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Radiografía al reciclaje en Chillán: ¿Son eficaces los puntos verdes?

Chillán y Chillán Viejo buscan dar un gran salto en reciclaje orgánico. La intercomuna aspira a que cuantiosos volúmenes de restos alimenticios sean tratados a través de una planta de compostaje como las que existen en algunas comunas del país como en Santa Juana. La idea es que miles de toneladas de material susceptible para generar abono, no termine en el relleno sanitario. Pero la propuesta anunciada aún está bajo análisis por parte de ambas municipalidades, ya que se deben visualizar terrenos y realizar estudios técnicos. Mientras se baraja esa posibilidad, surgen dudas en torno al funcionamiento de las actuales estrategias de manejo de residuos ya existentes.

¿Los puntos verdes funcionan adecuadamente en Chillán? ¿Los residuos acopiados derivan finalmente en el efectivo reciclaje y no terminan en el relleno sanitario?

Si bien la capital regional, a través del municipio, cuenta con una red de más de 90 puntos de reciclaje en lugares estratégicos y una logística articulada para recoger los productos acopiados, en redes sociales del Departamento de Medio Ambiente, los usuarios acusan presencia de “microbasurales” en torno a ellos, lenta frecuencia de descargas, pocos depósitos y escasa transparencia en el procesamiento de los productos acopiados.

Para la presidenta de la Junta de Vecinos de Jardines de Ñuble y ex líder de la Unión Comunal de JJ. VV de Chillán, Cecilia Henríquez, el reciclaje aún no está internalizado en la vida cotidiana de la mayoría de los habitantes, ya que aún persisten malas prácticas en los puntos de recepción que terminan generando problemas.

“Yo tenía un reciclaje de botellas plásticas el que tuve que retirar en forma particular y ofrecerlo al colegio Enrique Salinas para reciclaje, porque los vecinos no tenían donde dejar las botellas de vidrio, y no encontraban nada mejor que llenar ese contenedor de botellas plásticas, con vidrio, echaban bidones, o sea, un desorden y un montón de basura. Eso fue lo que nos llevó a empezar a retirarlo y eso es lo que está pasando en otras juntas de vecinos. En la población Arturo Prat había campanas de reciclaje de vidrio, pero también las retiraron, porque eran un montón de cosas que estaban para ser retiradas en otro momento. Se iban juntando y acumulando cosas que no valían la pena”, recordó.

Asimismo, reveló que residentes de otros sectores llegaban a depositar residuos, lo que, según la dirigente, revela la necesidad de ampliar la cobertura para que cada junta de vecinos tenga sus propios contenedores y que su retiro sea más frecuente.

“Medio Ambiente de la municipalidad está haciendo un esfuerzo bastante grande, viene a retirar las botellas, pero los lugares no son suficientes. Vienen de otros sectores a dejar botellas aquí. ¿Pueden creer que tengo reciclaje de aceite, a través de un proyecto con Essbio, y la gente jamás ha venido a dejar el aceite en botellas o como corresponde para poder reciclarlo? Falta educación, coordinación y un poco más de apoyo hacia todas las juntas de vecinos”, expuso.

Según la presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Chillán, María Cecilia Fuentes, aún hay confusión en los vecinos en torno a la cultura de reciclaje, lo que resta eficiencia al proceso de retiro.

“Lo malo es que la gente no quiere entender que hay envases que no se reciclan, como los productos de aseo. Entonces, al final cuando van a retirar las cosas los hombres que retiran, tiene que estar apartando, lo que ellos consideran basura. Aún falta mucho para estar 100% mentalizados y enfocados en el reciclaje”, dijo.

La representante admite que hay quejas reiteradas en barrios por el “colapso” de los puntos, lo que a su juicio podría ocurrir porque dirigentes no efectúan llamados oportunos para el retiro o por demoras de los encargados de esa labor.

“Lo que pasa en mi barrio (Monterrico) es lo mismo que se repite en todos los barrios. Siempre se escucha lo mismo entre los dirigentes: que los contenedores se colapsan; pero tienen obviamente que avisar que están en ese estado, para que los vayan a retirar. También hay gente que saca las latas y llega a destruir los contenedores para poderlas vender, porque eso les genera plata”, reveló.

Para María Cecilia, la idea de ampliar puntos de recepción es debatible. “La queja de muchos es que necesitan contenedores, pero sé que hay en varias partes y seguramente faltan, pero si no se va a tener la real conciencia de lo que se debe hacer, no sé si será tan adecuado seguir invirtiendo en estos contenedores. No solo eso, se necesita también mano de obra, sobre todo, de la municipalidad, para que retire lo que tiene que retirar. El personal se hace poco para la cantidad que tiene que retirar en tantos puntos”.

El presidente de la Comisión de Medio Ambiente del concejo municipal, Ricardo Valdebenito, reconoció que se han detectado acciones contraproducentes con el proceso. “Las personas muchas veces acumulan vidrio, pero no lo dejan dentro del contenedor, lo dejan fuera, lo que al final contamina la plaza, se ve llena de botellas alrededor y en realidad no causa el efecto que se espera. Este tema del reciclaje va a ser lento, porque a medida que todos los ciudadanos vayamos participando, va a tener un mejor funcionamiento”, recalcó.

Más allá de las críticas que levanta el tema, el concejal apunta a que se debe minimizar el consumo, ya que finalmente los costos asociados a la separación de residuos y posterior reciclaje son altos en varios ámbitos.

“El descontento tiene que ver con las personas que sí están reciclando y se encuentran con que los puntos están colapsados. Pero, el descontaminar es muy carísimo, por eso la solución es tratar de contaminar lo menos posible y cuando vemos que estos puntos están colapsados es una radiografía de la contaminación que hay. La cura es peor que la enfermedad. Si usted destina camiones a ir todos los días, imagínese la huella de carbono que deja el camión, al movilizar a todas esas personas. También de cierta manera, igual contamina. Entonces, por eso hay que ser estratégico y logístico, en reducir lo más posible, lo que es mucho más barato”, explicó.

Desde la mirada de la concejala de Chillán, Marina Crisóstomo, los puntos ubicados en sectores estratégicos de Chillán, no son suficientes, por lo que se requiere del apoyo del nivel central para lograr el impacto esperado.

“Faltan más recursos y proyectos para poder alcanzar como municipio todo el universo de personas y para poder tener una recepción responsable de estos residuos. Necesitamos apoyo en este tipo de gestiones con financiamiento, porque tenemos programas solamente que los impulsa el municipio, entonces, necesitamos ayuda a nivel central para poder llegar a todo el universo chillanejo y tener las herramientas necesarias para el reciclaje y cuidado de nuestro medio ambiente”, manifestó.

El emprendedor de Widun, Felipe Chávez, quien recicla hace más de tres años botellas de vidrio para la fabricación de vasos, contó que para quienes se dedican al rubro a menor escala es difícil conseguir el insumo y que terminan desistiendo de la actividad en Chillán, por varias razones, entre ellas, la distancia de los puntos.

En su caso, tiene dos puntos de acopio en condominios de departamentos en Chillán, lo que le ha permitido reunir el material en forma ordenada, además del aporte de recicladores de base de la región del Biobío, con quienes trabaja hace años, ya que, a su juicio, están más organizados y cuentan con un espacio idóneo, donde reúnen y lavan las botellas, las que posteriormente paga.

“Nosotros, lo mínimo que tenemos que recuperar son 200 botellas mensuales. Hemos llegado a recuperar hasta 600 cuando había mucha demanda. Con 200 hacemos como 160 vasos, porque algunas se rompen”, precisó.

Desde su mirada, el funcionamiento de los puntos de recepción del vidrio distribuidos en Chillán ha sido complejo, ya que se depositan elementos ajenos al material y se tienden a saturar en algunos casos, por lo que han ido desapareciendo.

“En el supermercado Jumbo grande estaba un contenedor y dentro había hasta colchones. Ellos daban el espacio, pero se transformaba en un problema. Las campanas verdes que tenía el Líder se saturaron tres, pero a la compañía Cristoro no le convenía venir por tres, entonces, esperaba que juntara casi otra campana afuera llena de botellas para poder viajar. De hecho, una vez conversé con ese supermercado, hicimos una alianza y compré un carrito que coloqué para ayudar a la gente del Hogar de Cristo, porque en ese tiempo le dábamos trabajo para lavar botellas, pero también se les generaba un problema a ellos, porque no toda la gente juntaba en ese carrito las botellas y la gente del aseo tenía otro trabajo más”, expresó.

Reciclaje efectivo

En la capital regional se han instalado 90 sitios de reciclaje municipales (a 2020) en escuelas, juntas de vecinos, jardines infantiles, centros de salud e instituciones. Se han entregado composteras y vermicomposteras a vecinos, además, se ha trabajado con recicladores de base, entre otras estrategias de gestión de residuos.

Sobre las críticas por colapsos en los puntos verdes, desde el Departamento de Medio Ambiente del municipio de Chillán informan que se hacen rutas de retiro de lunes a viernes y que ante el riesgo de saturación, los vecinos pueden llamar al 42 2 771 127 para su descarga.

Desde el municipio de Chillán aseguraron que los puntos verdes derivan en el correcto reciclaje de los productos acumulados. “Comercializadora La Unión recibe papel y cartón, latas de aluminio y plástico pet 1; con Sorepa se entregan papel y cartón y Coaniquem recibe el vidrio acumulado. Además, es importante destacar que todos los ingresos recibidos se derivan como donación al Cuerpo de Bomberos y a Coaniquem”, detalló el director de Medio Ambiente, Aseo y Ornato, Ricardo Montolivo.

“No existe un porcentaje exacto de la cantidad de basura sacada en los puntos verdes que no puede ser compostada o reciclada, sin embargo, no es una cantidad significativa. Esto se debe a que, acompañado de la instalación de los puntos verdes, la Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato, refuerza constantemente la educación ambiental”, añadió.

Tras cerrar el contrato de la basura con la empresa Dimensión, se anunció que se llamaría a un proceso de licitación para reciclaje por separado. Sin embargo, hasta ahora no hay novedades. “Por el momento, tal afirmación no se encuentra estipulada en el contrato firmado con el municipio, por lo que cualquier modificación en las bases se anunciará oportunamente a la comunidad”, respondió el directivo.

Logística es clave

La Seremi de Medio Ambiente ha tenido un rol activo en el tema, apoyando con fondos de reciclaje y de protección ambiental a los municipios de la región, para fomentar la valorización de residuos y habilitar nuevos puntos verdes. A eso se suma una serie de iniciativas en esa dirección, como la implementación de la Ley REP, la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (ENRO) y Ñuble Circular, esta última gracias al financiamiento del Gore.

Para el titular regional de la cartera, Mario Rivas, el reciclaje efectivo de los productos acopiados, es relativo. “Aquellos puntos verdes que están asociados a una empresa gestora son muy efectivos, como es el ejemplo de las campanas de vidrios cuyos residuos son retirados por las cristalerías, y a pesar de que han existido casos de acumulación alrededor, se han tomado acciones como mejorar la frecuencia de retiro y coordinaciones con recicladores de base. Las jaulas para plástico que los municipios han instalado también derivan en una adecuada valorización de estos residuos, colaborando con gestores de residuos locales, así como también es el caso para otros residuos, como latas, papel y cartón. Lo que no resulta es cuando ha existido la buena intención de instalar contenedores de reciclaje sin tener definida la logística con gestores de residuos para su retiro, o dónde se van a destinar esos materiales”, explicó.

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