Chillán está de fiesta. Cumple 442 años. Hijos de esta tierra que han emigrado en búsqueda de nuevas experiencias y oportunidades celebran a miles de kilómetros, y reflexionan sobre el Chillán actual y su devenir de cara al futuro.
A partir de sus vivencias fuera de las fronteras locales imaginan el derrotero de la capital regional y su evolución en el tiempo, proponiendo ideas urbanas que existen en los países que eligieron para vivir, temporal o permanentemente, y que les gustaría que fueran materializadas en la intercomuna.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]La chillaneja Sofía Carrasco Figueroa, de 22 años, es ex alumna del Colegio Seminario Padre Alberto Hurtado y estudió ingeniería comercial en Santiago. Sus ganas de evolucionar y potenciar su carrera profesional la llevaron a viajar a Irlanda, donde en la actualidad se encuentra enfocada en aprender inglés y trabajar.
“Elegí Irlanda, ya que es un país donde puedo estudiar y trabajar al mismo tiempo y yo no quería venir a otro país a aprender inglés y que mis papás pagaran por eso, jamás fue parte de mi plan. Así que hay distintos países que te entregan una visa con la que puedes estudiar y trabajar al mismo tiempo, y entre esos, está Irlanda. Elegí este país tanto por eso y porque me llamaba mucho la atención su cultura. También porque está dentro de Europa y estando aquí es muy fácil viajar dentro de acá. Tomé un curso de inglés por seis meses, con el cual me entregan una visa de ocho meses dentro de Irlanda y después puedo activar mi visa de turista por tres meses más. Entonces, mi plan es estar hasta diciembre acá y viajar antes de volver a Chile”, comenta.
Desde Dublín reflexiona en torno a la imagen de Chillán en su aniversario, a la que considera una ciudad que ha estado creciendo y ampliándose constantemente, sin perder su cultura y sus tradiciones.
Inspirada en la capital de Irlanda, Sofía considera que existen ciertas propuestas urbanas orientadas a aprovechar los espacios públicos que podrían funcionar en Chillán, en beneficio de los vecinos.
“Algo característico de Dublín es la gran cantidad de parques que puedes encontrar dentro de la ciudad, en los cuales es posible realizar diversas actividades, ya que cuentan con espacios tanto destinados para el entretenimiento de los niños con juegos infantiles, como zona de picnic, jardines de flores, entre otros. Dado lo anterior, son lugares muy concurridos y aprovechados día a día. Creo que es algo que Chillán podría tratar de implementar, ya que si bien tenemos varias plazas, no contamos con muchos espacios a lo largo de la ciudad que sean aprovechados con este mismo fin y donde los chillanejos puedan pasar un tiempo de calidad realizando actividades recreativas”, sostiene.
“A mi parecer sería factible realizar un proyecto como este, con el cual se verían beneficiados los chillanejos. Al mismo tiempo, podría ser un espacio donde podrían instalarse ‘food truck’ o puestos para que emprendedores tengan la oportunidad de promover y activar sus negocios”, remarca.
Espacios públicos
Desde antes de la pandemia la arquitecta chillaneja Tamara Oyarce vive junto a su pareja en Australia, donde tiene ganas de emprender. Para ella es un país “amigable”, donde la seguridad social es clave, la que se ha conseguido sin represión, sino de la mano de la educación y oportunidades. A diferencia de Chile, donde los problemas de salud y vivienda se han tomado la agenda, en Australia están enfocados en resolver temáticas medioambientales.
Desde allá la joven comenta que se siente muy optimista respecto al futuro de Chillán, tras convertirse en capital regional, y la oportunidad de crecimiento que genera la nueva región.
“No cabe duda que existen profesionales y hay ideas en infraestructura que la región se va ver beneficiada al ya llevar cinco años, donde uno puede aplicar los fondos que tienes como nueva región. Considero que en infraestructura esos proyectos van bien encaminados, veo a una municipalidad con un alcalde con ganas de hacer cosas nuevas. En ese aspecto soy muy optimista, pero considero que el desarrollo de Chillán va de la mano de esta nueva generación y de estas ganas de querer participar y de hacer una mejor ciudad”, valora.
Desde su visión, Chillán debe apostar por ser una ciudad con espacios públicos bien desarrollados, dotados de infraestructura, áreas verdes y accesibles para todas las personas.
“Considero que las áreas verdes en el espacio público son muy importantes para la ciudad. Una ciudad amigable hace que la gente sea más feliz, disfrute la ciudad, que haya gente haciendo más deporte, pudiendo caminar en parques. Sé que es distinta la tónica entre los dos países y que no puedo pensar que esto va pasar de un día para otro, es una evolución en el tiempo, pero hay que empezar a proyectar ciudades más sustentables, con más especies nativas que también le den una identidad y rescaten lo que es Chillán culturalmente y patrimonialmente”, apunta.
Tamara enfatiza que la adecuada inversión en espacios públicos, asociada a la participación ciudadana, entrega múltiples beneficios a la ciudad.
“Yo sé que quizás no es la prioridad ahora, pero la inversión en los espacios públicos va llevar a que también las calles no sean tan inseguras, que vivamos en una ciudad más linda, que también te entrega esos lugares de desarrollo, no solo en espacios muy definidos como la plaza, como algunos sectores que tienen áreas verdes. Considero que es necesario hacer un proyecto interesante, porque la ciudad tiene espacio, el crecimiento es más horizontal, entonces, creo que es necesario esa unión. Considero que Chillán tiene el área del Ultraestación que puede ser un gran parque urbano y esas ideas están”, destaca.
“Siempre he hablado e insto a que la sociedad participe y que se le den esos espacios de participación, quizás al principio va ser menos, pero cuando uno ve que hay estos espacios y que se pueden lograr cosas, como el parque Schleyer, lo aplaudo, porque fueron años en que los vecinos se comprometieron y lo pelearon, buscaron instancias y lograron mantener una idea por el tiempo. Finalmente van a tener un espacio hermoso de áreas verdes, de parque, que podría ser un desarrollo importante para todos los sectores, va subir la plusvalía de las casas, dar más espacios públicos a la gente”, añade.
Centros cívicos
La enfermera chillaneja Jocelyn Mesías Gazmuri, de 41 años, llegó a España por motivos de estudio tras ganar una beca para estudiar en Madrid. Tras finalizar su formación estaba decidida a volver para radicarse en el país europeo, ya que le gustó su calidad de vida. Es por ello que al llegar a Chile postuló a una beca, la cual ganó y hoy estudia un doctorado en Metodología de la Investigación Biomédica y Salud Pública, en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Su última visita a Chillán fue en octubre del año pasado. Le llamó la atención que el comercio en el centro de la comuna estuviera cubierto por murallas metálicas, además de las restricciones por el Covid-19.
“Me sorprendió ver un Chillán como gris, con muchas tiendas con sus ventanales tapados o con estructuras metálicas que no dejaban ver las vitrinas, fue triste porque se entiende que tiene que ver con el tema del estallido social. Con el tema del Covid-19 vi mucha restricción para entrar a las tiendas, había que entrar por un lado, salir por otro y es algo un poco confuso”, revela.
Jocelyn espera que ese escenario pueda cambiar y que el Chillán del futuro sea más amigable, con propuestas urbanas y áreas verdes.
“Me gustaría que ese panorama que vi cambiara, que fuera un poco el Chillán de antes, de que el centro sea más amigable y me imagino que en un futuro seguirá creciendo más verticalmente. Desearía que no haya tantas construcciones y edificios que afecten las áreas verdes, una ciudad crece mucho con ese tipo de propuesta urbana. Chillán sigue creciendo a nivel de población y me imagino que seguirá esta tendencia, sobre todo que ahora es capital de región, por tanto, se inyectarán los recursos y generarán nuevos trabajos que harán que la ciudad siga creciendo”, precisa.
Las ideas y propuestas que más le llaman la atención de España, y que considera se pueden replicar en la capital de Ñuble, son centros cívicos en cada uno de los barrios de la ciudad, que promuevan la vida comunitaria con actividades sociales, recreativas y culturales de la mano con las entidades gubernamentales.
“Lo que yo veo en España y me encanta es la vida de barrio, ese un concepto muy desarrollado. En todos los barrios existen instancias gubernamentales que son centros cívicos que se encargan del desarrollo de la vida de barrio desde un punto de vista más social, es decir, tienen muchas actividades, sus propias fiestas, así como las fiestas de la primavera que se hacían antiguamente en Chillán. También existen las fiestas donde los vecinos se organizan y hacen las verbenas, donde ponen sus mesitas y venden cosas. Aparte ponen escenarios en ciertas calles para los grupos que vienen a tocar. Hay ciertos barrios que se la juegan un poco más, donde los vecinos disfrazan las calles con una temática y eso genera que la gente se tenga que juntar, generar ideas, juntar dinero, vender productos y cosas del barrio. Es algo muy bonito de vivirlo”, subraya.
Destaca que en los centros cívicos se imparten variedad de cursos como de cocina, fotografía, idiomas, manualidades, zumba, lectura, excursión, entre otros, y algunos son gratuitos.
“Las comunidades y barrios tienen gimnasios y las cuotas para los vecinos son mucho más baratas. Hay una cosa que me llama mucho la atención, es que en el gimnasio hay muchos abuelos que van en las mañanas, es increíble”, sostiene.
Respecto a los proyectos urbanos para Chillán, indica que se requieren plazas y parques donde los vecinos puedan recrearse y realizar diferentes actividades. “Aquí funciona mucho el tema de los parques, donde construyen jardines, laguna artificial, pueden hacer picnic y van muchas familias y niños, son instancias de calidad de vida”, revela.
Jocelyn está en trámite para adquirir la nacionalidad española, pensando en un futuro establecerse definitivamente en ese país, y aunque no tiene pensado volver a vivir en Chillán, asegura que de cumplirse estos proyectos urbanos y sociales harían a la ciudad más amigable, cómoda y sería más atractiva para sus habitantes.
Texto: Susana Núñez / Antonieta Meleán
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