El embajador de Irlanda, Paul Gleeson, cumplió con la primera visita a Ñuble, en el contexto de una serie de acercamientos con diversas regiones del país en las que ya existe algún vínculo con el país europeo, siendo la figura de Bernardo O’Higgins, chillanejo hijo de padre irlandés, tal vez el enlace más emblemático y simbólico.
Hace un tiempo visitó a las autoridades de la región de O’Higgins, al presidente del club de fútbol O’Higgins de Rancagua; la Región de Los Ríos, donde ya se han asentado empresas del país británico, y ahora fue el turno de Chillán y Chillán Viejo, por ser la ciudad natal del Libertador.
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Tras una charla realizada en la Universidad de Concepción, donde pudo compartir experiencias con académicos y alumnos de las carreras del mundo agrícola, concedió una entrevista con La Discusión, la que arrancó otorgando un valor especial a la historia para encontrar nuevos vínculos.
-¿Qué tan importante es la figura de O’Higgins para este acercamiento futuro entre Ñuble e Irlanda?
-Creo que la historia es vital. Bernardo estaba muy orgullosos de esa conexión, y podemos verlo en sus cartas. Él amaba Irlanda tanto como amaba a Chile y declaró su deseo de servir a ambos países, entonces cuando, finalmente, llegó la oportunidad de abrir una embajada de Irlanda en Chile, en 2020, nos inspiramos en las palabras de Bernardo y también es nuestra ambición acrecentar las conexiones entre ambos países, pero de una manera que él nunca pudo haber soñado.
-¿Qué otros vínculos ve entre Irlanda y Chile?
-Irlanda ha sido un país muy conservador, muy católico, pero nos hemos ido modernizando para convertirnos en una sociedad más inclusiva y más tolerante, más acogedora para personas de todos los orígenes y esto nos ha llevado a tener esta vida moderna en la que todos queremos vivir. Esto es un rasgo que me parece tener en común con la sociedad chilena, que busca convertirse en una sociedad multicultural, más abierta y más tolerante. También tuvimos un proceso de convención constituyente, y luego una asamblea constituyente. Ambas naciones quieren proteger el sistema multilateral y creo que nuestros objetivos de crecimiento también apuntan a áreas similares, como la agricultura y la tecnología.
-En Irlanda, se ha visto como clave del resurgimiento económico la eliminación de 23 mil empleos del aparato estatal. ¿Cómo ve la propuesta chilena?
-En Irlanda hemos aumentado el Estado en unos puntos, pero también reducido el número de empleados en los servicios públicos. Esa es la figura de los ciclos económicos, pero en definitiva los irlandeses realmente creen que el Estado debe cumplir un rol muy relevante cuando se trata de proporcionar sistemas de ayuda y educación y apoyo a las personas más vulnerables. Este modelo ha facilitado la inversión extranjera y había que tener impuestos relativamente competitivos, demostrar que Irlanda puede dar buenos servicios, que es un buen lugar para vivir, tenemos que demostrar que somos una nación culturalmente rica donde la gente quiere vivir, y para eso necesitamos buenas universidades y buenos sistemas de educación.
-¿Qué reflexión puede hacer respecto a los conflictos sociales por los que atraviesa el país, considerando que tras décadas de serios problemas internos, Irlanda pudo llegar a un estado de paz y prosperidad?
-Tuvimos un proceso exitoso en la consecución de la paz, pero debemos admitir que estuvo lejos de ser perfecto, porque incluso todavía hay dificultades, como por ejemplo lo del Brexit. Tuvimos que lidiar con la situación entre 1969 y 1994, y miles de personas perdieron la vida. Aunque no nos corresponde andar dando concejos, si las personas tienen más interés en conocer la experiencia de Irlanda del Norte, estaremos muy felices como embajada en compartir nuestra experticia.
-¿Qué planes futuros tiene pensado para el mundo del agro local?
-Planeo volver y conocer a más actores de la agricultura, por supuesto ahora que estuve en la Universidad de Concepción, tuve la oportunidad de conversar con algunos de los académicos del área y me ha quedado claro que se está realizando un excelente trabajo. Creo que nuestra historia en Irlanda es una de las más crecientes influencias en tecnología para la agricultura y que puede proveer más herramientas para alcanzar la sustentabilidad en el trabajo agrícola de Ñuble. Ya tenemos empresas irlandesas trabajando en el sur de Chile, que están realizando un excelente trabajo, y nos encantaría traer algunas de estas empresas a Ñuble, porque creemos que existen las condiciones para que puedan obtener enormes logros, y además he constatado que están abiertos a innovar con nueva tecnología.
-Sabemos que también ha trabajado por promover intercambios estudiantiles, ¿Cómo va ese proceso?
-Queremos que sea más sencillo que los estudiantes de Chile puedan continuar estudios en nuestro país. Cualquier ciudadano de Chile puede visitar Irlanda sin una visa y estar allá por hasta 90 días, y eso nos permite conseguir muchos acuerdos para la gente joven y para la gente de negocios. Tenemos algunos programas para trabajos de verano que son inmensamente populares. Buscamos que conozcan nuestro sistema de vida y que puedan hacer como lo hizo gente tan importante como Bernardo O’Higgins, Juan Mackenna, Juan O’Brien, solo que ya no tendrán que pelear por la independencia, sino que realizar un trabajo, no menos importante, como estrechar los lazos de amistad entre Irlanda y Chile.
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