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Empresarios turísticos de Ñuble están optimistas de cara a la temporada estival

Con optimismo esperan los empresarios turísticos la llegada de la temporada estival, el periodo con mayores flujos de visitantes para destinos como Quillón y Cobquecura, y el segundo más importante para Las Trancas.

Se trata del primer verano sin restricciones sanitarias por la pandemia de Covid-19, vale decir, no se exigirán aforos en los recintos, y tampoco mascarillas. Además, se permite el ingreso de extranjeros al país sin los requisitos que regían hace algunos meses.

Sin embargo, el escenario económico abre una interrogante sobre el desempeño que tendrá el sector turismo de la región de Ñuble, puesto que durante el segundo semestre se ha percibido con fuerza la desaceleración del consumo, y a partir de septiembre, con el Imacec de -0,4%, comenzaron a observarse algunos indicios de lo que se anticipa como una recesión que algunos plantean que ya habría comenzado, mientras otros sostienen que se notará a principios de 2023.

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Los datos objetivos, hasta el momento, son positivos en comparación al año pasado, pero no han alcanzado los niveles prepandemia. Según la Encuesta Mensual de Alojamiento Turístico, que aplica el INE, en septiembre pasado las pernoctaciones en la región de Ñuble sumaron 31.111, lo que representó un alza de 2,2% respecto a igual mes de 2021, aunque la cifra es inferior a la de septiembre de 2019, con 43.048 pernoctaciones.

En tanto, en el acumulado enero-septiembre de 2022 los establecimientos de alojamiento de la región totalizan 358.643 pernoctaciones, un 21% más que en igual periodo de 2021, pero todavía lejos de las 514 mil 565 del acumulado en los nueve primeros meses de 2019.

Por ello, los líderes de las cámaras de turismo de los tres principales destinos de Ñuble tienen expectativas moderadas para este verano, con la confianza de mantener el ritmo de recuperación.

Cobquecura

María Fernanda Torres, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Cobquecura, reconoció que se ha percibido una disminución de los visitantes en los últimos meses. “El año pasado habíamos tenido muy buenos números, a la misma fecha, y hoy se nota esta merma, también porque hay muchos otros puntos donde hay atractivos; recordemos que la gente estuvo mucho tiempo durante la pandemia visitando nuestra zona, y por eso, también están privilegiando otros puntos que habían estado cerrados”, explicó.

La dirigente reconoció que “la inflación sí está pegando y sí se está empezando a notar que los visitantes no gastan tanto, tratan de venir por el día; los restoranes son los que aún continúan con sus números en alto, y estables, más que en alza; pero en los alojamientos se nota más, la gente está optando por venir por el día y realizar actividades de playa, por lo que no se quedan un fin de semana completo”.

A pesar de lo anterior, se mostró optimista respecto a la temporada estival. “Esperamos que para el verano que se viene tengamos más visitantes, se está trabajando en generar una cartera programática entretenida, para que sea un punto para que la gente vuelva a estar en Cobquecura y pueda visitar nuevamente la zona y tenga algo entretenido que hacer, no solo al aire libre”.

Torres aseveró que “tenemos la esperanza que esta temporada estival sea mejor que la anterior, pero por el escenario complejo que está pasando el país y la recesión que se ve cada día más cerca, esperamos no decaiga y se mantengan los números del verano anterior”.

Quillón

Andrés Paquien, presidente de la Cámara de Turismo de Quillón, indicó que la comuna ya se está preparando para recibir a los visitantes, que comienzan a llegar junto con el calor.

Recordó que el verano pasado el sector sufrió las consecuencias del problema sanitario registrado a inicios de la temporada en el balneario de la laguna Avendaño, donde numerosos visitantes sufrieron reacciones alérgicas debido, presumiblemente, a una fumigación aplicada en la playa. “Se perdió toda la temporada, no solo para los empresarios del turismo, sino que para toda la gente que trabaja en el sector”, se lamentó Paquien.

Sin embargo, manifestó que el fin de las restricciones por Covid-19 se ve como una oportunidad de mejorar los resultados que durante 2022 han sido dispares, pues mientras algunos se sostienen con programas especiales para temporada baja, otros sacan cuentas menos alegres.

“Es imposible saber cómo va a andar la próxima temporada estival, pero sí tenemos algunos indicios de que tendremos un movimiento importante de personas, de hecho, algunos ya están llamando para hacer consultas. Yo tengo optimismo de que va a estar buena la temporada, porque Quillón sigue siendo un destino principalmente familiar y lo más importante, es un lugar seguro y eso es algo que las familias están priorizando”, comentó.

Consultado por el impacto que tendrá el contexto económico, el dirigente gremial planteó que “a mucha gente todavía no le ha afectado eso, efectivamente, las cosas están más caras, pero hay un segmento importante de personas que, pese a la inflación, sale de vacaciones igual, de hecho, muchos profesionales han reajustado sus ingresos de acuerdo al IPC”. En su caso, como dueño de un complejo de cabañas (Península de Quillón), reajustó las tarifas en un 10% promedio respecto al verano pasado.

Paquien argumentó que “este fin de semana largo del 1 de noviembre marcó la pauta de lo que será el verano, y esos días Quillón estaba lleno. Si tomamos ese parámetro, no debiera estar malo, lo que es muy importante para la economía local, porque hay un gran número de negocios y de emprendedores que, gracias los ingresos del periodo estival, viven todo el año”.

Las Trancas

Tradicionalmente, el verano en Las Trancas significa altas tasas de ocupación, casi tan altas como en invierno. Con un peak de 95% en febrero, es un destino que con 3.800 camas registradas en Sernatur, busca posicionarse en toda temporada.

José Saavedra, presidente de la Cámara de Turismo de Valle Las Trancas, afirmó que este 2022 ha sido muy un buen año. “El verano pasado funcionamos muy bien, pues a pesar de las restricciones sanitarias tuvimos un 75% de ocupación, lo que es muy bueno, y después vino el invierno, en que la naturaleza nos bendijo con mucha nieve, así que tuvimos una temporada invernal excepcional, con muchísima gente, creo que como Las Trancas quedamos quintos nacionales en ocupación, pero, sobre todo, con público chileno, llegaron muy pocos extranjeros. Así es que este verano tenemos muy buenas expectativas, porque va a ser el primer verano en varios años sin ningún tipo de restricción sanitaria. Esperamos que este verano en ese aspecto, sea muy bueno”, sostuvo.

Añadió que “a pesar del impacto de la inflación y las expectativas de una recesión económica, pensamos que igual podemos tener una buena temporada. Si repetimos las cifras de la temporada pasada, ya sería muy bueno, y si las superamos, mucho mejor. Porque un buen verano, para nosotros, en Las Trancas, es un 95% de ocupación, y eso era lo habitual antes de la pandemia. Yo tengo la expectativa que podamos llegar a esa cifra, porque no hay restricciones”.

Como antecedente, mencionó que durante el reciente fin de semana largo del 1 de noviembre se registró una tasa de ocupación promedio en torno a 50%, “lo que es un muy buen número, porque es temporada baja para nosotros”.

Respecto al gasto de los turistas, planteó que eso aún es una interrogante, puesto que aún no se registran reservas, pero sí muchas consultas sobre tarifas y fechas. En ese sentido, comentó que no pocos empresarios han expresado que mantendrán las tarifas del verano pasado, “para apoyar un poco a la gente, que ha enfrentado el alza del costo de la vida, además, es muy complicado traspasar los mayores costos a precios sin que se resientan las reservas”.

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