La revisión de los diseños de paisaje de plazas, parques y las calles del sector urbano es una tendencia que ya se ha ido tomando cada vez más en serio en la mayoría del país. La razón es la misma siempre: hacer frente a las crisis hídrica y reducir en la medida de lo posible la proliferación de especies exóticas para evitar plagas fitosanitarias que afecten la salud del arbolado público.
Otra de las consideraciones que han influido en este proceso apunta a lo añoso de algunas especies y que, debido a caídas o desprendimientos de ramas, en Chillán se ha lamentado dos accidentes fatales en los últimos años y en pleno centro de la ciudad.
Ante la necesidad de contar con cada vez una mayor cantidad de árboles para plantar en la comuna es que dentro del Concejo Municipal se afianzó la opción de crear un vivero municipal, solo con especies nativas y abastecer con producción propia este requerimiento.
El alcalde, Camilo Benavente, comentó ante los concejales que ya se había avanzado en un acercamiento con la Universidad de Concepción respecto a unos canjes de terreno, lo que le aseguraría al consistorio contar con un predio para el proceso de cultivo.
“Es un terreno que está dentro de la universidad y lo que ellos nos piden a cambio es un terreno, en calidad de comodato o permuta, que la Municipalidad tiene en calle Vicente Méndez con Paul Harris, en una esquina frente a la Shell Asturias”, explicó el jefe comunal.
Para el presidente de la Comisión de Medio Ambiente, concejal Ricardo Valdebenito, esta es una iniciativa de bajo costo, que proyecta un alto impacto positivo en el mediano y largo plazo “y eso ya lo hemos visto en comunas como La Granja, Lo Espejo o Los Ángeles, donde cuentan con viveros. Los vecinos de algunos barrios siempre nos están solicitando árboles y la verdad es que no tenemos, por lo que considero que es muy importante contar con nuestro propio vivero”.
El Plan de Reforestación de Chillán se inició en abril de este año, solo con especies nativas, que entre otras cualidades destacan por un consumo hídrico considerablemente menor a otras especies exóticas que, ya casi como una tradición, se han instalado en cada villa o barrio nuevo de la ciudad.
Es por eso que en la comuna ya le han prohibido a las empresas constructoras plantar ejemplares como abedules o el liquidámbar, de rápido crecimiento pero mayor consumo de agua.
“Un vivero municipal también contribuye a la conservación de la biodiversidad, para hermosear las plazas, nos ayudaría a reducir los episodios críticos de la contaminación del aire, porque está más que demostrado que los árboles bajan los niveles de contaminación”, añadió el edil.
Tres mil árboles en Chillán Viejo
El alcalde de Chillán Viejo, Jorge del Pozo, no escatima en elogios para los resultados del vivero municipal que ellos crearon en 2021. Solo como un dato duro explica que ya se han entregado más de tres mil ejemplares a las juntas vecinales, cerca de 900 especies menores y “ahora incluso hemos estado entregando tierra de hoja”.
Dentro de las especies “que llegaron como pequeñas patillas, pero al año ya estaban para plantarse en calles, parques y plazas, tenemos quillayes, peumos, maquis, rododendros, ligustrinas, madreselvas, y muchas otras especies nativas. Actualmente contamos con dos naves de aproximadamente cien metros cuadrados cada una”
