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Nueva Plaza de Armas busca un rostro moderno, ecológico y que integre a todo su entorno

Desde la Catedral de Chillán se podrá bajar por su explanada y descender al nuevo tramo del paseo peatonal de calle Arauco, que ahora partirá en Libertad y termina en Maipón.

Solo algunos vehículos pasarán por fuera, a baja velocidad y sin poder estacionarse, ya que el lugar se pensó para darle más espacio al peatón.

Justo al finalizar las escalinatas de la icónica obra religiosa, la superficie, diseñada en adocreto, será la misma que se encontrará en el resto de la Plaza de Armas, por lo que en adelante, la Catedral ya no quedará más “frente” a la plaza, sino dentro de ella.

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Una plaza con árboles exclusivamente autóctonos, de no más de cinco o seis metros de altura, brindarán sombra a quienes quieran sentarse en su renovado mobiliario a mirar el entorno, a comer helados, a leer o a conversar en torno a las nuevas mesas multiusos que permitirán almorzar, jugar ajedrez o instalar (y hasta enchufar) alguna computadora portátil que se podrá conectar a la zona wifi.

Todo esto, incluso los días de lluvia ya que los protegerá un manto volante, fabricado en ondas de hormigón y sostenido en pilares metálicos para no restarle visibilidad al pulmón verde.

Hecho el jaque mate, los jugadores podrán pasear por un circuito que, por el momento, tendrá tres descansos, cada uno con esculturas en escala humana y hechas en bronce, de nuestros célebres artistas Claudio Arrau junto a su piano, Marta Colvin y Ramón Vinay. Se podrán sacar fotos con ellos, subirlas a sus redes sociales y certificar así que recorrieron el “museo a cielo abierto” de la plaza chillaneja.

Y si la dictatorial biología nos supera, seguirán ahí los baños. Solo que algunos tendrán que preguntar dónde quedan porque estarán más camuflados, semisoterrados, sobresalientes apenas un metro 20 de altura y con un techo verde e intervenido con paisajismo.

Se mantendrán los ejes en diagonales –aunque embellecidos- para quienes vayan solo de paso y se quedarán los tramos en cruz para quienes se quieran quedar o a esperar alguno de los eventos artísticos que usarán como escenarios la explanada del Gobierno Regional -a los que también se les sacarán los estacionamientos- o a la misma Catedral, porque se contemplaron espacios en la manzana para la congregación de público.

“Nosotros ya hemos conversado con el Gobierno Regional para el tema del financiamiento de este proyecto. El gobernador ya lo conoce y sabe lo importante que es para nosotros”, dijo respecto a esta futurista visión de la plaza, el alcalde Camilo Benavente.

Necesidad más que capricho

Solo argumentos de carácter románticos podrían hoy en día defender a la Plaza de Armas de Chillán de una intervención, casi total.

Luego del fatal episodio en que por el desprendimiento de una rama, un estudiante de 16 años falleció en febrero de 2020, la Municipalidad de Chillán ha encargado diversos estudios a expertos en arbórea y a ingenieros agrónomos de la región, quienes concluyeron que muchas de esas especies –que no son las ideales para áreas urbanas – estaban o enfermas o en riesgo de desplome.

Lo anterior, debido al exceso de compactación que presenta el suelo a causa del pavimento, lo que no le permite a las raíces crecer ni absorber agua de las mismas napas que se utilizan para obtener el agua del regadío del césped.

Como segundo punto, la cantidad de personas que a diario transitan por la primera manzana de la capital regional de Ñuble, los eventos que se realizan en el sitio y lo añoso de las baldosas, ya hacen de ella un suelo viejo, quebradizo y con desniveles que han generado caídas.

Finalmente, con el paso del tiempo, ha perdido el sentido conceptual de una plaza como la nuestra –de estilo español- y que le exigía ser el damero integrador de los edificios de servicios públicos, correos, bancarios, religiosos y educacionales, es decir un punto de estancia y de encuentro para las personas, quienes hoy se deben agrupar sentadas en el pasto, almorzar o esperar sentada al borde de un jardín en relieve y con monumentos vandalizados de manera constante.

Sin embargo, o por acciones deficientes o falta de presupuesto, todas las gestiones realizadas para renovar el rostro y entregarle una nueva misión a la que fuera el corazón de la Cuarta Fundación de Chillán, quedaron en nada y los proyectos de ingeniería y las maquetas presentadas, en el olvido.

Hoy, la Municipalidad de Chillán recogió el compromiso con tal determinación que, en palabras del propio alcalde, “este es sin lugar a dudas, nuestro proyecto más emblemático, nuestro proyecto estrella”.

Iniciadas ya están todas las gestiones y postulaciones para poder obtener los cerca de $4.500 millones de pesos, $1.500 menos que lo costó la remodelación de la plaza en San Nicolás y $3.500 menos que lo que significaron algunos establecimientos educacionales en otras comunas de Ñuble.

El alcalde defiende el proyecto destacando su nueva relación de promoción con “el patrimonio de la ciudad, y la cultura, entre otras cosas, este es el proyecto estrella, el más visible, el que estará más expuesto y donde necesitamos mayor participación ciudadana, dialogado con las universidades, con los gremios, con las institucionalidades académicas, con los medios de comunicación”

El jefe comunal encabezó una presentación del proyecto, exclusiva para La Discusión, aclarando que la propuesta tiene tres líneas de acción.

“La primera es la de mejorar y modernizar el equipamiento, como las áreas verdes, el arbolado, los adocretos y todo su suelo, la iluminación, el riego, y es porque todo esto si bien aún existe, ya está funcionando mal, no cumple porque ya cumplió su etapa, y la modernidad obliga a estar actualizándose”, detalló.

En segundo término, añade que lo que se busca es generar un espacio provisto de un relato concreto y claro entre lo que aquí implica la Catedral con su Cruz Monumental, con los significados propios de la plaza, “porque no olvidemos que esta plaza parte con terremoto y luego cumple una función clave en el terremoto de 1939 y que terminó por darle un ambiente Bauhaus a la arquitectura circundante, y que si bien tiene un valor muy importante, no le hemos dado el peso como ciudad”.

Finalmente, la tercera línea busca destacar el patrimonio artístico y cultural que destaca en Chillán, con las esculturas de Marta Colvin, Claudio Arrau y Ramón Vinay (financiadas completamente por la Municipalidad) y configurar el Paseo de Los Artistas. Se mandarán a hacer a artistas con vasta experiencia, ya que “tienen que ser de alta calidad”, advierten.

En el nombre del padre

A diferencia de lo que ocurrirá con las estatuas de los artistas, la de Bernardo O’Higgins, se mantendrá en su sitial. Sin embargo, al Padre de la Patria se le rodeará con un espejo de agua, una pileta que evitará el paso constante o casual de los peatones, para reducir los actos de vandalismo que se expresan mediante grafitis o destrozos.

Curioso lo de O’Higgins. Cuando se inauguró la plaza, en 1835 la propia ciudadanía exigió su instalación, y molestos porque no estaba para el corte de cinta, forzaron su enclave a las autoridades de la época, así no más sin ceremonia alguna.

Hoy a quienes no la quieren, pero entre ellos no están las autoridades, así que no sólo seguirá sino que se le brindará resguardo.

La obra, encargada a la prestigiosa Fundición Negri y Boher, está ubicada sobre un plinto que se mantendrá intacto.

La arquitecto guía del proyecto, Carolina Alvar, explica que esta fue una decisión tomada en conjunto con la propia ciudadanía, “la que participó mediante encuestas, rondas de participación ciudadana y otros medios que nos permitieron recoger las opiniones de más de dos mil chillanejos, que si bien querían una modernización de su plaza, no querían cambios tan drásticos, por eso no se trata de otra plaza, sino que es la misma pero mejorada e integrada al resto de la ciudad”.

Justo hacia donde apunta el índice derecho de O´Higgins está el camino al Gobierno Regional. Antes del inicio de las ciclovías, que marcarán el límite entre lo municipal y lo que es del Gobierno Regional, se instalarán los escudos de las 21 comunas de la región, porque la Plaza de Armas, ahora será la plaza de Ñuble.

Sí, Se sacarán los estacionamientos por calle Libertad, lo que significará mover algunos metros hacia el sur las ciclovías para recuperar el espacio peatonal que se perdió con su instalación hace unos años. “Así, buscamos que el edificio del Gobierno Regional y todos los servicios públicos que allí funcionan queden integrados a la plaza como si fueran parte de un mismo paseo peatonal. El principal rol de la plaza de armas es ser un espacio paranodal y articulador de la ciudad, porque es el punto central de todo el damero principal”, explica la arquitecto.

El diseño actual busca respetar los ejes existentes, como el que se configura desde los edificios públicos a la calle de los bancos; y el segundo eje, desde la Catedral hasta los servicios municipales.

“La idea del sector de espera, techado, que se instalará frente a la calle de los bancos, es generar un remate para acoger lo que en realidad sucede actualmente y el uso que le dan las personas que espera a quienes realizan trámites, algunos se sientan a almorzar o a tomarse un café, por ejemplo”, comenta.

En síntesis, considerando los sectores patrimoniales como la catedral, sectores bancarios, servicios público, el objetivo es que la plaza responda a cada uno de esos edificios y a las actividades que generan.

Reforestación

Para la reforestación, consideran solo especies nativas, además se realizará un estudio fitosanitario que va a definir cuáles son los árboles que están en mal estado y que por seguridad de los usuarios, hay que eliminarlos.

“Ya todos los estudios de urbanismo en todas las ciudades del mundo concluyen que no corresponde tener este tipo de árboles en las plazas, porque el suelo de la plaza se tiende a compactar por el cemento y hasta el mismo tráfico, lo que redunda en una obstrucción del crecimiento de las raíces, la mal nutrición del árbol y los evidentes riesgos de caída de ramas o desprendimiento, incluso, del árbol completo”, explica Carolina Alvar.

Hoy lo que se persigue es arborizar los espacios urbanos con especies nativas de no más de cinco o seis metros de altura.

Ya para el 30 de noviembre de este año, la empresa encargada del estudio deberá entregar un informe completo para determinar cuáles de los actuales árboles de la Plaza de Armas puede permanecer sin riesgos y cuáles se recomienda retirar.

Lo que las encuestas arrojaron era que los chillanejos no quieren que la plaza pierda esa condición de entorno verde, que brinda una conexión con la naturaleza, pero también exige que se les de garantías de seguridad.

Destacan entre las solicitudes mejor iluminación, espacios que les permitan a grupos de personas manifestarse, conversar de frente e incluso, pidieron que mantuvieran el odeón, aunque solicitan que se evite que siga siendo ocupado por personas en situación de calle.

“El odeón es uno de los pocos elementos que nos quedan por definir, aún. Hubo propuestas muy modernas con diseños vanguardistas, pero los chillanejos no quieren perder la tradición de lo que ya existe, entonces hay que diseñar un odeón basado en el actual, tal vez más amplio y con espacio natural para que se generen actividades artísticas y un espacio para las personas que las vean”, anticipa la profesional.

Si todo sale como anhelan en el municipio, la inauguración de la nueva plaza de armas podría ser dentro del segundo semestre del 2024. Al menos, lo que debe financiar el municipio en esta cruzada, ya está contemplado en el presupuesto 2023.

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Felipe Ahumada

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