En estos cinco años como región, sin duda ha habido avances concretos en el ámbito de la inversión pública, cuestión que ya auguraba el exintendente de los Ríos, Egon Montecinos, en 2018.
“El año 2006, cuando la región de Los Ríos era una provincia de la Región de Los Lagos, compartía una inversión FNDR similar con la provincia de Osorno (aproximadamente $7 mil millones). Comparado con el año 2016, la misma ex provincia de Valdivia, hoy Región de Los Ríos, tuvo una inversión FNDR de casi $52 mil millones, a diferencia de los $16 mil millones que alcanzó la actual provincia de Osorno. Es decir, es un hecho objetivo que habrá un aumento sostenido de la inversión pública en Ñuble, pero es un camino de largo aliento y que requiere ser guiado por políticas y objetivos estratégicos que orienten el desarrollo territorial”, advirtió.
Y no se equivocó. De $24 mil millones que Ñuble recibía de Biobío cuando era provincia, en 2017, pasó a anotar $64.659 millones de presupuesto para el Fondo Nacional de Desarrollo Regional 2023, cifra que espera incrementar aún más para 2024.
Rubén Sandoval, jefe de la División de Presupuesto e Inversión del Gobierno Regional, sostiene que “es evidente que desde que somos región, la cantidad de recursos se ha ido incrementando anualmente, y eso ha permitido que su distribución sea más integral para el desarrollo del territorio; los recursos que anteriormente a la creación llegaban a nuestra provincia, hoy se distribuyen de mejor manera”, afirmó.
Con la elección de los gobernadores regionales, añadió, “es innegable que, la distribución de los recursos ha sido más equitativa, se ha podido llegar con inversiones a territorios que estaban rezagados durante años, y se están entregando soluciones a problemas muy sentidos por las comunidades de la región. Un ejemplo claro de esa distribución se ve en los proyectos del Fondo Regional de Iniciativa Local (FRIL), que son aquellos proyectos más pequeños, de impacto directo hacia comunidades, barrios, zonas específicas, por lo cual los municipios hacen mucho esfuerzo de levantarlos y son proyectos de cerca de 180 millones de pesos, reparación de aceras, mejoramiento de recintos deportivos, renovación de plazas, alumbrado público, etc. Hasta el año pasado, el Gobierno Regional estaba invirtiendo cerca del 3% del presupuesto, terminamos con $1.600 millones como inversión total en 2022. Este año vamos a cerrar el año, lo más probable, con una inversión y un gasto ejecutado de cerca de $6.000 millones en esta categoría de proyectos, lo que significa que hemos incrementado los recursos hacia las comunas en cerca de un 250%”, aseveró.
Otro dato muy relevante, sostuvo Sandoval, “es que hasta el año 2021, producto de la pandemia y otras dificultades, había una baja producción de proyectos de inversión, una baja cartera de estos proyectos que uno reconoce como grandes obras. Nosotros nos propusimos, a contar del 2021, trabajar con los municipios y con los servicios públicos para levantar iniciativas que pudiesen ser de mayor impacto para la reactivación de la economía en la región. Entendiendo que la construcción genera un impacto importante, es uno de los principales motores que mueve el desarrollo. Y entre el segundo semestre del año pasado y el primer semestre de este año, nosotros hemos levantado y aprobado por el Consejo Regional una cartera de inversiones cercana a los $66.000 millones. Son obras que están en ejecución, algunas partieron, y otras están partiendo este año, financiadas íntegramente por el Gobierno Regional, lo que nos permite afirmar que estamos cambiando el eje de la ejecución presupuestaria”, manifestó.
Más obras de impacto
Para el consejero regional de Demócratas, Alberto Jarpa, “desde que se aprobó la elección de
consejeros, la elección de gobernador regional y de que nos convertirnos en región, ha sido todo un beneficio. Aumentamos considerablemente de alrededor de $25 mil millones a más de $60 mil millones
hoy día; tenemos cobertura con las seremías en la región, lo que nos permite generar alianzas, asociación con ellas y potenciar algunas líneas de desarrollo estratégico que consideramos importantes
para que podamos mejorar el bienestar social”, expresó.
Por otro lado, dijo, “la relación con los territorios también es significativa, porque tener consejeros regionales en cada uno de los territorios permite gestionar, agilizar, priorizar y levantar necesidades territoriales que también pueden ser cubiertas por el Gobierno regional y por el Consejo Regional”.
En general, sostuvo, “creo que todavía tenemos problemas de instalación, nos faltan funcionarios públicos que permitan que la relación inversión-ejecución sea mucho más concreta y más eficiente. Tenemos una brecha que cubrir, y ojalá el gobierno asigne nuevos cargos para la región en las distintas reparticiones, tanto direcciones como seremías”, afirmó.
Cristian Quilodrán, consejero independiente, estima que “el incremento del FNDR es un logro significativo, que nos da más herramientas para trabajar en favor de la gente. Pero es crucial entender que tener más recursos no significa automáticamente que se estén utilizando de la mejor manera. Aquí es donde herramientas legales, como la Estrategia Regional de Desarrollo y los convenios de programación son fundamentales. Estos mecanismos nos permiten orientar los recursos hacia las áreas más críticas: sacar a Ñuble de la pobreza, mermar las drogas, enfrentar la corrupción, y mejorar la educación y la salud, entre otros. Pero para que esto funcione, necesitamos un liderazgo que se enfoque en los intereses de la región, no en intereses particulares o de unos pocos. Por eso, es fundamental abrir un diálogo transversal, sin colores políticos, que permita un enfoque adecuado de los recursos”, advirtió.
Según la consejera del PPD, Lorena Vera, “sin duda la creación de la región ha marcado un antes y un después en la posibilidad de que el FNDR pueda tener mayores recursos para las iniciativas de Ñuble. Hemos tenido proyectos que se han financiado tanto en el área social, a través del financiamiento a proyectos de organizaciones sociales que son el 8% de la subvención, pero también a través de otras propuestas que han presentado instituciones públicas, programas y otros, en especial los municipios, en términos de construcción de obras y de APR. También hemos visto el tema de caminos y aquellos elementos que faltan para poder trabajar en mejorar, por ejemplo, en cuanto a herramientas
o maquinaria”, aseveró.
Añadió que “sin duda se puede mejorar aún más, y eso se puede hacer sólo a través de potenciar a quienes presentan proyectos, potenciar a los municipios en
esa área, y por supuesto, seguir avanzando en término de obras que a lo largo del tiempo generen mayor impacto en la vida de las personas. Y allí están los caminos, los convenios de programación, ahí puede haber un trabajo en conjunto con
Vialidad y también con los municipios, de tal manera de unir esfuerzos entre el gobierno regional y lo sectorial. De pronto la ansiedad hace que no se pueda palpar bien el hecho de ser región, pero jamás antes se pensó que en tan corto plazo, la inversión que se iba a generar en un territorio iba a crecer tanto”, sostuvo.
Más poder al Consejo
Para el consejero de la UDI, John Polanco, “siempre los recursos son escasos, sobre todo cuando hablamos de un fondo tan importante como el FNDR. Es importante ver cómo estos se priorizan sobre las demandas propias de la región, y en esto es importante que de la mano del trabajo del Consejo Regional, se tenga una mirada más bien conciliadora, porque en ocasiones existe también la disyuntiva que la aprobación no pasa por el Consejo. Hoy se requiere una mayor dinámica y sobre todo, que sea más participativa nuestra toma de decisiones”, afirmó.
Para el consejero ind.-Evópoli, Eduardo Redlich “ha sido muy importante para poder lograr una justicia territorial, descentralizar los recursos desde Biobío y poder provocar una equidad mayor
en nuestra actual región de Ñuble. Esto se ve reflejado sobre todo en las organizaciones sociales,
que han sido muy beneficiadas al ser región. Sí hay que estar atentos a que nos falta infraestructura,
para lo cual hemos estado avanzando, y obviamente también necesitamos la colaboración de los municipios para poder generar la cantidad necesaria de proyectos y que se vea reflejado en este gasto del gobierno regional. Aún estamos al debe con los vecinos, por lo tanto, esperamos que en los próximos años se aumente el gasto en infraestructura, para así también poder incrementar aún más nuestro FNDR y acercarnos al gasto presupuestario anual que tienen otras regiones”, planteó.
El consejero de RN, Rodrigo Dinamarca, en tanto, cree que se justifica claramente el que Ñuble se haya convertido en región.
“Lamentablemente, creo que desde que asumió el intendente Arrau a la fecha, pasando por Cristóbal Jardúa y el gobernador Crisóstomo, la planificación del gasto y de las obras que Ñuble necesita, independiente que hoy día tenemos una Estrategia Regional de Desarrollo con objetivos claros a cumplir; ha sido muy débil en relación al trabajo que debiera tener el gobernador como figura unipersonal en la toma de decisiones. La baja participación del Consejo Regional en temas de planificación ha sido, yo creo, la gran falta que han cometido los gobiernos que han pasado, debido a que los consejeros regionales por ser representantes territoriales y representantes ciudadanos debieran tener mayor participación en el levantamiento de iniciativas de interés regional. Falta escuchar mayormente la voluntad de la ciudadanía a través de lo que opinan los consejeros regionales, que también somos representantes ciudadanos, y planificar en conjunto”, aseveró.