En el último suspiro del partido, un cabezazo de Patricio Rubio, le permitió a Ñublense rescatar un agónico empate 2-2 en el estadio Nicolás Chaguán, ante Unión La Calera, que jugó con diez hombres desde el minuto 27’ y hasta el 92’, lo ganaba por 2-1, aprovechando la impotencia ofensiva del equipo chillanejo. Es que el equipo de Jaime García si bien logró sumar un punto valioso y evitar la derrota ante un equipo que ha escrito una paternidad imparable sobre los diablos rojos, dejó escapar la opción de ganar cuando tras quedar con un hombre más, no tuvo la claridad futbolística para darle el tiro de gracia a su rival.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Ñublense repitió pecados de su debut. Dominio de balón, pero sin velocidad ni profundidad y carencias de ideas para romper la poblada defensa rival.
El descoordinado retroceso defensivo y el marcaje también fue un punto débil arrancando el pleito, ya que el local a los 2 minutos ya ganaba por 1-0 con gol de Matías Cavalleri, quien conectó un centro desde la derecha.
Ñublense sintió el golpe, pero si bien mejoro en la posesión del balón, sufrió para ser profundo.
La expulsón de William Alarcón por fuerte entrada contra Lorenzo Reyes, despertó a Ñublense que al minuto siguiente igualó con un derechazo de Aravena, que desvió Alves.
Parecía que en superioridad numérica, Ñublense marcaría la diferencia, pero se quedó solo en la intención, porque su fútbol fue anunciado y sin inventiva en los metros finales ante la sólida faena defensiva calerana. Passerini puso el 2-1 con un zapatazo y lograba la hazaña, pero Patricio Rubio, con un certero cabezazo, logró el agónico empate, maquillando la impotente presentación del Rojo.
Ñublense quedó segundo con 30 puntos, detrás de Colo Colo (33) y el domingo visita a la U.
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