esta situación se repite todas las temporadas y que es común que se generen incendios con la peligrosidad que lleguen a sus viviendas. “Esto se da todos los años, una situación que gracias a Dios no ha pasado a mayores, no se han quemado viviendas hasta ahora, pero esto se da siempre aquí”, comenta Juan Baeza, quien reside en el sector de La Escuelita, en Santa Cruz de Cuca.
La situación por minutos se vio complicada y diversos vecinos fueron a impedir que el fuego siguiera avanzando. Héctor Reyes vio de frente como el fuego avanzaba cerca de su casa y en ese sentido denunció que la empresa eléctrica que opera en el lugar había cortado la luz y que las motobombas no podían funcionar para lanzar agua: “Las bombas que tengo no sirven para nada, esa es la principal denuncia. Nos cortaron la luz temprano, como a las 9 de la mañana y el fuego se propagó rápido, en parte gracias al viento. Hice el reclamo y aun no dan la luz. No pudimos hacer nada, si no el fuego lo hubiéramos apagado más abajo”.
Ayuda por parte de los vecinos
Héctor Contreras es vecino en el mismo sector de Santa Cruz de Cuca y ante la situación de emergencia, entregó el agua que tenía en su piscina para que bomberos pudieran extraer el vital recurso. En su vivienda, diversos carros de las compañías que luchaban contra el fuego establecieron una base momentánea para poder cargar el agua e ir en extinción de las llamas que estaban a 400 metros ladera abajo. “Le facilitamos la piscina para que sacaran agua, porque aquí hay 36.000 litros. Colaboramos en lo que se puede no más para que el fuego no avance”, comentó Héctor.
Son aproximadamente 80 viviendas en el sector y muchas de ellas aún están en fase de construcción, pero según Víctor Fernández, encargado de emergencia de la Municipalidad de Chillán, no cuentan con el catastro completo, porque mucha gente llega al lugar y construye sin pedir los permisos: “Cabe recordar que muchas personas construyen en estos sectores sin pedir los permisos de edificación, por eso el catastro cuesta mucho. Teniendo el conteo nosotros como Municipalidad podemos entregar las ayudas que se necesiten”.
Texto: Diego Chacana
