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Estudio revela optimismo local pese a niveles de estrés

Altos niveles de optimismo en la población regional, pero también preocupantes estresores, reveló el estudio “Pulso de la economía, salud mental y bienestar de los ñublensinos”, desarrollado por la Universidad del Bío-Bío, con la colaboración de la Corporación de Adelanto y Desarrollo de Ñuble (Corñuble).

La encuesta, fue aplicada en agosto a 1.068 personas de las 21 comunas de Ñuble, con el objetivo de conocer la percepción de la población local en materia económica, pero también medir la salud mental y el bienestar, variables introducidas este año en el tradicional estudio, tras un receso de tres años. Contiene, además, otras dimensiones, cuyos resultados se darán a conocer en publicaciones posteriores y el miércoles, en el Encuentro Regional Ñuble.

Resultados

Entre los principales resultados destacan los altos niveles de felicidad en la población, medida como el bienestar, pero también de resiliencia frente a las dificultades. Un 84% se reconoce satisfecho con su vida y un 68%, satisfecho con su trabajo. Asimismo, un 78,3% se considera resiliente y un 79,7%, optimista.

Sin embargo, también asoman números preocupantes en materia de salud mental. Un 37,5% reconoce sentirse constantemente agobiado; un 29,9% se siente deprimido; un 28,2%, menos capaz de disfrutar; un 21,9% ha perdido confianza en sí mismo; un 36% señala que sus preocupaciones le han hecho perder el sueño; un 34,1% afirma que tiene problemas para concentrarse; y un 19,7% dice sentirse menos feliz.

También destacan los principales factores de estrés entre la población regional, donde lidera la situación económica (66,8%), y le siguen: la delincuencia (64,9%), los cambios sociales y políticos (55,6%), y perder el empleo (40,4%).

Satisfacción laboral

El Dr. Rodolfo Mendoza Llanos, psicólogo, académico de la Escuela de Psicología de la UBB y miembro del equipo investigador, sostuvo que, “de acuerdo a los resultados y de manera general uno podría indicar que dos de cada tres personas en la región, están satisfechas con su trabajo y que esto es independiente de lo que reciben como sueldo. Esto es bueno, pues se asocia con mayores niveles de bienestar y satisfacción con la vida, y menos problemas de salud mental”.

El investigador comentó que “es necesario indicar que existen ciertas diferencias. Las mujeres presentan menores niveles de satisfacción que los hombres, y que en relación a lo urbano – rural, las personas del sector rural presentan menores niveles de satisfacción que las personas del sector urbano. Estas diferencias, implican que distintos actores debemos trabajar por disminuir estas diferencias, analizando los espacios laborales, pero, además, ocuparnos de aquel grupo que no se siente satisfecho con su trabajo, analizando las condiciones que los llevan a sentirse así. Hay un trabajo importante que hacer allí”.

Mendoza añadió que “es interesante observar que las personas de la región, ya sean mujeres, hombres o del sector urbano o rural, mantienen un alto porcentaje de optimismo y esperanza. Esto es bueno, porque estas características se asocian con menos problemas de salud mental, y se ve en los resultados de esta encuesta hasta ahora. Es sorprendente, porque usualmente escuchamos a las personas quejarse de distintas situaciones que viven día a día, pero – en estos resultados – se observa que aún prima la idea de que las cosas y circunstancias pueden cambiar para mejor. Mientras mantengamos ese optimismo y esperanza, tenemos espacio para crecer en confianza con otros, algo muy necesario hoy, en una sociedad en la que las personas se autoperciben abrumadas, cansadas y agotadas”.

Consultado por los fenómenos que están incidiendo en la sensación de agobio y estrés, el investigador apuntó a “la sensación de incertidumbre permanente y la crisis de liderazgo. Recientemente se conocieron las cifras de desempleo a nivel nacional y para Ñuble en particular en torno al 10%, proyectando escenarios menos auspiciosos para más adelante. A eso hay que sumarle el aumento permanente en el costo de artículos de primera necesidad y de la vida en general, y donde las personas perciben que sus sueldos no van a aumentar en el corto plazo. Esto tensiona, agobia y agota a cualquiera, por no saber cómo se va a resolver la vida mes a mes. Esta incertidumbre permanente es una bomba de tiempo en la salud mental de cualquiera”.

“Junto con ello -prosiguió Mendoza-, tenemos una crisis por percepción de descomposición del liderazgo – desde antes del estallido social- que no se ha resuelto y que no ha sabido resolver temas que son importantes para todos. Faltan discursos de certezas y estabilidad con planes claros, así como certeza de que estos liderazgos nos van a conducir de manera proba, con una clara orientación pública, actuando para conseguir siempre el mayor bienestar ciudadano. En ese panorama general, las personas buscan en su día a día, certidumbres que no encuentran, pero añoran. Por eso encontrar optimismo y esperanza en las personas que participaron de este estudio es muy positivo, porque aún hay confianza en que las condiciones pueden cambiar, pero no hay que descansar en ello, pues la paciencia y tolerancia de los ciudadanos tiene límites y eso quedó en evidencia en octubre 2019”.

Agobio y estrés

Por su parte, el psicólogo Sebastián Maureira Meneses, académico de la Escuela de Psicología de la UBB, planteó que, “a pesar de los positivos resultados generales, no podemos ignorar que más de un tercio de las personas en la región experimenta una constante sensación de agobio, acompañada de problemas de concentración y dificultades para conciliar el sueño. Esto podría atribuirse en gran medida a la preocupación existente por la situación económica y el temor a ser víctimas de la delincuencia, preocupaciones que se encuentran invertidas en comparación a la situación país, pues en Ñuble es la situación económica la principal preocupación de las personas. Esto coincide con los resultados de la última encuesta suplementaria de ingresos, la que posiciona a la región como la de menores ingresos percibidos por actividad laboral”.

Maureira agregó que, “una de las conclusiones más destacadas del estudio es la alta presencia de optimismo, esperanza y resiliencia en la población. Estos factores parecen estar contribuyendo a la satisfacción general de las personas, a pesar de los retos cotidianos. Es alentador ver que la mayoría de las personas están encontrando formas de mantener su satisfacción a pesar de las preocupaciones económicas y de seguridad. Esto resalta la importancia de promover el apoyo emocional y las estrategias de afrontamiento para aquellos que experimentan mayores niveles de estrés. Nuevamente, y como es característico en nuestra sociedad, son la familia y otros elementos de apoyo social las que sostienen una frágil situación de salud mental, especialmente en un contexto post pandemia”.

El académico hizo hincapié en que “es momento de que las instituciones correspondientes puedan abordar y resolver esta situación de manera efectiva y responsable, pues los efectos negativos involucran un impacto multinivel bastante preocupante en la salud de la población”.

“En comparación, la satisfacción laboral es menor que la satisfacción general de las personas. Esto se vincula con los resultados económicos de la región, por los bajos ingresos percibidos. Esto atenta contra el propio sentido del trabajo, pues es una fuente de realización personal. En este sentido, muchas empresas realizan esfuerzos por aumentar los sueldos, no obstante, también deben manejar sus recursos en base a las complicaciones económicas actuales. Aquí es importante el punto del llamado salario emocional, toda aquella práctica de la organización vinculada al bienestar de las personas y que va más allá de ámbito monetario. Por otro lado, ya en términos más generales, toda acción preventiva es una inversión positiva en este tema. Por ejemplo, mejorar la congestión vehicular, el acceso a servicios, la calidad de las viviendas y paisaje, etc., todo impacta en la calidad de vida de las personas, lo que tiene una relación directa con su bienestar, salud y felicidad. Quizás el foco pueda estar puesto en el acceso a los tratamientos en salud mental, pero esto ya es un aspecto reactivo. En términos de gestión, ya es tiempo de actuar de manera preventiva y especialmente desde un enfoque basado en las necesidades de las personas. Los enfoques actuales, reactivos, se encuentran centrados en recuperar la salud, no así en prevenir aquellos factores asociados a la aparición de las enfermedades”.

Salud mental

Álvaro Acuña Hormazábal, ingeniero en administración, académico de la Facultad de Ciencias Empresariales de la UBB e investigador principal del estudio, destacó el aporte de éste, ya que entrega información primaria de la región sobre distintas materias. “Es importante en la toma de decisiones tener información de primera fuente. Sabemos que toda decisión es exitosa cuando hay mayor certidumbre que incertidumbre. Los tomadores de decisiones, tanto públicos como privados, sin información primaria como la que se recoge en este estudio, toman decisiones con mayor incertidumbre y eso los aleja del éxito o de ser acertados”, afirmó.

Comentó que en esta versión del Pulso de la Economía se incorporó el bienestar y la salud mental, dado que “hay investigaciones que revelan que la salud mental y el bienestar de las personas en general, ha venido en deterioro, de un tiempo a esta parte, nosotros hemos hecho esa investigación, que habla del deterioro de la salud mental a propósito de la pandemia, que nos aisló, que nos alejó de otras personas, que nos hizo darnos cuenta de que la felicidad en la vida no era andar corriendo buscando el éxito monetario solamente. Ese fue un punto de quiebre, pero el punto de quiebre siguiente fue más fuerte, porque la gente dejó de estar aislada y el mundo competitivo nos volvió a hacer correr igual que antes. Entonces la gente percibió que la felicidad está en cosas pequeñas, como el juntarse con una persona, poder salir libremente, pero una vez que tuvo que volver a la normalidad sin pandemia, perdió esas cosas por obligación”.

En cuanto a los resultados, Acuña subrayó “las diferencias con otras investigaciones que hay en el país. Eso ya por sí solo justifica aún más la realización de este estudio a nivel regional”.

Por otro lado, reconoció que le sorprendieron los altos niveles de satisfacción. “Tú puedes estar estresado hoy día con la situación sociopolítica que estamos viviendo, con la situación económica, pero aun así el ñublensino se muestra feliz y satisfecho también con su trabajo. La explicación de por qué sucede eso podría darse, y hay que hacer un análisis más profundo con los datos y que lo vamos a hacer más adelante, en que somos una población optimista y resiliente en general”.

Ficha técnica

El estudio se trabajó en base a información del Censo 2017, mediante un muestreo estratificado por comunas, género y edad, con un 95% de confianza y un 3% de error, y una muestra de 1.068 personas.

Las encuestas se aplicaron de forma presencial en las 21 comunas de Ñuble, durante agosto de 2023

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