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Niegan paso a Bomberos para llegar a río: superintendente advierte que cada vez es más difícil poder ejercitar

Dentro de lo noticioso, para Bomberos de la comuna de Quillón, ayer una buena nueva:

El alcalde de la comuna, Miguel Peña, el superintendente del Cuerpo de Bomberos quillonino, Marcial Ríos; el vicesuperintendente, Roger Ulloa; y el capitán de la actual brigada Coyanco, Matías Astudillo, constataban en terreno que el nuevo cuartel Coyanco mostraba ya un 95% de avance, por lo que pronto habrá mucho por celebrar en el sector.

Sin embargo el tema del día dentro del voluntariado, y en especial dentro de quienes conforman el Grupo Especializado de Rescate Subacuático (Gersa), era otro. Menos alegre.

El pasado sábado, cuando intentaban acceder al río Itata, para desarrollar una jornada de entrenamiento, en la entrada de un predio donde funciona una Planta Chancadora, en Liucura Bajo, les negaron el acceso, que les ahorraba cerca de 15 minutos de viaje.

Las razones que les dio una persona (que no se identificó) era que “se trataba de un recinto privado. La verdad es que es comprensible y no tenemos nosotros por qué obligar a nadie que nos deje pasar por el patio de su casa a algún lugar donde se desarrolle una emergencia”, dice el comandante de Bomberos Quillón, Roger Ulloa.

Pero la autoridad bomberil va más allá de lo puntual y advierte que “acá el problema serio es que conforme pasa el tiempo, hay más y más sectores privados, más sectores con cercas, portones y una serie de barreras que ya nos han significado numerosos problemas para poder bajar a algún río o alguna laguna con la celeridad necesaria. Lo peor de todo es que a veces se trata de lugares municipales”, advirtió.

Esto de los obstáculos para Bomberos ni es nuevo ni exclusivo de Ñuble.

De hecho, recién en agosto de 2016, la entonces Presidente Michelle Bachelet, promulgó una ley que le permitía a Bomberos atravesar los peajes sin tener que pagar las tarifas, tras una serie de hechos denunciados en regiones como Los Ríos, La Araucanía y el mismo Ñuble.

“Pero acá el problema es un poco más complejo, porque en muchas ocasiones los predios, por los que nosotros sabemos que podemos llegar en menos tiempo a algún punto de emergencia, quedan en mano de particulares y la ley no los puede obligar a dejarnos pasar, entonces acá estamos enfrentados solo a un problema de conciencia individual”, advirtió el comandante.

El Gersa solo en los últimos años ha protagonizado innumerables búsquedas de personas extraviadas, desde Idamia Baro (Coihueco) pasando por Carolina Fuentes (río Ñuble) hasta sus últimas convocatorias por parte de Fiscalía y las respectivas Onemi en los rastreo de dos ñublensinos que siguen extraviados.

“Entonces para nosotros es fundamental poder llegar luego en caso de emergencias. Por ejemplo, la otra vez fuimos a un rescate animal a la laguna de Quillón, porque se estaba ahogando un perro. Cuando íbamos bajando por el puente Roblería, nos encontramos con que alguien había puesto un portón con candado. Cuando trajeron la llave, el propio dueño ya se había conseguido un kayak y lo había sacado”, repasó el comandante.

Cada vez más difícil

Tal vez pocos recuerden en Chillán cuándo fue la última vez que vieron un ejercicio de agua realizado por Bomberos; o un ejercicio de rescate vehicular con fuego.

Tras el último que hicieron hace más de cinco años, en el Paseo Arauco, se les criticó por la contaminación que supuso el fuego en pleno centro.

Lo de los ejercicios de agua se suspendieron por la escasez hídrica que afecta al país.

“Y son objeciones comprensibles. Se supone que ya para el 2030 el agua será un bien escaso, hay sequía en todas partes y entendemos que no se pueda seguir ejercitando con agua”, admite el director regional de Bomberos Ñuble, Francisco Zapata.

En contraste, el director reconoce que por la misma razón, y pese a lo importante que es el entrenamiento y la capacitación para el voluntariado, “hemos tenido que hacer más capacitaciones teóricas y ejercitar en seco. No es lo ideal y es cierto que se hace cada vez más difícil, pero al menos con lo del agua, no vemos otra solución”.

De todas maneras, y al menos para que el acudir aun rescate no se trabe, “apelo a la conciencia y responsabilidad de los dueños de esos predios para que nos faciliten los accesos. Cada segundo cuenta en una emergencia real y siempre la culpa es de Bomberos”, concluyó.

Felipe Ahumada

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