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Educación municipal de Chillán enfrenta alza considerable de licencias médicas

Preocupación ha generado el aumento considerable de licencias médicas en el sistema de educación municipal de Chillán en los últimos años, periodo marcado por la pandemia que implicó desafíos para los funcionarios que debieron enfrentarse a nuevas condiciones de trabajo.

Esta realidad quedó al descubierto en el Plan Anual de Desarrollo de la Educación Municipal (Padem) para el 2023, documento que en la actualidad es analizado por el Concejo Municipal para su próxima aprobación, y en el cual expone el alza explosiva de los permisos médicos que han presentado los trabajadores del sector, particularmente en 2022.

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El ausentismo por motivos de salud no deja indiferente al sistema debido a los efectos que tiene sobre el proceso educativo.

Según detalla el Padem, durante el presente año se ha incrementado el número de funcionarios que registran más de 180 días de licencias médicas en un periodo de dos años, alcanzando un total de 201 trabajadores.

“En el actual contexto de pandemia se han incrementado el número de licencias médicas, lo que conlleva muchas dificultades para contar con el recurso humano necesario y eficiente que permita cubrir la ausencia generada. Pero, sin lugar a dudas, la dificultad más relevante es como el ausentismo especialmente de los docentes impacta en el aprendizaje”, citó el documento, agregando que el DAEM debe presupuestar un costo mensual promedio por concepto de reemplazo de licencias de $42.558.000 para todas las subvenciones, absorbiendo un mayor gasto de la subvención regular.

En el caso de las salas cunas y jardines, acumulan un total de 5.172 días de licencias médicas. De igual forma en los establecimientos educacionales la cifra se empina a 53.237 días, en el periodo de enero a agosto de 2022.

Al comparar los años 2019 y 2022, con presencialidad en el proceso escolar, existe una disminución de los meses que corresponden a vacaciones, sin embargo, mayo, junio y agosto, hay un aumento considerable de licencias médicas. Si se comparan los meses correspondientes en los años 2019 y 2022 el aumento de estos permisos oscila entre 190 a 290.

Entre enero y agosto de 2019 se presentaron 2.803 licencias en total, mientras que a igual periodo en el presente año, 3.966 documentos.

Salud mental

Para concejala y presidenta de Comisión Educación del Concejo Municipal, Brígida Hormazábal, el impacto de la pandemia sobre la salud mental y la condición de los profesores que están próximos a jubilar principalmente han llevado al alza este tipo de permisos.

“La pandemia que afectó la salud mental de todos los chilenos, especialmente el estrés que sufrieron los profesores con las clases online y presenciales y la presión, fue algo nuevo para ellos. Por lo tanto, por esos motivos, la salud se fue quebrantando, pero también aumentaron (las licencias), porque hay grupos de profesores en espera del incentivo al retiro. Su salud ya estaba quebrantada de antes de la pandemia, por lo tanto, son licencias prolongadas, la salud ya no era compatible con el trabajo. Eso fue en aumento después la pandemia, aún estamos en pandemia, la salud mental fue quebrantándose, el estrés especialmente. También aquí podríamos señalar que debiéramos haber trabajado hace mucho tiempo cuando vemos que las enfermedades no son compatibles con el trabajo. No ha existido un programa, una orientación, de ayudar a los trabajadores que puedan jubilar por salud. Entonces se les deja al arbitrio y los trámites son muy engorrosos para poder, estando enfermo, postular a una jubilación por incapacidad”, explicó.

En educación parvularia, Nevados de Chillán (930), Brisas del Volcán (575) y Roblín (424) son las salas cunas y jardines infantiles que acumulan más días licencias durante este año, y en educación básica- media, el Liceo Narciso Tondreau (4.371), Escuela Reyes de España 4.043) y Ramón Vinay (3.382), entre otros.

Desde la visión de la concejala es razonable que en recintos educativos se presenten este tipo de permisos médicos, sin embargo, recalcó que cuando estos superan el promedio es atendible que exista un monitoreo de las condiciones y el clima laboral que rodea a esa unidad.

“Si tú haces un análisis hay establecimientos que en lo normal tienen una o dos licencias médicas por motivos justificados, porque es lógico que los seres humanos nos enfermamos, pero en otros es repetitivo. Ahí hay que poner un poco de atención y eso es lo que se ha tratado de trabajar un poco el clima laboral, la convivencia y el trato. Eso está haciendo mucha falta, no tan solo en educación, en todas las áreas de trabajo, porque sino existe un clima laboral adecuado, imposible que puedas trabajar. Se te hace cuesta arriba llegar al trabajo”, expresó.

A juicio de Brígida Hormazábal, la carga de tareas de índole administrativa a la labor educativa termina pasando la cuenta a los docentes, manifestándose en cuadros de estrés y de otra índole, que llevan a solicitar asistencia médica.

“Se les está exigiendo al profesor más allá para lo que está preparado, que es educar. Hay mucho trabajo administrativo que no deberían llevarlo. La sobrecarga que tienen ha provocado enfermarse, más de lo que corresponde. Creo que hay que analizar el sistema, ver las necesidades, qué estamos haciendo”, dijo.

Esta situación genera una luz de alerta en el sector, debido a que el ausentismo se enfrenta, expuso, a la dificultad de encontrar al profesional adecuado para dar continuidad al proceso educativo que lidera un profesor titular, lo que termina alterando el aprendizaje.

“Los cambios continuos hacen que el niño se desoriente y pierda el rumbo, ya que hay que empezar todo de nuevo, retrasando los aprendizajes. Entonces, influye, claro que sí y más cuando hay un estudio donde prácticamente no hay profesor reemplazante y esa es la explicación que se da en los diferentes departamentos de educación, en que alguien sale con licencia y pasa una semana y a veces más y a veces se termina la licencia y el profesor no ha sido reemplazado. Entonces, no es lo mismo ir a cuidar niños que tener alguien idóneo con la preparación para continuar con el proceso que el profesor titular tuvo que dejar o ausentarse. Entonces eso ha sido un daño enorme”, manifestó.

Trabajo comprometido

Si bien el concejal Rodrigo Ramírez expresó que comprende que los profesores han ejercido sus labores bajo circunstancias complejas debido a los efectos de la emergencia sanitaria, recalcó que las implicancias de estas ausencias en el proceso escolar no son un tema menor si se persigue elevar el nivel de la educación municipal.

“Sabemos que dentro del aula el tema emocional y físico desgasta bastante a los profesores, sobre todo de vuelta de la pandemia, que ha sido algo bien complicado, hemos estado viviendo situaciones de convivencia escolar que se manifiesta más en redes sociales y eso causa un desgaste al profesorado. Pero, también es importante manifestar que hay que tratar de que sea lo menos posible, porque el ausentarnos en las funciones académicas también de alguna u otra manera repercuten en el proceso y desarrollo de nuestros niños y jóvenes producto de que el sistema educacional se debe ir modificando y adaptando a estos cambios. Cuando un profesor no está tiene que cubrirlo otro y eso significa que para ese profesor debe haber un proceso de adaptación con el alumnado cuando ya viene en un camino trabajado. Queremos que la educación pública se equipare con la particular-subvencionada y particular, para eso necesitamos de un trabajo planificado y comprometido, y que nosotros como municipio entreguemos las herramientas para que ellos se sientan en un lugar pleno”, subrayó.

Desde la visión de los apoderados, la falta de un profesor por motivos de salud es razonable, pero cuando estas son reiteradas en el tiempo generan preocupación por el impacto que esto tiene en el rendimiento escolar. Así lo planteó Andrea Santos, mamá y apoderada de dos alumnas del sistema municipal de educación, quien manifestó su inquietud por el tema.

“Afecta a los niños directamente, porque pierden una línea continua en el ramo que se está viendo y a veces no hay profesores suplentes que puedan reemplazar el ramo y seguir con la materia, porque depende del largo de la licencia, van solamente a ser cuidadores (…) Los niños, incluso, se pueden hasta desconectar de las materias que están pasando y tener que volver a repasar de nuevo. Siento que los niños se van atrasando en su educación. Uno puede entender que los profesores y los niños vienen de una pandemia, pero el sistema debiera tomar cartas en el asunto para tener otros profesores capaces de suplir”, sostuvo.

Factor pandemia

El presidente del Colegio de Profesores Ñuble, Manuel Chávez, coincidió en que la pandemia ha sido un factor gatillante al causar estragos en la salud mental durante el periodo de educación a distancia y el retorno a la presencialidad.

“Señalar que, además, las condiciones en las cuales se retornó a las clases presenciales fueron bastante difíciles. Hay una situación de jóvenes y niños que producto del encierro y de las angustias que viven en sus hogares, también como consecuencia de la pandemia una escasa sociabilización, donde en la convivencia del día a día se deterioró el trato social entre jóvenes y adultos, hicieron muy difícil el retorno. A los profesores no solo se les exige recuperar aprendizajes, cuando en realidad había que empezar por los aprendizajes blandos y no angustiarlos con ponerlos al día con las mallas curriculares y los aprendizajes, sino más bien preocuparnos del convivir”, sostuvo.

Si bien la contención hacia los trabajadores del área ha sido un tema que ha convocado a autoridades y a los mismos afectados, generándose acciones en esa dirección, Chávez consideró que se debe avanzar más en esa línea.

“Todavía no se observan todas las consecuencias de esta pandemia. La salud mental es un punto de lo que se observa, pero a su vez estas enfermedades de tipo psicológica- mental después se traducen en otro tipo de enfermedades físicas y esas requieren hospitalización o tratadas con diferentes tecnologías médicas que son de alto costo, pueden ser mucho más caras. Por lo tanto, las licencias médicas hasta el momento pueden ser una tabla de salvación frente a consecuencias más graves, porque las personas con licencias de algún modo se recuperan y se pueden prevenir otras enfermedades que puedan ser más caras para el Estado”, enfatizó.

Ante un eventual cuestionamiento por el alza de las licencias, el representante local descartó un supuesto abuso o mal uso de licencias que podría haber por parte de funcionarios del área.

“Las licencias médicas las entrega un profesional de la salud y cuestionar eso significaría entonces cuestionar a los profesionales de la salud. Si eso fuera así, me imagino entonces que habría varios profesionales de la salud a quienes les estarían suspendiendo sus títulos. Entonces no es algo tan simple señalar que habría un mal uso. De haber alguna sospecha o si alguien cree que hay un mal uso, debieran involucrarse otras instituciones respecto incluso a las universidades que entregan los títulos a los médicos. El recorte de las licencias que hace la superintendencia al limitar esto, están provocando que las personas no ejerzan su derecho a recuperarse y en el futuro serán enfermedades más graves, que van a implican más gasto para el Estado”, explicó.

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