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El paraíso del yoga escondido en la cordillera de Ñuble

Hace 14 años, Yogiraj Tonmoy Shome se encontraba en Estados Unidos haciendo clases de yoga. La técnica la había aprendido de sus abuelos, sus padres y ya adolescente, del maestro Guruji Shri Thakur Janakinatha Brahmacari en su natal Calcuta. Un día, el año 2009, Guriji le informó que era el elegido para continuar con la escuela Ashram Loknath Yoga en América Latina, más específicamente en Chile.

“¡Chile!, qué es Chile”, reaccionó Tonmoy según recuerda junto a La Discusión Domingo. El viaje al sur del mundo se concretó pocas semanas después y el maestro indio solo traía consigo los pasajes. En Santiago durmió en la calle, mendigó para comer y resistió. Esa era la prueba para saber si Tonmoy era el indicado para hacerse cargo de la escuela y templo más grande de Sudamérica ubicado en Pinto, Camino a las Termas de Chillán a la altura del kilómetro 55.

Entrar en la Ashram Loknath Yoga en Pinto es sentir una parte de la India que Tonmoy dejó atrás hace ya varios años. Hay animales (fundamentales en la práctica del yoga y el estilo de vida que promueve, sobretodo pavos reales), y un templo que combina signos cristianos con los dioses indios. También el recinto cuenta con instalaciones para la práctica del yoga y cada mes recibe a cientos de personas venidas desde distintos puntos de Latinoamérica a este, el centro del yoga al sur del mundo. Hoy hay cursos extensos de varios días, también cursos para adultos mayores, embarazadas y público en general.

Conversamos con Tonmoy respecto a la vida que ha logrado llevar en Chile y al paraíso escondido en medio del bosque y la vista al complejo volcánico.

– ¿Qué es el yoga?

Yoga no se limita a ejercicios y posturas. Yoga es ciencia de vida humana. En India aprendimos a vivir el yoga, no solo practicarla una hora dos días al mes. Nosotros en India vivimos el yoga porque esta técnica trabaja para manejar la mente, mover el campo mental. Lo hacemos mientras nos bañamos, comemos, descansamos. La mayoría de nuestros pensamientos por lo general son negativos y el yoga nos enseña a manejar esos pensamientos para sostener solo los positivos. También nos muestra cómo hacer las cosas conscientemente como respirar o comer.

– ¿Desde cuándo se dedica al yoga?

Desde embrión. Mamá fue una dedicada practicante de yoga. Mi abuelo vivió la última parte de su vida en una ermita. Entonces practiqué yoga desde el embarazo de mi mamá. Desde ahí recibí todo porque mi mamá estaba influenciando y entrenando mente del bebé. Al nacer me educaron no para ser maestro de familia, sino que el plan de yoga. El yoga no es religión, es camino espiritual porque somos alma. Nos hace interactuar con el resto sin dañar a alguien, es para servir, no para criticar.

– ¿Qué estaba haciendo antes de venir a Chile?

Estaba en Estados Unidos, en Sudamérica no estábamos por una cuestión de idioma. Pero mis maestros me dijeron que Sudamérica necesitaba un profesor de yoga de la India. Llegué el 2009. El maestro dijo que en Chile el yoga era más potencial porque por una parte está la cordillera y por otro, el Océano Pacífico que es el agua más pura del mundo. Puede curar nuestras enfermedades físicas y mentales. Chile es privilegiado en eso. Nosotros hemos llevado agua de Chile en contenedor a la India. Chile es un país no tan grande, pero con gran potencialidad.

– ¿Y cómo eligen las Termas de Chillán?

Antes de eso viví en la calle, en Santiago me dejaron alojar en una escuela de yoga, pero también dormí en la calle, nadie me entendía, yo no entendía a nadie. Poco a poco fui avanzando, los chilenos son muy amables. Llegué acá y no había nada, solo bosque. Compré este terreno con el tiempo, lo elegí cuando vine desde Santiago a un retiro en las Termas de Chillán y pasando por acá seleccionamos este lugar. Levantamos casa, templo, instalaciones para la escuela. Soy un chillanejo más, es muy difícil para mí estar lejos de Chillán.

¿A quienes se atiende en esta – escuela?

Tenemos cursos de crecimiento y desarrollo. Incursionamos también en la educación porque el yoga en la infancia es muy importante. Vienen muchos profesionales, bastantes de otros países. El curso es semipresencial. Damos rutinas, entre otros.

– ¿Cómo es la relación con el entorno, con los vecinos?

Muy buena.

– ¿Te vas a quedar para siempre en Chillán?

He salido a dar cursos fuera. Estuve hace muy poco en Brasil.

– Pero irte para siempre… Volver a India…

Nooooo, yo soy chillanejo.

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