El técnico de Ñublense, Jaime García, en la antesala del duelo con Unión La Calera, “bestia negra” de los diablos rojos, recalcó que, como ahora todos los elencos juegan con muchas precauciones defensivas ante uno de los grandes animadores del torneo, deberán “reinventarse” tácticamente.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]“Nosotros, como cuerpo técnico, sabemos que tenemos que reinventarnos, lo bueno es que los jugadores manejan varios sistemas. Tendremos que aprender a retroceder, para luego avanzar, ver posiciones, a lo mejor no ser tan directos, esperar un poco más, ir viendo cómo nos juegan los rivales para que no nos tomen la mano”, detalla García, antes de manifestar su alegría por el respeto que se ganó su equipo.
“Por otro lado, hay un tema que me alegra, y es que ahora los equipos, desde que lo tomé, vienen a jugarnos con respeto. Piensan cómo jugarnos, saben que es difícil jugar en Chillán, habla del respeto que nos tienen. Ahora ya no nos vienen a jugar al ataque”, describe.
El DT de los “diablos rojos” reconoce que el domingo enfrentarán a un duro rival, al que no han podido vencer en los últimos años.
“Yo creo que en algunos partidos con ellos tuvimos mala suerte, nos faltó equilibrio, ocasiones que no convertimos y posibilidades para llevarnos buenos resultados y ellos también han sabido manejar bien los buenos momentos nuestros con una gran función defensiva. Hemos disputado varios partidos con ellos y estamos claros que es difícil jugarle a la Calera, más allá de la posición que va (antepenúltimo), porque han jugado bien y le han marcado”, analiza el técnico del sublíder del campeonato chileno.
“Calera juega bien al fútbol, llega bien de la mitad hacia arriba, nos ha costado, porque siempre proponen, defienden bien y llegan con mucha gente, pero el partido con Audax nos sirvió de experiencia. Será un partido entretenido. Con espacios nosotros somos difíciles también”, sentenció el entrenador del Rojo, que espera dar el golpe en el estadio calerano.
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